El Cabildo Insular de Gran Canaria investiga desde el pasado mes de mayo una torre eléctrica en el término municipal de Valleseco dentro de las pesquisas pertinentes por un conato que se produjo hace tres meses en la zona del barranco de Crespo. Dicha ubicación se encuentra en el entorno del punto de partida del incendio que ha calcinado unas 9.200 hectáreas de cumbres y medianías, el cual sigue sin estar controlado, aunque sí estabilizado. Estos tendidos abastecen de electricidad a los pozos de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas. El presidente de esta entidad, Yeray Hernández, ha reiterado a este periódico que ellos no han sido los culpables del siniestro y que las llamas empezaron en las dos ocasiones fuera del linde su propiedad.

Un fallo en el tendido eléctrico de esta torreta es una de las diferentes hipótesis que baraja en estos momentos la investigación abierta por el incendio que comenzó hace justo una semana. No obstante, existen otras líneas abiertas. Entre ellas la de un incendiario, causa que también se apunta al fuego de menor entidad que calcinó poco más de 150 hectáreas en Cazadores, Telde, la semana pasada. Por el momento, tanto para el incendio de mayo como para el de estos días no existen conclusiones.

Todo empezó el pasado 16 de mayo. Aquel día un pequeño incendio calcinó hectárea y media de una superficie reforestada con laurisilva. El fuego pudo ser sofocado con rapidez por parte de los Bomberos y, en aquella ocasión, el incendio no se tornó en catástrofe. En ese instante comenzó una investigación para conocer el origen del siniestro.

Agentes de Medio Ambiente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) empezaron entonces a recabar pesquisas a cuenta de la red de tendido eléctrico que recorre el barranco de Crespo, término de Valleseco, lugar donde se inició el mencionado conato. Estos recabaron diligencias al respecto con el fin de enviar las correspondientes conclusiones al Ministerio Fiscal.

Esta investigación sigue su curso, al igual que la correspondiente al incendio iniciado hace una semana, ambos en un barranco de Valleseco. Por su parte, una portavoz oficial de Endesa en Canarias ha señalado a este diario que ellos no han tenido "incidencias al respecto en esta zona" de la Isla. Asimismo, la misma fuente de la compañía eléctrica asegura que han colaborado "en este incendio, como en otras ocasiones, con las administraciones en todo lo que nos pidan".

Endesa reitera que cuentan con un plan de mantenimiento permanente en todas sus líneas. Además de planes anuales de tala y poda, con el fin de que la vegetación pueda interferir con el tendido eléctrico y, de esta manera, provocar un siniestro como el que se ha combatido en Gran Canaria en las últimas jornadas.

Desde la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, en cuyos terrenos se encuentra la línea eléctrica y cuyas torretas abastecen los pozos de su propiedad aseguran que ambos siniestros se iniciaron fuera de sus lindes. "La Heredad no ha sido la culpable del incendio", matizó Hernández.

"El incendio se originó en el lado de la izquierda del barranco y eso está fuera de nuestro linde", reiteró el presidente de la entidad, quien matizó que la propiedad de los Regantes de Arucas y Firgas se encuentra "gravemente" afectada la finca por el fuego. Según Hernández ellos solo son responsables de los pozos con los que cuentan en este barranco, los cuales cuentan con conexión a la red eléctrica que se encuentra bajo investigación por el mencionado siniestro de mayo.

Todas las líneas siguen abiertas y no se ha probado de manera firme la vinculación entre el siniestro de mayo y el incendio que sigue aún calcinando parte de Gran Canaria. En cambio, sí se conoce el origen del primero de los fuegos de este mes de agosto, el que se inició en Artenara hace 15 días. En ese caso, fue J. S. R. quien cometió supuestamente una imprudencia mientras soldaba una puerta en su finca del municipio cumbrero.

El último fuego obligó a evacuar unas 10.000 personas en su punto álgido y ha afectado a numerosas infraestructuras y viviendas en ocho municipios diferentes. Con especial virulencia en Artenara y Valleseco.

El incendio también ha afectado gravemente a actividades como la agricultura y la ganadería. La Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, con unos 250 labradores asociados, cuenta con unos ocho pozos en esta cuenca de Valleseco. El líquido elemento que extraen de los mismos sirve para regar unas 900 hectáreas de plátano y hortalizas en el Norte. Una situación "preocupante" según su presidente, pues hay que tener en cuenta que quedan por delante varios meses de calor hasta la llegada de las primeras lluvias.