El Ayuntamiento de Artenara, el Cabildo de Gran Canaria, y la artesana Jennifer Cabrera se han propuesto convertir al municipio cumbrero en un referente de una de las tradiciones que dieron fama al interior grancanario, el de unos telares cuya mecánica de funcionamiento ya es maña de muy pocas personas.

Por este, entre otros motivos, la nueva Escuela de Telares de Las Arvejas, centro que abría sus puertas el pasado mes de enero, recibía ayer la visita de la consejera insular de Industria y Comercio, Minerva Alonso, acompañada por el alcalde de la localidad, Jesús Díaz, para conocer las instalaciones así como el programa de trabajo que desarrolla la artesana al frente de una batería de telares en los que ofrece sus conocimientos a seis alumnas en estos momentos, tres de ellas "en estado jubiloso", como matiza con elegancia la profesora, y otras tres jóvenes que se están iniciando en la técnica.

A pesar de estar abierto desde hace apenas unos meses, el volumen de encargos ya tiene el trajín cubierto hasta el próximo mes de diciembre, y ayer mismo, minutos antes de la visita recibía un nuevo encargo que añadía más carga a la profesora y alumnado.

La intención de la consejera es dotar a la escuela de otros dos telares más, subvencionar los talleres de formación, además de recoger para su estudio la petición que ayer le hacía el presidente de la corporación de Artenara para ampliar el centro con una nueva aula, tras la presentación del preceptivo proyecto en el que también se contemplaría un pequeño museo.

A este se sumaría otra actuación para acondicionar también el Centro Locero de Lugarejos como "un espacio identitario del municipio", un lugar, según recalca Díaz, que además de fomentar la formación sobre la artesanía de la losa, incorporara al conjunto como foco de atractivo turístico, dado que es paso habitual de los senderistas que recorren la cumbre hasta Agaete camino de El Sao.

De nuevo arriba, en Las Arvejas, Jennifer brega con los preciosos y alambicados telares de la escuela, seis bajo lizo u horizontales, dos grandes verticales o de alto lizo, y varios telares pequeños de marco, tanto tradicionales como de contramarcha, y explica que el primer impulso sobre la materia de rescatar y divulgar el conocimiento se centraba en el hecho de recuperar los antiquísimos telares que existían en Artenara, donde casi cada familia poseía uno, y que salvo tres que atesora el Ayuntamiento, uno de ellos ubicado en el Museo Etnográfico Casas Cuevas, la mayoría han acabado abandonados, o incluso como repositorio de madera para otros usos.

Cabrera, que anteriormente tejía con otras mujeres del pueblo "de forma voluntaria", dio forma a la escuela tras ser contratada por el Ayuntamiento, y trasladar sus telares a la nueva escuela el pasado enero.

A partir de ahí le llueven las propuestas, tanto de particulares como de todo un grupo folclórico para el que tiene que elaborar chalecos y fajines, a lo que se añaden personas que solicitan alfombras, tapices, o mantas, que es en lo que están ahora, "para preparar el invierno".

Trabajan el lino, el algodón y la lana, en un sinfín de formatos que tratan de insuflar un aire fresco con nuevos diseños que hacen las prendas más prácticas pero basadas en los antiguos formatos, "para otorgarles más utilidad". Esto se combina con el trabajo que realiza en Caideros de Gáldar otro grupo de mujeres que se dedican al hilado y que proporcionan a sus vecinas de municipio material para encargos más especiales, dado que un solo kilo de hilo de lana tiene precios en torno a los 100 y 120 euros. Son trabajos exclusivos, como lo son los chalecos de entre 80 a 90 euros, "pero que pagas solo una vez y que también lo disfrutarán tus hijos y hasta tus nietos", recalca Cabrera.

Zona Comercial Abierta

A este esfuerzo por insuflar de vida a Artenara se añade, como explicaba ayer Minerva Alonso, la revitalización de la Zona Comercial Abierta de la localidad. Alonso subrayaba que el Cabildo subvenciona con 12.500 euros la redacción del Plan Director del municipio, que contiene "una hoja de ruta que realiza un diagnóstico de las fortalezas y debilidades, y que marca las actuaciones para la modernización y la activación de estos espacios comerciales a cielo abierto".

De ahí la reunión que mantenía a primeras horas con el grupo de gobierno municipal "para conocer el estado de este documento, ya aprobado por la Junta de Gobierno Local. A partir de ahora", añade, "el Ayuntamiento valorará las obras prioritarias para solicitar subvenciones al Cabildo para ejecutarlas, si fuera necesario".

Durante el encuentro también se debatió sobre "la subvención que ha solicitado la Corporación para la revitalización económica del sector comercial e industrial, iniciativa incluida en el Plan de Reactivación Medioambiental y Económica de la Cumbre tras los incendios que ha puesto en marcha la Institución insular".

De ese fondo Artenara ha pedido casi 50.000 euros, de los 246.000 previstos para los diez municipios afectados, para realizar una Feria de las Tradiciones, cuyo calendario y actividades están por definir, pero que en cualquier caso se pretende celebrar en invierno. Lo que sí tiene fecha son las fiestas de La Candelaria en Acusa este fin de semana, con mercadillo y la conmemoración del 350 aniversario de la creación de su preciosa ermita.