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análisis

El fuego no pudo con los árboles del abuelo

Somos país volcánico que lleva siglos sembrando semillas sobre suelos de lava

Los árboles del abuelo, en Juncalillo. la provincia / dlp

Escribió Neruda de ti fuego que eres "Consumación, abrazo, /inasible sustancia, destrucción y violencia,/ sigilo, tempestuosa/ala de muerte y vida,/ creación y ceniza,/centella deslumbrante,/espada llena de ojos,/poderío...". Atacaste a mi isla. Te llevaste cultivos, animales, árboles, hierbas, algunas casas...Fuiste a por los árboles que plantó el abuelo con mis tíos. Y no pudiste, fuego. Ahí siguen los árboles del abuelo, manteniéndose en pie junto al suelo de cenizas.

Antonio Luján Melián emigró a Cuba con quince o dieciséis años para que no lo reclutara el ejército español en la carnicería de la guerra de Marruecos. Después regresó a Gran Canaria y en Juncalillo, junto a Teodosia Ojeda, tuvo 12 hijos. Con algunos de ellos plantó estos doce árboles. Y ahí siguen los árboles de los lujanes, fuego, resistiendo tus ataques mientras la isla llora. La vida de los abuelos fue dura, vivieron la muerte de tres hijos. Dejaron Juncalillo después de cinco años sin llover.

Dicen que el fuego llego a las puertas de las cuevas donde nacieron aquellos hijos e hijas. Pero esos árboles que se mantienen en pie setenta años después de ser plantados son el símbolo de esta isla que resurgirá de las cenizas, porque somos país volcánico que llevamos siglos sembrando semillas sobre suelos de lava. Ernesto y María Luisa tuvieron que salir de casa antes de que llegaran las llamas, pero al lado de la vivienda los árboles del abuelo siguen en pie.Te ganaremos fuego y terminaremos repitiéndote más versos de Neruda: "Ahora sabes/que no puedes/conmigo: Yo te convierto en canto,/yo te subo y te bajo,te aprisiono en mis sílabas,te encadeno, te pongo como si fueras a silbar,/a derramarte en trinos, un canario enjaulado." Te venceremos, fuego.

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