El vicepresidente saliente del Cabildo de Gran Canaria, Luis Ibarra, del PSOE, ha reconocido este miércoles que sus relaciones con el presidente de la corporación, Antonio Morales(NC), fueron "muy difíciles" desde que cuestionó públicamente la operación de compra de terrenos en Amurga.

"Desde que comenté que Amurga no tenía sentido, la convivencia (con Morales) fue muy difícil. Toda la isla sabe que la compra de Amurga responde a otros intereses que no son los de reforestar un pequeño espacio del sur", ha manifestado Ibarra a la Cadena SER.

El candidato socialista al Cabildo de Gran Canaria en las elecciones de mayo ha hecho estas declaraciones en el día en el que el BOE publica su nombramiento como presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, cargo al que regresa tras un paréntesis de año y medio de mandato de Juan José Cardona (PP).

Ibarra ha situado el origen de sus problemas con Morales en su rechazo a que el Cabildo de Gran Canaria siguiera adelante con la operación por la que la corporación insular iba a comprar unas 466 hectáreas de terreno en Amurga por cuatro millones de euros a una veintena de propietarios, entre los que figura la esposa de Román Rodríguez, líder de NC.

El exvicepresidente de la corporación ha reconocido que él está convencido de que el Cabildo de Gran Canaria puede gestionarse mejor de lo que lo ha hecho Morales los últimos cuatro años (con apoyo del PSOE), por lo que ha agradecido al PP y a Ciudadanos que estuvieran dispuestos a apoyarle como posible presidente de la corporación.

En ese mismo contexto, no ha ocultado que firmó el acuerdo de gobierno con Morales por decisión de la dirección de su partido, como resultado del pacto al que PSOE y NC habían llegado para dirigir el Gobierno de Canarias con Podemos y ASG como socios.

"Fue un pacto en cascada y yo pienso que los pactos en cascada no son buenos", ha señalado Ibarra, antes de añadir que, aunque él no era "una persona convencida del acuerdo" con Nueva Canarias en el Cabildo, intentó "tender puentes".

Sin embargo, opina que Morales llevó las relaciones entre los dos socios principales del gobierno del Cabildo, PSOE y NC, "a un problema personal", porque en varias ocasiones dijo que sí se entendía con los dirigentes socialistas, pero no con él.

Ya fuera del Cabildo, Luis Ibarra ha defendido que, de cara al futuro, "las prioridades de Gran Canaria no están en el tren (entre la capital y Maspalomas) ni en ampliar el muelle de Agaete, están en el centro de la isla" y en cómo dinamizar la economía de comarcas del interior que están expuestas al riesgo de la despoblación.