Productos cultivados en las tierras de Gran Canaria y complementos elaborados en casa. Aceites, quesos, aceitunas, mieles, bizcochos, pastelería, toda variedad de frutas y verduras, carnes o especias, pero también cestas elaboradas con palma, bisutería de metal, vestimenta creada a base de ganchillo, cerámica, velas artesanales, muñecos hechos con goma eva, tejas, reproducciones de todas las iglesias de la Isla o plantas. La XVI edición de la Feria del Sureste ofrece hasta 150 razones para visitar durante la jornada de hoy la Avenida Carlos V de Carrizal y adquirir infinidad de productos de kilómetro cero.

Al igual que otras cientos de personas, eso hizo este sábado Loli Navarro, de Valsequillo, "para ayudar a los pequeños productores porque son quienes más lo necesitan, a las grandes superficies no les hace falta". Junto a varios miembros de su familia, Loli fue casi de las primeras en llegar ayer a la feria y dar un paseo por los 150 puestos. "Un encuentro de este tipo es muy relevante primero para que los comerciantes den a conocer sus productos, pero también para que los consumidores seamos conscientes de los manjares que tenemos en nuestra tierra", señaló.

Manjares como los que ella se llevó a casa: un par de kilos de aguacates y aceitunas, ambos productos cultivados en el municipio de Santa Lucía de Tirajana. "Estos aguacates están riquísimos y además están muy bien de precio; por ahí en los supermercados tienen un precio desorbitado", relató Loli.

Y del producto tradicional a otros con un fuerte empuje en el mercado: las elaboraciones sin gluten aptas para celíacos. Panadería Mis hijos Sin Gluten, de Ingenio, estaba a rebosar. Y no es para menos porque la oferta de panes, turrones, dulces o masas para pizza atraen cuanto menos llama la atención a quienes no toleran el trigo. "Es el paraíso para los celíacos", afirmó su propietaria, Marianela Morales. "La gente se sigue sorprendiendo al encontrar todo tipo de productos sin gluten, no se lo esperan", señaló, y precisamente por eso está teniendo durante esta feria una más que merecida venta.

Actividades

Además de productos alimentarios, en la Feria del Sureste los artesanos ofrecen además infinidad de creaciones con identidad propia. "No tengo timbre. Grita y así de paso te desahogas" o "Me sobra mucho mes al final del sueldo" son tan solo dos de las tantas frases curiosas que Manuel Moreno, de Agüimes, imprime con una fresadora en trozos de madera reciclada y que transforma en letreros para las entradas de las fincas o viviendas. Empezó a elaborarlas hace ocho años, motivado por su madre y esposa, también artesanas, y hoy se ha convertido en la principal afición de este peón de la construcción. "A la gente le gusta porque reconoce frases que se utilizaban antaño y los más jóvenes conocen nuevas expresiones", explicó Moreno.

Manuel trabaja la madera, pero Susana Ortolano ha optado por reutilizar materiales como latas de cervezas o papel de periódicos y revistas para confeccionar objetos como centros de mesa, fruteros, un caballo de Troya decorativo o ceniceros. Lleva dos años elaborando estas creaciones y se inició por su pasión por el arte. "Además, al reutilizar, protegemos el medio ambiente; por eso hay mucha gente que se interesa por estos elementos", dijo.

La feria no solo ofrece productos y artesanía con sello isleño, sino que también cuenta con una amplia oferta complementaria. Así, este sábado se celebraron talleres medioambientales, catas de vinos, catas de frutas tropicales, talleres de cocina, exhiciones de doma vaquera, muestra de aves rapaces, muestras de calado y actuaciiones folclóricas.