Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y miembros de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Cabildo de Gran Canaria ya han iniciado sendas investigaciones para tratar de dar con el origen del incendio que se produjo el pasado sábado en el pago de Cueva Corcho (Valleseco) y que ha calcinado, hasta el momento, más de 12.000 hectáreas y provocado el desalojo de unos 10.000 vecinos.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, apuntó ayer que "prácticamente todos los incendios son provocados por el ser humano". "Las imprudencias hay que evitarlas y hay una serie de normas que hay que cumplir. Los actos de los desalmados hay que perseguirlos y a los que lo provocan intentar colocarlos en su lugar, que es fuera de la legalidad", apostilló.

Los componentes del Seprona ya han empezado a recoger pesquisas para incluirlas en la investigación, aunque aún no han procedido a realizar la correspondiente inspección técnico-ocular hasta que las condiciones de seguridad lo permitan, según indicaron fuentes del Instituto Armado. Al unísono, los componentes del BIIF también inician los trabajos para hallar el punto de inicio.

En este sentido, el director técnico de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, declaró a Televisión Canaria que ya han empezado a buscar indicios sobre las causas mediante entrevistas a posibles testigos o el análisis de las primeras imágenes para conocer donde comenzó el fuego. Los investigadores, como reseñó Grillo, también participan en las labores de extinción y cuando ya hay agentes suficientes para cubrir los diferentes sectores inician la investigación. Juan Carlos Santana, coordinador de los BIIF, comentó el pasado año en un encuentro con periodistas que el esclarecimiento de un incendio conlleva un periodo largo de tiempo, que puede durar meses o años.

En la actualidad, los investigadores se enfrentan al esclarecimiento de tres incendios ocurridos en una semana: el de Artenara que comenzó el sábado, 10 de agosto; el de Cazadores, que se produjo dos días después; y el iniciado el pasado sábado. La investigación del primero de ellos está prácticamente cerrada después de que un vecino de Telde, con segunda residencia en el pago de Las Peñas de Artenara, reconociera que provocó el fuego por una imprudencia cuando trabajaba con una radial en una puerta. En el ocurrido en los altos de Telde, las administraciones tienen indicios de que es intencionado al ocurrir un suceso de esta misma tipología casi todos los veranos en la zona de Hoya de la Perra. Y el último aún se desconoce el origen.

A estos se une el ocurrido el 16 de mayo en la misma zona de Cueva Corcho y que, según palabras de Grillo el pasado domingo en rueda de prensa, aún está bajo investigación. En aquella ocasión, las llamas calcinaron una hectárea y media.