A media tarde de ayer se cumplieron los peores augurios. Las llamas consiguieron alcanzar el parque natural de Tamadaba, uno espacio protegido de 7.538,6 hectáreas y de gran valor ecológico. El incendio que se desató en la tarde del sábado en el entorno de Cueva Corcho -Valleseco- se mostró desatado durante toda la jornada de ayer, por lo que uno de sus flancos logró rebasar los barrancos de los altos de Gáldar hasta alcanzar el pinar. Por el momento se desconoce hasta qué punto el fuego ha afectado al bosque, pero lo que sí es cierto, es que ha conseguido dañar parte de uno de los pulmones de Gran Canaria; hogar de espacies como el pinzón azul o el lagarto gigante.

Un fuego que tanto el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Victor Torres, como el director técnico de Emergencias de Gran Canaria, Federico Grillo, calificaron de "destructivo e imparable" en la última rueda de prensa que dieron en la noche de ayer. Las previsiones hablan de una rápida propagación de las llamas a través de este parque natural, hasta tal punto de poder arrasar buena parte de su superficie. Las previsiones para estos espacios protegidos no son nada halagüeñas dadas las actuales condiciones meteorológicas. "Meterse en Tamadaba ahora es de auténtico suicidio", señaló el experto del Cabildo.

Durante toda la mañana de ayer los efectivos de extención de incendios temieron que las llamas lograran cruzar hasta el pinar de Tamadaba procedentes de los lomos de los altos de Gáldar. Durante la madrugada las llamas rebasaron el Montañón Negro y se adentraron en la zona de Juncalillo. Tras alcanzar las inmediaciones de esta localidad el fuego avanzó ladera abajo, donde los barrancos actuaron de chimenea. A medida que pasaban las horas los efectivos de seguridad se veían obligados a desalojar nuevas poblaciones y realizar más cortes de carreteras.

De esta manera, tras el desalojo de Juncalillo y otros barrios de su entorno -El Tablado, El Retamal y Barranco Hondo- a altas horas de la madrugada, los cuerpos de seguridad y emergencias procedieron a evacuar casa por casa a los vecinos de Lomo del Palo, Fagajesto -en Gáldar-, Las Arvejas, Las Cuevas, Lugarejos, Chajunco y Coruña -en Artenara- y El Hornillo -en Agaete. Varios de estos ya a las puertas del pinar de Tamadaba.

Finalmente, pasadas las seis de la tarde el jefe de Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias, Florencio López Ruano, confirmó a través de la Televisión Canaria que el fuego había entrado en Tamadaba. No obstante, el presidente del Gobierno de Canarias señaló en la rueda de prensa al final de la mañana que "el desastre medioambiental ya estaba hecho".

Para ese entonces las llamas ya se asomaban por los andenes y riscaderos sobre el valle de Agaete. Mientras, una espesa nube de humo se tendía sobre el macizo de Tamadaba. La vista desde el puerto de Las Nieves se volvió dantesca, más teniendo en cuenta que la playa se encontraba llena de bañistas en pleno domingo de agosto. Grillo señaló durante la rueda de prensa que esa nube de ceniza es solo el preludio del incendio. "Primero cae la ceniza, como si estuviera nevando, y después viene el fuego porque algunas de estas vienen encendidas", resaltó.

Artenara

Al mismo tiempo, las llamas remontaron a través de toda la zona de las presas de Los Pérez, Lugarejos y Las Hoyas hasta alcanzar el monte del Rayo a eso de las siete de la tarde, según recalcó el alcalde de Artenara, Jesús Díaz. Para ese entonces el fuego y la ceniza ya habían sobrepasado la Cruz de Acusa y la degollada que va a parar a la Finca de Tirma, adentrándose así en pleno parque natural. "Desde aquí [centro cultural de Artenara] vemos Tamadaba arder por completo, hay tres flancos rodeando el pueblo", señaló el regidor del municipio cumbrero al cierre de esta edición en conversación telefónica.

Díaz confirmó también que el viento estaba soplando con "intensidad" al filo de la medianoche. No obstante, Grillo llegó a resaltar durante la rueda de prensa que las rachas en Tamadaba alcanzaron los 80 kilómetros por hora. Dada la situación, combatir el fuego en el pinar se ha convertido en tarea imposible. "El parque natural tiene un único acceso y ahora mismo está bloqueado por el fuego, meterse allí es un auténtico suicidio", resaltó.

Grillo señaló además como gran preocupación que el incendio logre alcanzar el barranco de La Aldea y de ahí pasar a los grandes pinares del sur, los de Inagua y Pajonales. Una zona de alto valor ecológico que ya fue pasto de las llamas en 2007. Precisamente, estos bosques son el hogar del pinzón azul, una especie endémica en peligro de extinción.

Tamadaba acoge varias miles de hectáreas de denso bosque de pino canario. Un parque natural que se expande por los municipios de Artenara, Agaete y La Aldea. Forma parte también del espacio declarado como Reserva de la Bioesfera, LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) por su biodiversidad, además de Zona de especial protección para las aves (Zepa). A lo largo de la noche, los servicios de extinción de incendios esperan que las llamas sigan "saltando" de risco en risco, por lo que alcanzarían con gran rapidez la cima de Altavista y las fincas de Tirma y Tifaracas.

No obstante, a primeras horas de la noche el incendio ya se podía visualizar desde el barranco de El Risco, en Agaete, motivo por el que esta localidad fue desalojada durante la tarde. La carretera GC-200, que une la villa marinera y llega hasta La Aldea ha quedado cortada al tráfico. Se da la circunstancia que esta carretera atraviesa toda la zona costera del parque natural.

El espacio protegido de Tamadaba ocupa una superficie desde la costa oeste de Gran Canaria hasta la cima del pinar, donde alcanza los 1.444 metros de altitud. Una orografía que permite el desarrollo de multitud de especies tanto animales como vegetales. Además del pino, el parque acoge ejemplares de codeso de monte, bejeque, madroñero canario, , sabinas, retama amarilla y acebuche, entre otros. También hay varios endemismos del parque, como el algofitón de Tamadaba, la colderrisco de Tamadaba, la mosquera de Tamadaba y tomillón de Tamadaba.

Entre las especies animales, destacan el lagarto gigante de Gran Canaria, el pinzón azul, el búho chico, el pájaro carpintero, el perenquén, la curruca cabecinegra o el pardillo canario. Toda una suerte de flora y fauna que está en serio peligro ante el avance de las llamas por un lugar que ha sirve de auténtico pulmón verde de la isla redonda.