El Cabildo de Gran Canaria investiga dos incendios cuyos posibles orígenes se sitúan en el barranco de Crespo, en el término municipal de Valleseco. Por un lado, el conato ocurrido el 16 de mayo en esta zona de las cumbres y que calcinó hectárea y media de laurisilva reforestada. El otro siniestro en el punto de mira sería el fuego que se inició en este entorno el sábado de la semana pasada y que ha calcinado unas 9.200 hectáreas. Agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (Biif) comenzaron este viernes a buscar pesquisas con respecto a este último caso, según señaló ayer Juan Carlos Santana, coordinador de la Biif, en el transcurso de una representación para mostrar a los medios de comunicación en qué consiste la labor del cuerpo. Por el momento, todas las posibles hipótesis siguen abiertas y no está probada la vinculación entre ambos sucesos.

Fuentes cercanas al Seprona, el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil, han señalado a este diario que están investigando una línea eléctrica de titularidad privada en el entorno del citado barranco, punto de partida de un incendio que todavía sigue sin estar controlado, aunque sí estabilizado desde el miércoles. Dicho tendido se encontraría "en mal estado" y, además, presentaba un suelo que "no estaba limpio", cuando la normativa vigente dicta que debe realizarse un control periódico del entorno de las torretas, precisamente para evitar que puedan provocar incendios.

Tareas de limpieza

En este mismo sentido, el alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, realizó unas declaraciones el pasado viernes en la cadena de televisión Antena 3 con respecto a los tendidos eléctricos en el municipio. "Algún técnico del Cabildo me hace llegar esa preocupación, en muchas ocasiones esas tareas de limpieza y prevención por parte de esas empresas privadas no se estaban realizando como se tienen que realizar", señaló el regidor, quien no ha podido ser localizado por este periódico en los últimos dos días.

Esta misma semana, y desde que las llamas del último incendio lo han permitido, varios agentes del Seprona han pasado por el barranco de Crespo para recabar posibles pruebas e indicios que determinen el origen del fuego. Por lo que se trata de un paraje natural en el que, por el momento, se investigan dos incendios, y que además ya vivió otro siniestro de pequeña entidad en 1992, según recordó en mayo el alcalde de Valleseco.

Este barranco, el cual pertenece a la cuenca de la Virgen, está surcado por una línea de tendido eléctrico que recorre todo el cauce y que alimenta a ocho pozos de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas mediante conexiones. Su presidente, Yeray Hernández, señaló a este diario el viernes que el fuego comenzó fuera de los lindes de su finca, en la orilla contraria del cauce. Ayer prefirió no hacer nuevas declaraciones al respecto, pues ha alegado que el caso está "bajo secreto de sumario".

Por su parte, una portavoz oficial de Endesa, principal compañía eléctrica que opera en Canarias, señaló esta semana que no han tenido "incidencias al respecto en esta zona". Además, la misma fuente señaló que la empresa ha colaborado "en este incendio, como en otras ocasiones, con las administraciones en todo lo que nos pidan".

El coordinador de la Biif, mientras, señala que cada dos años Medio Ambiente realiza una inspección de todos los tendidos eléctricos de la Isla para cerciorarse de que los titulares de las líneas cumplen con las correspondientes tareas de limpieza y prevención. La última de estas batidas se produjo el año pasado y resultó en buenas condiciones "más del 90%" de la red de suministro de energía, según destacó Santana. Además, apuntó que, normalmente, el mayor número de incidencias suelen producirse en líneas de baja tensión. Esta supervisión se realiza con el cometido de advertir a los titulares de que deben cumplir con la normativa.

La investigación para aclarar el origen de un incendio que obligó a desalojar a 10.000 personas -todas han vuelto a sus viviendas- podría demorarse, como mínimo, entre tres y cuatro meses. Santana indicó ayer que se trata del tiempo medio que normalmente tardan en determinar y precisar el origen y las causas de un siniestro forestal. "No es una cuestión fácil y lleva mucho tiempo, muchas veces somos presionados y no podemos trabajar en las mejores condiciones, hay que comprender que determinar una causa y que esa sea la correcta puede tardar meses", indicó.

Las tareas para investigar los incendios que han transcurrido en la isla en los últimos meses las lleva acabo un equipo del Biif, dependiente de la consejería de Medio Ambiente del Cabildo, en colaboración con los agentes del Eprona -unidades de investigación del Seprona-, según explicó ayer Santana. Un apoyo mutuo que logra esclarecer prácticamente el total de los siniestros que tienen lugar en Gran Canaria, apuntó el agente.

Por el momento, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Victor Torres, señaló el viernes después de comparecer ante los grupos parlamentarios que el incendio se encuentra "casi controlado". Las llamas alcanzaron un perímetro de 112 kilómetros.

La jornada de ayer estuvo marcada por las altas temperaturas, las cuales superaron los 35º en gran parte del perímetro del incendio. Una situación meteorológica que complica las tareas de extinción. En la mañana de ayer actuaron, según fuentes del Centro Coordinador de Emergencias 112, un total de 120 efectivos en el terreno del incendio. Además de 20 administrativos de apoyo. Estos estuvieron apoyados por seis medios aéreos: tres hidroaviones, dos helicópteros presa del Cabildo y un avión de coordinación del Ministerio de Agricultura.

Los restantes medios aéreos que han actuado en este incendio, un total de 18, siguen en la isla en alerta por si alguno de los focos del incendio se reactivara, además de realizar relevos, según explicaron fuentes de Emergencias. No obstante, en la mañana de ayer todavía se vislumbraban pequeñas humaredas en diferentes puntos, por ejemplo en la GC-150, la vía que une los Pinos de Gáldar con la Cruz de Tejeda.

Precisamente, ante este riesgo y para no entorpecer las tareas de extinción, desde las cuentas oficiales en redes sociales del Cabildo y Gobierno de Canarias han reiterado que la población no suba a las zonas calcinadas. Que las vías se hayan abierto en su totalidad, salvo la GC-216 que da acceso al pinar de Tamadaba, no significa que lugareños y foráneos puedan andar libremente por el perímetro del incendio. Sin olvidar el extremo cuidado y las precauciones oportunas para evitar nuevos incendios ante la alerta por calor. No obstante, Gran Canaria logró ayer superar la racha de dos sábados seguidos con grandes incendios.