El incendio forestal que arrasa las medianías y cumbres de Gran Canaria desde el pasado sábado continúa descontrolado de norte a sur hacia los pulmones verdes de la Isla y ayer lunes triplicó la superficie quemada, la mayor parte en los pinares de Tamadaba y de Inagua. El fuego ya amenaza también a los municipios de La Aldea, Mogán y San Bartolomé de Tirajana y obligó a evacuar por la noche las localidades de Cercados de Araña, Ayacata y La Plata, así como a poner en aviso de desalojo a los barrios moganeros de Soria y Barranquillo Andrés, y a los aldeanos de El Hoyo, Tasarte y Tasartico. En estos dos últimos pagos se inició la evacuación al cierre de esta edición.

El pinar de Tamadaba se ha quemado en un 80% y el espacio restante arderá en los próximos días, un desastre medioambiental y económico de consecuencias aún incalculables si a ello se suma, como se teme, la pérdida de Inagua y Pajonales, también en el camino del fuego hacia el sur de la isla. Este siniestro iniciado en Valleseco ya ha devorado el 6,4% de la superficie total de Gran Canaria. Más de un millón de litros de agua no han podido con las llamas.

El descenso de las temperaturas y la llegada de más medios aéreos desde la Península hace albergar esperanzas de que hoy se puedan asegurar las zonas pobladas, o al menos una parte de ellas, para que las personas desalojadas inicien el regresen a sus casas. Sin embargo, este incendio forestal se considera ya el más importante ocurrido en España durante este año 2019 y aún puede propagarse a otros lugares de la isla en los próximos días.

Más de 9.000 vecinos de los municipios de Artenara, Tejeda, Valleseco, Agaete, Gáldar, Guía, Moya, San Mateo y San Bartolomé de Tirajana han sido evacuados de sus domicilios ante la cercanía de las llamas y permanecen en polideportivos, locales municipales o residencias de familiares y amigos. De ellos, 546 están alojados en los albergues instalados en San Mateo, Teror, Gáldar, Agaete y Tunte. Se desconoce el número de viviendas afectadas, pero se da por seguro que algunas han sido alcanzadas por las llamas.

Hay más de 20 carreteras cortadas y todos los accesos a la cumbre están reservados para los equipos de extinción y para aquellas personas que tengan que atender a sus ganados, siempre acompañadas por un dispositivo de seguridad ante los cambios de viento.

La madrugada del domingo al lunes volvió a ser un infierno para casi todos los habitantes de Artenara y Tejeda, que han sufrido dos y hasta tres desalojos en el espacio de una semana. Tampoco pudieron dormir los vecinos de El Valle de Agaete y de los barrios altos de Gáldar, Guía, Moya y San Mateo, amenazados por el avance del fuego hacía el Pinar de Tamadaba, en el flanco derecho, y hacía la Cruz de Tejeda y Llanos de la Pez, por el izquierdo.

Los momentos más dramáticos se vivieron en el casco de Artenara, donde más de 40 vecinos fueron sorprendidos por la rapidez de las llamas y tuvieron que refugiarse en el local social del Ayuntamiento, en un confinamiento junto al personal de la base de helicópteros y otros efectivos de la lucha contra incendios que se encontraban en la zona. También cundió la alarma cuando se conoció, pasada la medianoche, que el fuego había entrada en el pueblo de Tejeda, a esa hora ya abandonado.

Más de 600 efectivos trabajaron durante la madrugada y la mañana de ayer para contener el avance del incendio en esos dos flancos y asegurar la cola, pues fue imposible atacar el frente que se introdujo en El Valle de Agaete, el Pinar de Tamadaba y la cuenca de Artenara a La Aldea.

Las llamas dentro de los pinares superaron los 50 metros de altura durante la madrugada, según resaltó el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, en las comparecencias de la mañana y la noche tras las reuniones de coordinación con el Cabildo, los alcaldes de los municipios afectados y los responsables de los equipos de extinción.

Hidroaviones

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, acudió a la isla para seguir las labores de extinción y anunció la llegada de nuevos medios aéreos, pero eludió comprometerse a instalar una base permanente de hidroaviones en el Archipiélago, algo que en todo caso no se decidirá hasta finales de año, cuando acabe la campaña nacional de incendios y se fijen los lugares más sensibles.

Entre la noche del domingo y el mediodía de ayer el perímetro aumentó hasta los 60 kilómetros y la superficie afectada pasó de las 3.400 a 6.000 hectáreas, la mayoría pertenecientes a Tamadaba. A última hora de anoche el perímetro ya ascendía a 75 kilómetros y la superficie a 10.000 hectáreas, 2.000 más en Tamadaba y otro tanto en las proximidades de Inagua, según explicó el presidente canario.

Torres precisó que el operativo ha podido contener la cola del incendio, situada en una linea que recorre Arínez, Cueva Corcho, Lanzarote, Valleseco, Valsendero y Fontanales. "La cabeza del incendio, que es la que se ha introducido dentro del parque de Tamadaba y ha avanzado hasta Agaete y La Aldea, es la zona más complicada, con llamas de 50 metros en algunos puntos y tremendamente peligrosa, lo que llaman zona de hombre muerto, con una sola vía de acceso que atraparía a los equipos de emergencias", subrayó.

Extinción

Ante esas dificultades en Tamadaba, con la llegada del día y de los medios aéreos se inició el ataque del flanco derecho para asegurar las zonas más pobladas de las medianías del Norte, lo que no evitó que se tuviera que evacuar también la localidad de El Saucillo, en los altos de Gáldar. Una vez contenido el fuego en Caideros, con repetidas descargas de los cuatro hidroaviones, se inició la defensa de las zonas pobladas de El Valle de Agaete, primero con retenes de bomberos para proteger las viviendas y luego con helicópteros.

La mejora del tiempo dio un respiro e hizo augurar que por la tarde se podrían estabilizar todos los flancos, pero un giro del viento reavivó los fuegos en la caldera de Tejeda y la cuenca de La Aldea, con un desplazamiento de los frentes hacia el sur y el oeste, según explicó anoche Federico Grillo, director técnico y jefe de Emergencias del Cabildo.

El mismo viento que permitió contener el fuego en el norte dificultó las operaciones en el sur, precisó Grillo, quien se mostró pesimista sobre la evolución en las próximas horas. El flanco de Aríñez, Risco Prieto y Las Lagunetas podría quedar controlado hoy mismo, así como Fontanales, pero el resto está vivo y va creciendo hacia el sur.

Al bajar desde Artenara hasta La Aldea encontró material combustible en la Presa de El Parralillo y desde allí se propagó por los barrancos que suben al Bentayga, el Roque Nublo y Llanos de la Pez, donde se encuentra el otro gran pinar de la cumbre.

La cabeza del incendio va en dirección sur, añadió Grillo, y el miedo es que salte al Pinar de Inagua y a las partes altas de los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana. La presencia de gases nocivos recomienda realizar evacuaciones preventivas en las localidades cercanas a las presas de Chira y Soria. "El panorama es muy delicado por los giros del viento y porque aún tiene mucho territorio que devorar", reconoció el jefe de extinción.

El dispositivo contra el incendio es Gran Canaria es el más potente que se ha desplegado jamás en el Archipiélago y uno de los más importantes de toda España en los últimos años, según aseguraron el presidente Torres y el ministro Planas.

Más de un millar de personas, divididas en dos turnos, combaten el fuego las 24 horas, mientras que 14 medios aéreos descargan agua desde el amanecer hasta el ocaso del sol. Se trata de cuatro aparatos anfibio o hidroavión, un avión y nueve helicópteros. Solo en el día de ayer realizaron 133 descargas.

Hoy martes se incorporan dos helicópteros Kamov del Ministerio de Agricultura y dos Air Tractor cedidos por la Comunidad de Castilla-La Mancha. Además, ayer llegó a "un dron de última generación para el seguimiento nocturno, que permite tener imágenes en directo de la virulencia del fuego para dar una respuesta lo más eficaz posible", adelantó el ministro. "Estamos convencidos de que vamos a vencer a este incendio", subrayó.

Preocupación nacional

El ministro Luis Planas destacó que ha acudido a Gran Canaria en representación del Gobierno de España para tener conocimiento directo "del gravísimo incendio" e incluso solicitó acudir al puesto de mando avanzado en Valleseco. "El Gobierno de España ha seguido este incendio en las últimas 48 horas, así como el de la semana pasada y responde con solidaridad y apoyo a los canarios, al Gobierno regional y al Cabildo", señaló.

"El despliegue de medios humanos y técnicos, incluidos los aéreos, es probablemente el más importantes que se ha llevado a cabo en Canarias y uno de los más importantes en España en los últimos años", apostilló Planas, quien comentó que el objetivo único es vencer al fuego.

"Estamos evitando la pérdida de vidas humanas y compartimos las decisiones de los desalojos, por lo que nos solidarizamos con todos los ciudadanos que han tenido que dejar sus domicilios; la prioridad máxima de un incendio de estas características es preservar las vidas humanas, aparte de intentar reducir los daños materiales y sobre el medio natural", insistió el ministro.

Las Islas Canarias continuarán en riesgo extremo de incendios durante esta semana debido a las altas temperaturas que se esperan alcanzar, máximas de 38 grados centígrados, y a las fuertes rachas de viento que rondarán los 30 kilómetros por hora, según explicó a Europa Press el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.

Ayer lunes se mantuvo el aviso de nivel naranja por altas temperaturas en el sur de Gran Canaria y de nivel amarillo en el resto, con termómetros rondando los 38 grados en el este, sur y oeste, incluso localmente en el interior llegará a los 39 grados. Las máximas se alcanzaron en Las Tirajanas, Tasarte, la parte alta de Agaete y Agüimes. Para hoy martes se rebaja a aviso amarillo.

Hoy martes bajarán las temperaturas y el viento rolará a componente norte, un aire más fresco y húmedo, aunque en el interior seguirá predominando el componente este con rachas que pueden llegar a los 30 kilómetros.