El mar y la línea de costa en el norte de Gran Canaria son diferentes respecto a la cara sur de la isla. El norte está plagado de rincones en los que el mar golpea imbatible contra las rocas, mientras que en el sur estos lugares hay que buscarlos con un poco más de ahínco. Sin embargo, para aquellos que quieran dejar atrás las abarrotadas playas turísticas, las piscinas naturales del sureste son una opción más que recomendable.

Castillo del Romeral (San Bartolomé de Tirajana)

El Castillo del Romeral cuenta con dos piscinas de agua salada que ocupan unos 340 metros junto a la Casa de la Cultura. Las instalaciones disponen de un gran solárium y dos recintos acuáticos de 50 y 45 metros de ancho, capaces de acoger a un gran número de usuarios.

Las piscinas intermareales del Castillo del Romeral están incluidas en el listado de las zonas de baño de Gran Canaria por la buena calidad microbiológica de sus aguas, catalogadas por un estudio del Instituto Tecnológico de Canarias y de la Universidad de Las Palmas sobre las aguas recreativas y costeras de la Macarronesia. Uno de esos lugares de la isla por el que todo visitante debería pasar a darse un chapuzón.

Charcas en Las Tederas (San Bartolomé de Tirajana)

Por encima de Ayagaures, cerca de la presa del mismo nombre y de la de La Gambuesa, el visitante puede encontrar esta charca en las semanas posteriores a las lluvias, y con suerte durante unos meses. Generalmente, tiene una profundidad de unos cuatro metros pero el acceso no es sencillo. Se puede llegar caminando unas dos horas desde la presa de Ayagaures, subiendo por una pista de tierra y pasando el caserío de Las Tederas.

Con un todoterreno habilitado para este tipo de caminos, se puede acortar el paseo. Es un lugar para disfrutar del camino, de la agradable caminata bajo el pinar, de la vista de la presa de Ayagaures y, por último, de los saltos en la charca, si la profundidad lo permite.

Charca Los Pérez (Telde)

La costa de Telde dispone de zonas de rocas, además de más de sus dieciseis playas, para aquellos a los que no les gusta la arena, y la principal es la Charca de los Pérez, enclavada en Clavellinas, ideal para disfrutar del sol y bañarnos en sus renovadas aguas. Es un lugar ideal para los que huyen de las aglomeraciones y quieren desconectar del mundo exterior.

Zoco del Negro (Agüimes)

Esta maravillosa piscina natural de Arinaga es una piscina ante todo familiar. Residentes y visitantes se saben protegidos del bravo atlántico en un espacio disponible a todas horas y preparado para el baño de los más ancianos y los niños. Con renovación de agua diaria, es también uno de los lugares escogidos por los buceadores novatos, pero también para los que buscan un poco de ejercicio matutino y las bondades terapéuticas del agua de mar.