Cuando aún colea el octubre que se despidió creyéndose verano, empujando los termómetros por encima de los 30 grados, se planta un noviembre con más aspiraciones de invierno que de otoño, y que entrega este fin de semana un cóctel de frío, fuertes rachas de viento, más precipitaciones que se suman así a importantes acumulados de los últimos días, y mala mar.

Tanto por vientos como por fenómenos costeros el archipiélago canario está desde ayer viernes pintado con el aviso amarillo, situación que se mantiene en casi toda su geografía excepto en una pequeña franja del norte de Tenerife y norte de Gran Canaria, y Fuerteventura. Mientras que en Lanzarote solo permanece activado el aviso amarillo por el estado del mar.

Según la agencia estatal, las rachas de viento podrían superar de forma puntual en las vertientes sureste y noroeste de las islas los 80 kilómetros por hora, algo que ya ocurría en la madrugada de ayer en El Paso, en La Palma, con el registro de rachas de 89 kilómetros por hora.

De la misma manera, en las costas orientadas al este, oeste y sur de las islas, salvo en las de Fuerteventura, se espera un viento del noreste de hasta fuerza 7, con fuerte marejada o gruesa y un mar de fondo del norte con alturas de entre dos y tres metros, todo ello aliñado de aguaceros ocasionales. Ambos avisos permanecerán activos, de momento, hasta mañana domingo.

Las precipitaciones continuarán incidiendo en las mismas zonas de los últimos días, aunque para hoy sábado se esperan algo más débiles y dispersas, sin descartar alguna entrega también en el sur y el oeste de Gran Canaria, pero de forma ocasional.

Las temperaturas máximas continuarán cayendo, pero sobre todo en las cotas más altas.

Para mañana domingo se espera un ligero ascenso en las máximas, a pesar de que el viento continuará soplando con intensidad, con rachas fuertes a muy fuertes. El tiempo desapacible continuará durante los primeros días de la semana que viene, con nubosidad en el norte y lluvias.

Un tiempo húmedo que ayer se saldaba con una buena aportación en Cruz de Tejeda, máxima apuntada de todo el Archipiélago, con sus 30 litros por metro cuadrado, que se sumaban así a los significativos 36 recibidos el jueves, y además de forma suave sobre las áreas quemadas en agosto.

Un agua fina que también está humedeciendo los campos de las medianías de Valleseco, Moya, Gáldar o San Mateo, este último con más de diez litros por metro cuadrado, y dentro de cuyas lindes, en Llanos de La Pez, marca mínimas de 7,5 grados.