Los termómetros marcaban solo 11 grados cuando la imagen de la Virgen del Pino llegó la madrugada de este viernes a Artenara desde Tejeda, pero el intenso frío no desanimó a los vecinos a dar un caluroso recibimiento a la patrona de la Isla en su peregrinaje por los ocho municipios afectados por los incendios del mes de agosto.

Artenara fue el epicentro del fuego que devoró la cumbre y las medianías del norte de Gran Canaria, primero tras el fuego iniciado en Las Arvejas y, aún si que sus habitantes se recuperaran del susto, con el segundo de Valleseco, que alcanzó el pinar de Tamadaba, la joya botánica del municipio y de toda la Isla.

Al amanecer, con los acordes del timple de José Antonio Ramos como música de fondo, el trono acristalado fue llevado en procesión desde la entrada al casco urbano hasta la parroquia de San Matías, esta vez con un acompañamiento muy especial: la de un grupo de trabajadores de la base de Medio Ambiente de Artenara y varios miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

En el pórtico de la iglesia se agruparon cerca de 300 personas para seguir el protocolo de la entrega y custodia de la imagen, en el que la Virgen del Pino recibió el bastón de mando de alcaldesa mayor del municipio -"con el permiso de la Virgen de la Cuevita", comentó el alcalde Jesús Díaz- y el Ayuntamiento de Teror entregó una placa y un ejemplar de pino canario para que sea plantado en un lugar emblemático del municipio.