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Entrevista | María del Carmen Rosario

"Al principio estaba desesperada porque veía el fuego encima"

"Los vecinos están nerviosos, pero les digo que si les permito volver a sus casas a mí es a quien detienen", afirma la alcaldesa de Agaete

"Al principio estaba desesperada porque veía el fuego encima"

¿Cuál es la situación en Agaete?

Todas las informaciones que nos llegan y de la mesa de coordinación con los municipios afectados, a la que ya me invitan desde que protesté, es que está algo más contenido. Están intentando sofocar el foco de Tamadaba, para que no baje a El Valle. En El Risco también nos informan de que está contenido. Los vecinos tienen que seguir fuera de sus casas, pero en El Valle de forma ordenada, aquellos que tienen animales, han podido pasar para ponerles de comer, acompañados de la Guardia Civil. Hubo un momento que se suspendió porque están subiendo camiones de la UME y la carretera tiene que estar libre. En El Risco también están desperados porque son dos noches. Todavía no permiten ir. Su desesperación es ver cómo están sus casas, y dar a los animales comida. Espero que todo vaya a menos. Ojalá.

Los vecinos se han quejado del retraso del operativo en Agaete, porque veían caer desde el domingo el fuego por Tamadaba. ¿Qué puede decir?

Al principio estaba desperada porque veía el fuego encima. Les decía: por dios mándenme medios, o informen a este municipio de qué debemos hacer, porque no teníamos información. El desalojo de El Risco lo hicimos nosotros porque quisimos, y conociendo cómo funcionan algunas cositas, dije: vamos a prevenir, mejor que cuando llegue la noche tener todo preparado para el desalojo. Por la mañana empezamos a llamar a los vecinos de que tuvieran preparada la mochilita con medicación. Cuando vimos que el fuego estaba más fuerte, sin información de nadie, les dijimos a los vecinos que por qué nos se venían para el pueblo por si cerraban la carretera que no quedaran incomunicados. Y así fue.

¿Ha faltado comunicación?

No lo sé. En estos momentos lo que corresponde es unirnos. Poner todo los medios para que se pueda sofocar el incendio. Y ya habrá tiempo de analizar qué ha pasado. Si va a El Valle o a El Risco verá cubas. Cuando aquí no habían medios y no nos decían nada, le dije al jefe de la policía de tener cubas preparadas por lo que podía pasar. Y nos desbordó. El agradecimiento a los voluntarios, a los empresarios, a Cruz Roja, los trabajadores municpales se han volcado todos, todos los concejales, y lo mejor ha sido que los vecinos desalojados han entendido la situación. Han entendido que no es un capricho desde el ayuntamiento, ni de la policía local, sino que es una orden de quien coordina todo este gabinete de crisis que es el Gobierno de Canarias, junto con los técnicos. Y nosotros lo que tenemos que hacer es obedecer.

¿Qué respuesta recibían cuando pedían medios e información de qué hacer?

Que están apagando, e intentándolo por otros sitios. Y yo les decía: pero es que tengo el fuego encima. Permítenos ir con nuestros medios y voluntarios, a sabiendas de que eso no se debe hacer, porque deben ser los profesionales. Esta mañana -ayer- se lo decía a los vecinos del Risco: la orden de ir o no ir a sus casas no las doy yo. Ni el jefe de la policía. Yo intento pasar la orden que se nos da desde este gabinete de crisis, y a mí me detienen. A mí la primera. Tenemos que seguir con mucha prudencia. Todos tranquilos. Seguir las informaciones oficiales. No podemos estar confundiendo, que quienes peor lo están pasando son ellos.

¿Cuántos afectados tienen?

Desalojados podemos decir unos 1.000, de barrios como El Risco, Troya, El Hornillo, Vecindidad de Enfrente, El Sao, El Camino, El Valle, y a La Suerte se le le ha avisado de que estén preparados para lo que pueda pasar, pero no se ha desalojado. Y las cifras oficiales de alojadas son 64 la pasada noche. Pero muchos vienen a comer, porque se quedan con amigos y familiares, y viene a ducharse. Y tenemos acogidos perfectamente a los animales.

¿Cuántos voluntarios han reunido?

Más de 300. Han hecho una labor encomiable, y las empresas ofreciéndose, y hasta el Colegio Farmacéutico por si hacen falta medicinas. Solo podemos tener agradecimiento. Y ofrecer instalaciones a otros municipios, que podemos acogerlos.

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