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La Cumbre tras el desastre

Los primeros brotes verdes en el paisaje calcinado

Las cañas comienzan a rebrotar en medio de una vegetación arrasada por los incendios

Un grupo de personas observa la panorámica quemada de Artenara. QUIQUE CURBELO

La recuperación de los pinares afectados por los incendios se prolongarán entre 3 y 10 años, dependiendo mucho de las lluvias. Sin embargo, las cañas constatan su carácter invasor, mostrando ya en los márgenes de las carreteras y en muchas zonas de la Cumbre grancanaria los primeros brotes verdes, pese a que apenas han pasado algunas semanas de la desaparición de las llamas, que contrastan con el color negro de la vegetación calcinada. Los tres fuegos (Artenara, Valleseco y Telde) alcanzaron en conjunto una superficie de casi 9.800 hectáreas.

Los tallos de las cañas comiezan a irrumpir en medio de un paisaje ennegrecido en los municipios de la Cumbre. Son los primero signos de que la vegetación sigue viva después del paso arrollador del fuego y el intenso calor. El único inconveniente es que se trata de una especie invasora que se va comiendo el terreno frente a las variedades locales, sobre todo porque ya apenas se usa en el mundo rural, ni para alimentación en la ganadería.

Pero no es el único problema, ya que también ocurre el mismo proceso con el rabogato, que tanto daño está causando con su propagación en las faldas de Tamadaba hacia la costa de Agaete a La Aldea, y que tiene un gran poder de resistencia.

Un experto apunta que las zonas afectadas por los últimos incendios de agosto tardarán entre 3 y 10 años en recuperarse, dependiendo mucho de las lluvias en estos próximos años. Y, sobre todo, que los rocíos caigan de una forma calmada, para evitar que las escorrentías ocasionen la erosión del terreno, después de que también muchos bancales y zonas de defensa se hayan roto por el fuego y el intenso trabajo humano para evitar su propagación.

Una buena remesa de pinos foráneos no sobrevivirá. Se trata de tres variedades distintas que ocupaban una superficie de unas 300 hectáreas, y que los técnicos del Cabildo ya señalaron como una de las causas de que el fuego cogiera más fuerzas en su propagación a través de las copas.

En su momento, según un técnico insular, se plantaron para favorecer una reforestación rápida y ayudar a los dueños de las fincas.

En su lugar, se plantarán en los terrenos públicos otras especies, ya sean pinos canarios o monteverde, según la zona y las necesidades específicas. Y en las fincas privadas, se propone también castañeros y monteverde.

La ley permite la gestión en terrenos particulares, cuando tienen gran interés. No tanto por su rentabilidad económica, según un experto, sino ambiental.

El pinar canario ha sufrido una afección dispar. Pero, se estima que podría estar reverdeciendo en un periodo de uno a tres años. Y los matorrales también pasarán a ser pastizales. Dependiendo de su localización, su proceso será muy rápido.

La laurisilva se vio poco dañada. En gran parte, porque se trata de zonas más húmedas y que junto a los castaños sirvieron para frenar el avance de las llamas.

En términos generales, entre un 80 y un 90% de la superficie quemada volverá a renacer de sus cenizas, aunque para ello se puede tardar entre tres y 10 años. Y el Jardín Canario se encargará de evaluar y hacer un seguimiento de las especies amenazadas para conseguir su reimplantación allá donde se han visto afectadas.

De momento, la caña y el rabogato siguen pidiendo paso a marchas forzadas.

Los incendios de 2017 junto a los recientes han dejado el paisaje muy yermo, y con el paso del matorral a pastizal, que puede ser positivo en algunas localizaciones, sobre todo para el ganado. En cambio, deja una imagen muy triste en el paisaje.

La ventaja en Gran Canaria es que el incendio dejará menos secuelas que en la Península, donde este tipo de tragedias supone un daño medioambiental incalculable, porque los pinares carecen del poder de regeneración.

Algunas imágenes aéreas tomadas en Tamadaba por el Cabildo mostraban ya la semana pasada pinos con copa verdes y marrones, que pronto tirarán la pinocha y cubrirá el suelo, lo que es muy bueno para combatir la erosión. "Pronto comenzarán a recuperarse", anunció.

El Cabildo trabaja todavía en el plan de reforestación. Se espera que las tareas se inicien a partir de octubre, aprovechando también las primeras lluvias. Precisamente, el ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció el lunes la aprobación de una partida para ayudar en estas tareas de recuperación de la vegetación, que incluyen labores hidrológicas y forestales para evitar la erosión y recuperar los hábitats dañados.

Bioagaete

El Plan de Revitalización de Gran Canaria contará con una asignación inicial de 20 millones para atender las afecciones en viviendas, en la agricultura, ganadería, empresas y carreteras, junto a un plan especial de empleo para la contratación de 700 personas, además de acciones para animar el comercio y el turismo rural.

Los incendios afectaron, según un primer análisis, un total de 15 viviendas y varios cuartos de aperos, si bien dentro del perímetro quemado había 3.250 edificaciones, que pudieron ser protegidas gracias a los equipos contraincendios, a las quemas prescritas y a la limpieza del entorno de los dueños. Un total de 15.000 personas estuvieron en peligro, pero no hubo pérdidas por las evacuaciones tempranas llevadas a cabo.

Mientras, el servicio insular de Carreteras estima que la recuperación de las vías costará más de seis millones de euros, ya que las llamas afectaron a señales de tráfico, asfaltos agrietados y vallas de seguridad, dejando numerosos pequeños desprendimientos, además de existir el peligro de derrumbes por la inestabilidad de las faldas de las montañas.

Durante los momentos más críticos, más de una veintena de carreteras llegaron a estar cerradas al tráfico por seguridad, y para no perjudicar al dispositivo de emergencia desplegado. Ahora solo falta recuperar el tramo de Tamadaba para que la red se encuentra completamente operativa.

Este cambio ha permitido que el turoperador Tui comenzar el lunes sus excursiones por el interior de Gran Canaria. La primera salida contó con un centenar de alemanes, que pudieron ver una parte del desastre vivido el mes pasado en los ocho municipios grancanarios por los que se propagó el siniestro.

Los incendios también han obligado a cancelar fiestas como La Cuevita, en Artenara, así como El Bioagate, en Agaete. Precisamente, la Asociación Bioagaete Cultural Solidario acaba de anunciar que la novena edición del festival, aplazado debido al incendio forestal, se celebrará los días 1 y 2 de noviembre (viernes y sábado), en el Puerto de Las Nieves. En este caso, se realizará en un formato reducido.

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