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Gáldar

Una empresa transformará el lodo de las depuradoras en energía y abono agrícola

Debeocan se instalará en Botija de Gáldar para conseguir el aprovechamiento total de las aguas residuales l Gran Canaria genera más de 100.000 toneladas de fango al año

Una vista panorámica de la costa de Botija, en las inmediciones de la playa de Sardina de Gáldar. josé pérez curbelo

La empresa canaria Debeocan proyecta la construcción de una planta de tratamiento de los lodos que generan las depuradoras de aguas mediante el secado solar natural, para su aprovechamiento posterior como fuente de energía limpia y abonos agrícolas. La planta, situada sobre el antiguo vertedero de Botija de Gáldar, contará con dos módulos con una capacidad para tratar hasta 8.000 toneladas al año, y una zona de almacenamiento temporal del material ya tratado para 1.700 toneladas.

Los lodos consisten en una mezcla de agua y sólidos que se generan en las estaciones depuradoras, que reciben los residuos principalmente de las viviendas. Y las depuradoras de Gran Canaria tienen que hacer frente cada año a más de 100.000 toneladas, sin que ahora exista una solución totalmente eficaz para desprenderse de este material. Y esta tecnología complementaría el actual tratamiento.

El objetivo final de la empresa grancanaria es alcanzar el vertido cero, es decir, sacar provecho de todos estos residuos, evitando con ello un problema ambiental. No en vano, según un experto, países avanzados como Noruega llegan a comprar la basura a otros países al haber conseguido una rentabilidad económica, pese a la desventaja respecto a Canarias de contar con pocas horas de sol para su secado natural. Y es aquí donde se obtienen las otras dos ventajas: por un lado, su uso como abono agrícola, tras un tratamiento que permite dejarlo en polvo granulado tras su secado; y, por otro, como biomasa, sobre todo para su uso en las calderas de hoteles que ya se usa en las zonas turísticas, y que se importa de la Península.

Apoyo universitario

La empresa dedicada al tratamiento del agua ha arrendado al Ayuntamiento de Gáldar una parcela de 5.434 metros cuadrados en la costa de Botija, y su proyecto va ligado al Parque Científico Tecnológico de la Punta de Gáldar, gestionado por la Mancomunidad del Norte, además de contar con el apoyo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y otros centros universitarios y empresas privadas de Alemania y Austria.

El proceso de secado mediante procedimientos mecánicos consigue una considerable reducción del volumen del material manipulado. Y rebaja la factura, que ahora se cifra en 57 euros la tonelada tratada en los vertederos.

En estos momentos ya se está licitando una planta de estas características en el municipio tinerfeño de Adeje, ya que es una tecnología probada en muchos países con éxito.

El procedimiento incluye el tratamiento y almacenamiento del fango, una vez mineralizado, para cerrar el círculo completo del residuo. Para ello, en una segunda fase del proyecto se prevé su valorización como biomasa, a través de acciones de I+D+i, a desarrollar fuera de esta localización física, y en colaboración con las citadas instituciones y empresas privadas.

Según la memoria del proyecto, "el fango seco estabilizado (biomasa) abre un abanico de posibilidades de aprovechamiento, evitando así su depósito en vertederos, como son: generación de energía térmica (objetivo del proyecto, con la instalación de calderas eficientes para la valoración térmica del fango, y eliminando la dependencia del exterior y su importación desde la Península), generación de energía eléctrica, bio-remediación y reestructuración de suelos, aprovechamiento agrícola (directamente como abono o para la elaboración de compost y otros fertilizantes). Se estudiarán asimismo las vías de recuperación de fósforo en la biomasa producida, producto por la escasez mundial que existe actualmente, y su carácter no renovable, que requiere de fuentes alternativas para su obtención, siendo las aguas residuales y los lodos de depuración una de las opciones con mayor potencial para su recuperación".

Pero, ¿cómo funciona? El sistema de secado solar de lodos convierte el fango, un residuo con mucho volumen por su alto contenido en aguas, en una masa granulada reducida (picón). Con este sistema se puede secar el lodo desde un 20% de materia seca inicial hasta valores que rondarán el 90% de materia seca. Esto supone una disminución de masa a una quinta parte, lo que permite reunir las condiciones ideales para su uso en el campo. Al manejar menos cantidad, tiene también mayor ventaja en su manipulación, además de eliminar los olores.

En Gran Canaria los fangos deshidratados salen de la EDAR con una sequedad en torno al 19% de materia seca y entorno al 15% de materia seca los biodigestos (para el fango que ha pasado un proceso de biometanización en el complejo ambiental de Juan Grande), con lo cual más del 80% del fango es todavía agua. De ahí la ventaja del nuevo sistema. Toda esta iniciativa se complementará con la tecnología ya en funcionamiento.

Además, se busca la rentabilidad de estos residuos mineralizados o con bajo porcentaje de humedad, lo que implicaría el cierre completo del ciclo, consiguiendo un vertido cero en la gestión del tratamiento de los fangos, y evitando así su envío al vertedero (en su segunda fase).

La nueva instalación contará con dos módulos, que permiten el tratamiento de entre 3.500 y 4.000 toneladas cada uno al año de fango húmedo. Se usará un sistema de volteo tipo puente, y contiene instrumental de evaluación del aire, meteorológico y sensores. Todos estos sistemas de aislamiento evitan cualquier riesgo de malos olores con el uso de ozono, estando en una zona aislada que elimina también el impacto medioambiental.

Una tercera nave de almacenaje temporal de lodo y tratado dispondrá de capacidad para 3.400 toneladas de fango seco.

El Ayuntamiento de Gáldar declaró este año la obra de interés público o social, y cuenta con un informe técnico favorable del Cabildo grancanario para superar los últimos trámites para emprender su construcción. El arrendamiento municipal se ha fijado en 20 años, salvo que exista un acuerdo explícito para la ampliación del plazo.

El solar era un antiguo vertedero, que ha sido sellado y restaurado para cumplir con las normativas europeas medioambientales. Ahora Botija se ha convertido en un nicho de inversiones públicas y privadas de gran interés, sobre todo en el ámbito de las energías limpias y renovables. El Ayuntamiento de Gáldar está instalando ahora en la zona molinos de viento.

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