Sebastián Franquis, consejero de Obras Públicas del Ejecutivo canario, propondrá para su debate en el próximo consejo de Gobierno abandonar el proyecto de ampliación del Puerto de Las Nieves.

El socialista hacía el anuncio ayer desde la isla de La Gomera, recordando que, "desde que llegué a la responsabilidad de la Consejería, habíamos encargado una serie de informes y que una vez estuvieran esos informes llevaría la propuesta al Consejo".

Y que lo haría en sentido negativo, ya que según expresó "estaba previsto en los planes de la Consejería que el Consejo de Gobierno del 17 de octubre fuera el de la propuesta de que no se continúen las obras de ampliación del muelle de Agaete y, por tanto, espero que el Gobierno asuma la propuesta".

El proyecto de ampliación es uno de los planes en materia de puertos más polémicos de Canarias. Adjudicado inicialmente en 2015 pero paralizado en marzo de 2016 por el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos (TACP) por estimar nulas algunas cláusulas del pliego, se rescata de nuevo por Obras Públicas el pasado año por el entonces consejero Pablo Rodríguez, para comenzar las obras antes de que finalizara el año.

La empresa adjudicataria es la UTE formada por Sato (filial de OHL) y Hermanos García Álamo (Hermanos Tito), que con un presupuesto de 44 millones de euros debían ejecutarlo en 55 meses. Tras ellas quedarían en la línea de costa de Agaete un segundo dique de 450 metros para el atraque de dos ferries y un crucero de unos 300 metros de eslora, destinando el actual recinto para el amarre de deportivos y pesqueros.

El nuevo espacio también destinaba una explanada de servicios portuarios, así como un área comercial. La financiación corría a cargo en un 15% del Gobierno de Canarias y el resto por el Fondo Europeo de Desarrollo, que considera la obra de "interés general".

Pero tal como ya ocurriera en 2015, el anuncio de las obras provoca una fuerte reacción ciudadana, que en 2018 además es respaldada por el propio Ayuntamiento de Agaete -que aprueba en pleno una consulta popular que finalmente no puede llevar a cabo por motivos legales-, al que se suma el rechazo del Cabildo de Gran Canaria además de varias formaciones políticas, como el propio PSOE, hoy al frente de Obras Públicas.

Las protestas incluyen movilizaciones como la manifestación convocada por la plataforma Salvar Agaete, Sin Macromuelle, que reúne el 10 de noviembre de 2018 a miles de personas en la capital con el apoyo de Podemos, PSOE y Nueva Canarias.

En el manifiesto final de la marcha se afirmaba que la anunciada infraestructura portuaria se revelaba innecesaria, dado que el actual puerto mantiene un rendimiento de apenas el 23% de su capacidad, además de las afecciones paisajísticas y medioambientales que pudieran causar en las aguas de la villa, y que no justificaban una inversión de 44 millones de euros en unas islas con necesidades perentorias en'sanidad, educación o combatir la pobreza".

Hay que recordar que ya en la primera intervención que rompió el viejo paisaje de Agaete, a mitad de los años 90 del siglo pasado, también se producían manifestaciones en contra del dique actual, y que nada más ser terminado en 1995 se comenzó a estimar, por parte de las navieras, insuficiente para la operación conjunta de dos barcos de diferentes compañías.

En esos momentos el Gobierno de Canarias, en un documento titulado Plan Global de Competitividad del Norte, apostaba por la ampliación de esas infraestructuras, acompañadas por una actuación general en los diez municipios de 600 millones de euros entre 2005 a 2010.