El mercadillo de Maspalomas reducirá considerablemente el número de puestos disponibles para los vendedores, a pesar de que cada día se presentan en la oficina de registro del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana una media de diez peticiones para ocupar alguna de las plazas vacantes, según datos facilitados por el Consistorio, y que están siendo rechazadas.

De los 560 puestos de venta de que dispone el mercadillo, que se celebra dos veces cada semana, los miércoles y los sábados, pasará a tener ahora 442 después de que la concejalía de Mercados, Agricultura, Ganadería y Pesca haya decidido prescindir de 118 que estaban libres.

El motivo es que la administración local ya no puede adjudicar los puestos libres por fecha de entrada de las peticiones como los ayuntamientos han hecho hasta ahora, sino a través de un concurso público, lo que implicaría que muchos de los trabajadores autónomos que llevan años dedicándose a la venta ambulante se enfrenten a perder su puesto y con ello su principal fuente de ingresos.

Riesgos

Así, la Directiva Comunitaria 2006/123/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior y el posterior Real Decreto 199/2010, de 26 de febrero que constituye la norma reglamentaria básica que desarrolla la venta ambulante o no sedentaria, establecen la libre concurrencia a estos espacios.

En este sentido, la concejala de Mercados, María Ángeles Rodríguez, explicó que la legislación vigente no permite sacar a concurso solamente aquellos puestos que se encuentran ahora mismo abandonados, sino la totalidad de los espacios dedicados a la venta con los cuales cuenta el mercadillo. "Hemos optado por prescindir de los 118 puestos que están vacíos para no tener que sacarlos todos a concurso", explicó la edil tirajanera, "porque lo que queremos es garantizar y salvaguardar la actividad y los empleos de los trabajadores autónomos". Y es que hasta 196 familias dependen exclusivamente de esta actividad empresial, por lo que el concurso público para asignar la totalidad de los puestos de venta supondría un riesgo para la pérdida de sus negocios.

Los 442 puestos restantes con los cuales cuenta el mercadillo continuarán operando con normalidad, ya que se trata de licencias otorgadas con anterioridad a la entrada en vigor de la normativa comunitaria en el año 2010, según explicó la edil tirajanera.

El mercadillo reubicará además las dos cafeterías que se encuentran en las esquinas del recinto, que pasarán a estar justo en el centro de todo el espacio de venta con el objetivo de dar un valor añadido al rastro y facilitar el acceso de los clientes.

Los cambios en el mercadillo llegan después del cierre del Mercado de Maspalomas, que se encuentra justo al lado, por la falta de luz. El Ayuntamiento anunció el mes pasado que cuenta con un proyecto para reformar este espacio, tras 40 años en servicio y que, tras una inversión que alcanzará los más de cuatro millones de euros, abrirá con una zona gastronómica y una sala polivalente.