Con Banda de Guerra y honores de alcaldesa arribaba la Virgen del Pino en la madrugada de ayer miércoles a la Vega de San Mateo, uno de los municipios protagonistas del incendio del pasado agosto no tanto por la afección del fuego en sus lindes como por la acogida de más de 600 afectados de sus "municipios hermanos", como los calificaba ayer en la misa del mediodía el párroco Sebastián Grimón.
La imagen entró al pueblo flanqueada por cientos de personas apostadas cuando aún no alumbraba la luz del alba a ambos lados de las calles con bengalas encendidas, y sobre una enorme alfombra de mil flores y 1.400 kilos de sal desplegada gracias al trabajo de los pequeños de la localidad.
Al frente de la Virgen y su templete, el custodio y vicario Jorge Martín de la Coba, y el también vicario de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, además de miembros de la Guardia Civil y autoridades como el alcalde de Teror, Gonzalo Rosario, y la alcaldesa accidental de San Mateo, Davinia Falcón.
La marcialidad del acto la remataba los acordes de la Banda de Guerra Nº1 de la Brigada Canarias XVI, cuya presencia fue expresamente agradecida por Grimón.
Alcaldesa honorífica
En la fachada de la iglesia principal luce el nombre de la plaza, que es el mismo que el de la patrona, Nuestra Señora del Pino, y aún tapada una segunda placa que fue descubierta por la tarde para fijar la fecha y motivo de la visita de la nueva alcaldesa honorífica, tal y como fue nombrada por Davinia Falcón con la entrega del bastón de mando del Ayuntamiento en el recibimiento institucional.
Un recuerdo que crecerá con los años, materializado en el pino que, como a cada uno de los ocho municipios afectados por la catástrofe de este verano, entrega la corporación de Teror a las distintas localidades.
El acto de recepción, y la firma de las preceptivas actas de custodia, dio paso a la voz de la soprano de Vega de San Mateo, Fátima Naranjo, que ofreció el Ave María de Schubert.
Por delante quedaba toda una larga jornada de citas, como la citada homilía de las 12.00 horas, apoyada por una pantalla instalada en el exterior, y la que ofició por la tarde, como ha hecho en los cuatro municipios anteriores, Agaete, Gáldar, Guía y Moya, el obispo de la diócesis, Francisco Cases. Finalizaba el día de ayer en San Mateo con actuaciones de los grupos del municipio, el descubrimiento de la mencionada placa y el homenaje musical del cantante Manolo Estupiñán, para hacer un breve descanso en la iglesia y emprender la segunda parte de su recorrido.
Con cien kilómetros en su haber, desde que partiera de Agaete el pasado día 12, la imagen emprendía la ruta de madrugada hacia Tejeda, siguiente parada de su periplo, en el que siempre ha estado acompañada, día y noche, de un grupo de inagotables trabajadores y voluntarios, como Bojhu Belani, que se embarcó a las cuatro de la mañana de aquél sábado y sigue en andas con unas pocas horas de sueño acumuladas desde entonces, vigilando el cableado por las noches previo al paso de la imagen, ayudar al delicado descenso del conjunto a la llegada en los municipios, y atender a los feligreses en los distintos actos del día. Una "aventura espiritual" que para el cura párroco de Teror, Jorge Martín de la Coba, ha supuesto, según expresaba ayer en el pórtico de la iglesia de San Mateo, "una gratificante experiencia que me ha marcado para bien".
Se confesaba "cansado pero feliz, totalmente emocionado", por ver a niños, jóvenes, adultos y mayores, "a veces personas alejadas de la Iglesia que se acercan a la patrona y no por turismo, porque estoy convencido que de su visita salen con algo más".
A este peregrinar, según afirma el vicario, no solo han participado grancanarios de todos los puntos de la isla, "sino también isleños procedentes de El Hierro, Fuerteventura, Lanzarote..., personas que vienen a lo que vienen, que es a rezar y saludar a la Virgen, y esto nos ayuda mucho en el caminar".
Andar que tendrá hoy su próxima escala en Tejeda, una de las localidades que con mayor inquietud se vivieron los acontecimientos del pasado agosto, cuya población sufrió varias evacuaciones consecutivas y que prepara para la visita de la patrona una celebración que bautizan como Fiesta Mayor y que arranca a las siete de la mañana en el nuevo aparcamiento del pueblo.
