El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria no desatendieron en ningún momento sus respectivas responsabilidades durante los cinco días que el fuego devastaba las Cumbres y Medianías de la Isla. Cuando comenzó el incendio, Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno canario, asumió el papel de dar la cara frente a la ciudadanía. En pocas horas, desde que se declaró el nivel 2, Ángel Víctor Torres estuvo en todo momento informando de su evolución, así como de la suma de refuerzos y medios que día a día se unían a la lucha contra el dragón rojo que cruelmente arrasaba a los campos más preciados por los isleños. En la retaguardia, y más silencioso de lo habitual, le acompañó el presidente insular, Antonio Morales. También, los alcaldes de los municipios afectados contaron puntualmente las consecuencias del fuego en cada uno de sus territorios, sin valoraciones disonantes. Excepto la alcaldesa de Agaete que en el segundo día de la tragedia evidenció malestar porque afirmaba no recibir medios cuando el fuego se acercaba desde Tamadaba.

El Consorcio de Bomberos de Gran Canaria también hizo esfuerzos en dejar al margen su histórica disputa con el Gobierno insular y envió varios comunicados durante el incendio solicitando la calma y priorizando la extinción frente a cualquier polémica. Por su parte, el responsable del Consorcio de Emergencias, Pedro Francisco Justo Brito, fue una figura ausente, a la par que la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, una presencia silenciosa.

Los dos líderes canarios, Torres y Morales, siempre aparecieron públicamente reforzados por profesionales y técnicos que con conocimiento y argumentos aportaron el punto de vista objetivo, apolítico y realista de la situación. Con claridad, dureza, pero sin dramatismo, explicaron términos que exponían en dos palabras la gravedad de la situación, como fueron "fuera del control de extinción" o "zona de hombre muerto".

Mientras tanto, las consejerías de Medio Ambiente de ambas instituciones se mantuvieron 'a la chita callando' y el resto de representantes políticos del Archipiélago, por raro que parezca, estuvieron durante los cinco largos días de llamas en la más absoluta discreción, limitando sus expresiones en la red social Twitter en la que retuiteron informaciones oficiales o mostraron pequeños sentimientos de condolencias por la situación. La mayoría sin excesos y muy comedidos. Otros, tal vez escasos.

La actitud política isleña durante cinco días de infierno

Román Rodríguez (NC), vicepresidente de Canarias y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos fue de los políticos más activos durante el temporal de fuego a través de su cuenta de Twitter. El vicepresidente regional hizo referencia al fuego en diez ocasiones con frases propias y presencia in situ que compartía a través de imágenes de su visita a áreas afectadas.

Noemí Santana (UP), consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud. A pesar de su alta actividad en Twitter, Santana se centró a retuitear a otros usuarios que escribían sobre el incendio y solo publicó un tuit propio sobre la situación.

Casimiro Curbelo (ASG), presidente del Cabildo de La Gomera, diputado regional, portavoz de la ASG en el Parlamento de Canarias y el único dirigente del cuatripartito que no forma parte del Gobierno. Curbelo escribió tres tuits de solidaridad hacia Gran Canaria.

Asier Antona (PP), portavoz-adjunto en el Senado. Estuvo activo en su cuenta de Twitter para expresar sus sentimientos sobre el fuego con cuatro tuits, hasta que Pablo Casado anunció su visita a Gran Canaria. Entonces se limitó a retuitear las cuenta de Twitter del PP y de Casado.

Vidina Espino (Cs), diputada en el Parlamento de Canarias. Espino se caracterizó por utilizar la táctica de los retuits desde que reflejó su "tristeza enorme" por el tercer incendio que sufría la Isla el mismo sábado, 17 de agosto. En total, publicó tres tuits propios refiriéndose a la catástrofe.

Gustavo Matos (PSOE), presidente del Parlamento de Canarias, retuiteó tuits informativos del Parlamento de Canarias y de algún otro tuitero, y escribo cuatro tuits de solidaridad y apoyo.

Ana Oramas (CC), la veterana diputada de Coalición Canaria en el Parlamento nacional, desde el fatídico sábado, 17 de agosto, hasta el viernes, 23, se dedicó a retwittear tuits oficiales que aportaron información o vídeos sobre el incendio. El único tuit personal de Oramas dedicado al incendio fue publicado el 18 de agosto. En él mostró: "Dolor inmenso por el terrible incendio en Gran Canaria", así como su solidaridad y cariño por las -en ese momento- 4.000 personas desalojadas.

Los partidos canarios en Twitter

En cuanto al resto de la cartera política isleña, todos en mayor o menor medida se mostraron prudentes, comedidos y respetuosos a través de las cuentas oficiales de sus respectivos partidos políticos y de sus cuentas personales.

Podemos Canarias se caracterizó por la escasez de tuits oficiales sobre el incendio; Coalición Canaria retuiteó repetidamente a Fernando Clavijo que, como nuevo expresidente, desveló una actitud muy activa e implicada; el Partido Popular, en el viernes de calma, con un incendio a punto de controlarse, comenzó a enseñar la patita con un un vídeo en el que Australia Navarro realiza unas declaraciones de intenciones de trabajo, y PSOE Canarias, como no podía ser de otra manera, retuiteó, tuiteó y publicó todo tipo de comentarios, informaciones y vídeos sobre el incendio y sobre la visita del presidente del Gobierno central a Gran Canaria.

Ahora puede que venga el tiempo de señalar errores, comenzar las críticas y apuntar culpables, pero en los eternos cinco días de fuego, y que sirva de precedente, administraciones, dirigentes y políticos priorizando lo importante: Acabar con la bestia roja.