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Cadena de alimentos para abastecer Artenara

Un grupo de vecinos del municipio cumbrero pasan su tercera noche aislados con todas las carreteras cerradas por el incendio

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El incendio de Gran Canaria, a lunes 19 de agosto

Tercera noche aislados en Artenara por el incendio. Después de varios días sin restaurantes ni supermercados abiertos, y sin agua corriente o electricidad en algunas viviendas, los 80 vecinos de este municipio cumbrero que quedaron incomunicados en la tarde del domingo empezaron a notar los efectos del "desabastecimiento" de ciertos productos. Finalmente, la ayuda no se hizo esperar, tres furgonetas cargadas con alimentos -desde galletas hasta fruta fresca- pusieron rumbo a la localidad desde el albergue provisional de desalojados que hay en la vega de San Mateo desde el pasado sábado. Un alivio para sobrellevar un incendio que lleva alargándose desde el sábado y que ha afectado al parque natural de Tamadaba "bastante menos de lo que se esperaba en un principio", según explicó Federico Grillo.

A media mañana el alcalde de esta localidad cumbrera, Jesús Díaz, denunció a través de varios medios de comunicación, principalmente emisoras de radio, que el pueblo seguía totalmente aislado desde el pasado domingo. La palabra "desabastecimiento" cobró relevancia y la ayuda no se hizo esperar. Pocos minutos antes de la una de la tarde los voluntarios del polideportivo de San Mateo cargaron con cajas tres furgonetas rumbo a Artenara. Mucha agua, pero también fruta, zumos, pan o leche. Incluso, algunas mantas, ventiladores y botes de champú.

Una comitiva en la que se puso al frente el alcalde de San Mateo, Antonio Ortega Rodríguez. "Estamos muy agradecidos con la gente de la Vega, donaron bastante comida", señaló Díaz horas más tarde. "Llamé a la Policía Local y estos ya avisaron a todos los vecinos para que pudieran venir a buscar lo que necesitaran", apuntó. Con este cargamento, los principales beneficiados serán los miembros del equipo contra incendios, según comentó el regidor artenarense. "La noche anterior teníamos poca cosa que ofrecerles cuando vinieron a descansar", relató Díaz.

Pero, más allá de la falta momentánea de alimentos, Artenara está deseando volver a la normalidad. Aquellos que lograron escapar del pueblo, poder volver a sus casas, y quienes quedaron aislados poder rehacer sus vidas cotidianas. La falta de agua de abastecimiento y los fallos en la red eléctrica son dos de los grandes problemas que padece este municipio, según recalcó el alcalde. "Ya hemos pedido varios camiones con tuberías para reponer las que se han quemado, pero hasta que no abran la carretera no podrán venir", apuntó.

En la tarde de ayer seguían sin suministro de agua los barrios de Coruña, Lugarejos y Las Hoyas, los más afectados por el incendio, según recalcó Díaz. En estos las llamas no dieron prácticamente tregua, por lo que dejaron a su paso un manto negro de ceniza y carbón. Con varias salvedades, entre estas la mayor parte de las viviendas, pues consiguieron sortear el paso del fuego al estar limpios sus alrededores.

Que hayan podido constatar, solo hay tres casas "antiguas" calcinadas por las llamas en la zona de Coruña. Pero, el alcalde resaltó que esto no quiere decir que no existan otras viviendas o construcciones que se hayan podido ver afectadas, en mayor o menor medida. También sufrió el paso del fuego un torreón de la luz en esta misma zona del municipio. "Quedó completamente quemado por fuera", apuntó Díaz por teléfono mientras terminaba de dar de comer a un rebaño de cabras de un vecino del pueblo en la zona de Las Hoyas, quien sí consiguió ser evacuado el domingo.

En cuanto a la red eléctrica, Mojones, cerca de la vega de Acusa, es el único pago del que Díaz tenga constancia con problemas en el suministro. "Por el momento es el que me han reportado, pero probablemente habrá más, una vez todo el mundo vuelva a sus casas", apuntó el alcalde artenarense. No obstante, los caminos y carreteras del municipio están salpicados de cables, postes de telefonía, entre otros elementos materiales dañados por el fuego. A estos, hay que añadirles multitud de pequeños desprendimientos: piedras de escasas dimensiones y vegetación calcinada que se ha desprendido de las laderas.

En la mañana de ayer todavía se podían ver columnas de humo en el macizo de Tamadaba. Según Díaz quedaban una serie de pinos "todavía verdes y sin quemar nada" en las inmediaciones de la presa de Lugarejos, irreductibles ante el avance de las llamas. "Pasaron dando bandazos", apuntó el alcalde. Horas más tarde, y durante la rueda de prensa de la noche, el jefe técnico de emergencias del Cabildo de Gran Canaria señaló que el paso del incendio no ha sido "un desastre de un fuego con alta intensidad como se esperaba".

Este parque natural cuenta buena parte de su superficie dentro del término municipal de Artenara. Una de las zonas más afectadas se concentró en el entorno de los pinares sobre la presa de Las Hoyas, por donde el fuego entró a este espacio protegido. Lugares donde el fuego sí entró de copa sobre los árboles. Mientras, tal y como recalcó Grillo, el fuego continuó "lentamente" y "prácticamente solo ha quemado en superficie". Incluso, en un primer muestreo de la zona, vieron varios conejos y ha respetado las señales de tráfico.

En otras zonas de Artenara, a comienzos de la jornada de ayer todavía quedaban pequeños focos en el entorno de las cuevas de Acusa, según relató Grillo en la rueda de prensa, sin contar con las llamas que aún pasaban por los montes de Tamadaba. Precisamente, Díaz destacó que en la zona de la vega de Acusa y su entorno el fuego arrasó con varias fincas de trigo, además de otros cultivos en el municipio.

Estos datos sobre daños son provisionales, pues la gran mayoría de los vecinos no han podido regresar a sus casas. Artenara cuenta, según el censo oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE), con 1.090 habitantes. El domingo fueron evacuados la gran mayoría, procedentes de los barrios de Las Peñas, Las Arvejas, Coruña, Lugarejos, Las Hoyas, Chajunco, Acusa y sus pagos aledaños. Los del casco fueron los últimos en ser avisados, por lo que un grupo de poco más de 40 personas se quedaron aisladas en el núcleo urbano, pues el fuego bloqueó la carretera en dirección a La Aldea al principio de la tarde, según explicaron los propios vecinos confinados.

A estos habría que añadirle un equipo contraincendios -formado por unos 40 miembros- que llegó al centro cultural del pueblo la primera noche de aislamiento. Ya el lunes por la mañana, estos artenarenses pudieron regresar a sus casas tras remitir las llamas en esta zona de la Isla. El resto de habitantes del municipio cumbrero se encuentran en su mayor parte en casas de familiares y conocidos. Mientras, 20 personas están pasando el desalojo en el polideportivo de La Aldea y otras diez lo hacen en el centro de mayores de esta localidad del oeste grancanario. Por el momento se desconoce cuándo podrán volver a sus casas.

Precisamente, lograr que algunas de las cuatro carreteras que llegan hasta Artenara queden abiertas es una las principales reivindicaciones del alcalde, quien sí consiguió bajar ayer hasta la capital grancanaria para las respectivas reuniones de coordinación. Mientras, la mayor parte de sus vecinos siguen esperando poder entrar o salir del municipio, sin contar con los servicios que necesitan que lleguen al mismo, desde el pan hasta las tuberías necesarias para reponer el abastecimiento de agua corriente. Todo para poner fin a estos días de confinamiento y tensión.

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