El Ayuntamiento de Moya ultima el rescate de la obra del mirador turístico del barranco, después de que la empresa adjudicataria Lika XXI se desentendiera de la obra hace casi dos meses. El proyecto pretendía convertir la zona, situada junto al cementerio municipal del casco, en un atractivo turístico, con una pasarela hacia el paisaje.

El Ayuntamiento adjudicó en febrero por 255.000 euros a la empresa Lika XXI las obras que debían transformar el entorno del cementerio municipal del casco en la denominada Plaza de la Concordia con mirador y pasarela hacia el paisaje del Barranco de Moya, cuando el coste de la obra se había estimado en 315.772,23 euros. Estos elementos venían a sustituir a la rememoración histórica de la cruz de los caídos.

Sin embargo, en el lugar solo queda material de obra, oculto tras una malla verde y unas vallas. El alcalde, Raúl Afonso, señala que la Junta de Gobierno ya aprobó el expediente para rescatar la obra, y que ahora están siguiendo el procedimiento administrativo para el rescate, escuchando las posibles alegaciones de la contrata, antes de poder volver a tramitar su contratación.

La obra se estaba ejecutando con "normalidad y al ritmo marcado", según el regidor, hasta que la empresa comenzó a tener problemas y se ralentizaron los trabajos. Hace casi dos meses la abandonó "sin dar explicaciones". El Ayuntamiento intentó que se hiciera cargo una subcontrata para lograr su terminación sin más demoras, aunque sin lograrlo.

El proyecto habilita un espacio multiusos que podrá albergar actividades y espectáculos al aire libre, y que añade un atractivo al pueblo. En la actualidad, el entorno del cementerio cuenta con una pequeña plazoleta deteriorada, colindante con un solar de propiedad municipal en desuso.

La parcela suma casi 1.000 metros cuadrados. Por un lado da hacia la calle Tomás Morales, donde sobresale el monumento monolítico coronado por una cruz de piedra y rodeado de jardines de parterres circulares y árboles de distintas especies como palmeras, cipreses y dragos, que se mantendrán intactos por su valor ecológico. Y el segundo ámbito, en la trasera de los árboles, con grandes vistas hacia el barranco de Moya y la iglesia de la Candelaria.

"La propuesta que plantea el Ayuntamiento propone explotar la simbiosis entre los valores naturales del paisaje de la Villa de Moya, en concreto de uno de sus principales y más visitados barrancos, y la creciente actividad turística rural y cultural, con el fin de consolidar al municipio como un destino atractivo, inclusivo, activo y sostenible. Para ello, se despejará la zona de aquellos elementos disonantes que impidan a los visitantes disfrutar de las espectaculares vistas al barranco y la costa norte de la isla desde la pasarela; se generará un espacio que facilite la celebración de actividades culturales y comerciales; se adaptarán los desniveles para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida; y se mejorará las condiciones estéticas y funcionales generales", según el proyecto municipal.