La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una década para recuperar el pinar de Tamadaba

El botánico David Bramwell estima que se tardará entre 10 y 12 años para volver a ver el parque tal y como estaba hasta el domingo

"El incendio está incontrolado, aunque podemos ser más optimistas"

"El incendio está incontrolado, aunque podemos ser más optimistas"

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

"El incendio está incontrolado, aunque podemos ser más optimistas" A. Castellano

Tamadaba, tal y como era hasta el pasado domingo, no volverá a ser Tamadaba hasta dentro de unos 10 ó 12 años. Esa es la estimación que hace el botánico David Bramwell, quien pese al voraz incendio, que ya ha afectado al 80% de la superficie del parque, se muestra optimista en que el ecosistema "maduro" de este emblema medioambiental de Gran Canaria aguante el embate de las llamas. Para ello habrá que esperar hasta que pase el fuego debido al desconocimiento que se tiene de los efectos que puede provocar un siniestro de esta magnitud en esta zona de la Isla, que durante las últimas cuatro décadas se había salvado de los grandes incendios. La visión positiva de Bramwell, sin embargo, no hace que deje de calificar lo que ocurre desde la tarde del pasado sábado en Cumbres y Medianías de "desastre".

El fuego aún campaba a sus anchas por el parque 24 horas después de que las llamas se introdujeran en el mismo desde la zona de las presas. El avance durante las primeras horas fue muy rápido y destructivo, cuando se dirigió hacia la cuenca de Tejeda, según apuntó anoche el director técnico de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Trillo. El incendio creó entonces dos frentes, uno que bajó hacia el barranco de Tejeda y otro que continuó hacia el interior de Tamadaba, generando una nube convectiva de varios kilómetros y lanzando cenizas sobre La Aldea, agregó.

La última hora del fuego que afecta al parque natural era que iba avanzando hacia el norte con una "llama contenida", señaló Grillo durante la rueda de prensa celebrada en la sede del 112 en Las Palmas de Gran Canaria. "Es un fuego de baja intensidad que afectará a pinocha y algo de matorral", un hecho que Federico Grillo denominó como "positivo" de cara a los daños que puede provocar, inferiores a los de las grandes llamaradas. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, lo comparó con las quemas controladas que se realizan para así tratar de evitar la propagación de los incendios. Grillo señaló que entre el 75 y el 80% de las 7.538 hectáreas de Tamadaba ya habían quedado afectadas por el incendio forestal que se inició el sábado en Valleseco.

Si el frente continua su avance en la dirección que prevé los técnicos de emergencias, podría dañar la totalidad del parque. Y es que algunos de los tramos las llamas han seguido su curso en dirección al mar hasta que se toparon con los riscos, que detuvieron su evolución al no haber más combustible que quemar.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, apuntó durante la rueda de prensa celebrada a primera hora de la tarde que se enfrentan a numerosos impedimentos para poder atacar el incendio en Tamadaba. "Es complicado actuar con medios aéreos e imposible con medios terrestres porque hay pinar y columnas de humo altas. Hubo un análisis visual esta mañana [en la mañana de ayer para el lector] y es un drama medioambiental, pero anoche se pensaba que iba a ser peor de lo que se ha visto hoy [por ayer]. No está controlado porque es zona de difícil acceso y el esfuerzo de los medios es contener el incendio en las zonas pobladas", declaró.

El Parque Natural de Tamadaba (C-9) es, en palabras del exdirector del Jardín Botánico Viera y Clavijo de Las Palmas de Gran Canaria, un "pinar único" en el Archipiélago gracias a su biodiversidad al albergar más de 200 especies de plantas, con un 20% de la flora endémica de Canarias y el 24% de la que es propia de Gran Canaria. "Se trata por ello de una zona de vital importancia para la conservación y evolución de la biodiversidad canaria y macaronésica", según se recoge en la ficha del área forestal protegida publicada por el Cabildo de Gran Canaria.

Bramwell apuntó otro detalle: "Tiene un ecosistema curioso, es una especie de pinar húmedo, no es el clásico seco de las caras sur de las Islas". Esta característica hace que en zonas como Faneque el pino canario comparta espacio con un fayal-brezal. "Hay muchas especies endémicas que sólo son de Tamadaba o de Tamadaba y par de sitios más en la Isla", declaró, para agregar que si estos endemismos no aguantan el fuego que está atravesando el parque natural, existe un banco de semillas para replantarlos. "En el Jardín Canario recogimos durante años semillas para almacenaje a largo plazo y concentrando este tipo de especies endémicas, aquellas que están en peligro de extinción y que tienen una distribución muy limitada", declaró. Y añadió: "En el futuro se pude reconstruir ese ecosistema si no se recupera solo". "Soy muy optimista con la posible recuperación de Tamadaba", apostilló esperanzado.

Esa esperanza, sin embargo, es a largo plazo: "10 ó 12 años". "En el incendio de 2007 -que afectó a 20.000 hectáreas, un tercio de ellas de masa forestal-, si se pasa por zonas como Inagua se ve que está casi recuperado y casi no hay indicaciones del incendio excepto que todavía algunas palmeras o pinos están negros, pero están brotados, están creciendo correctamente". "La naturaleza tiene mucha capacidad de recuperar", pero "es un poco lento", comentó Bramwell, quien contó que el pasado domingo pasó "un mal día". "Estuve en la terraza de mi casa viendo los incendios, los aviones trabajados y, francamente, es muy duro verlo así después de 40 años trabajando en la naturaleza y conociendo metro por metro muchas de esas zonas".

Otro de los espacios que han quedado seriamente dañados por la acción de las llamas es el Monumento Natural del Montañón Negro (C-15), que acoge Pinos de Gáldar. En este pinar se encuentra alrededor de una decena de ejemplares centenarios, que podrían tener más de 300 años. Entre ellos, algunos característicos como el denominado 'pino muralla', una estructura de unos 20 metros de altura y con un perímetro de 8, que le convierte en uno de los más anchos de la Isla gracias a que dos troncos abrazan a uno central que está muerto.

Sobre el posible daño que le haya provocado el incendio, Bramwell dijo que los pinos más viejos por regla general suelen aguantar mejor las altas temperaturas y la acción del fuego que aquellos que fueron plantados como repoblación durante el siglo pasado. "El pino, cuando ya está maduro, tiene un tronco con una cáscara que es resistente, pero los pinos jóvenes no tendrán suficiente grueso para aguantar un fuego", apuntó.

El ingeniero forestal Juan Guzmán Ojeda, por su parte, indicó que "una cosa buena" de los pinos de Gáldar es que "no están, como dicen en Gran Canaria, castrados, que en Tenerife los llaman acuevados; que significa que tiene un hueco en la base de las antiguas catas para ver si tenían mucha tea". "Esto hace que no esté acuevado, que la tea no está expuesta" por lo que cuando arde "la estructura, el equilibrio biomecánico, no está afectado".

Guzmán Ojeda hizo una comparación con el mítico pino de Pilancones, que cayó meses después del incendio de 2017. En aquel ejemplar, de 542 años -por entonces el más longevo del Archipiélago- y 42 metros de altura, recordó que tenía un hueco de unos cinco metros de altura, "se escuchaba, crujía". "Eran 27 toneladas que estaban sujetas por entre 20 y 40 centímetros que le quedaban en la base". "El pino de Pilancones no lo mató el incendio, lo mató el hueco que fue comiéndolo por dentro", aseveró.

Una de las claves para que el pinar se regenere también se encuentra en que no vuelva a ocurrir un nuevo incendio durante los próximos años, como apuntó el ingeniero forestal, quien añadió que en un fuego los árboles sufren de diferente manera. "En las zonas de pendiente habrá subidas de copas y en las llanas puede ser imperceptible". Este fenómeno se vive precisamente en Tamadaba, donde, como explicaron el director técnico de Emergencias del Cabildo y el presidente de la misma institución, el fuego avanzaba anoche con baja intensidad por el macizo.

En cuanto al uso de agua salada que realizan los aviones anfibios para combatir las llamas, David Bramwell aseguró que las lluvias durante el próximo invierno "eliminan el problema del agua salada", que, aseveró, "es mejor utilizarla a que se queme la vegetación". En cualquier caso, "¿qué alternativa nos queda con los hidroaviones que no sea otra que recojan el agua del mar?", preguntó, para autorreponderse: "No tenemos un embalse largo" en el que estos aparatos pueden cargar.

Compartir el artículo

stats