El Servicio de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria ha abierto todas las carreteras afectadas por los desprendimientos en el norte de Gran Canaria durante la tarde de este viernes, por lo que ya se puede circular con normalidad en las diez vías que cerraron para trabajar en su limpieza.

El acceso que ha llevado más trabajo despejar a los equipos de Conservación de Carreteras ha sido el de la GC-210, de Tejeda a Artenara, debido al gran tamaño de las rocas que cayeron a la calzada a consecuencia de las lluvias vividas durante el pasado jueves y esta madrugada, según ha explicado el consejero insular de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez.

A primera hora de esta mañana, un amplio dispositivo del Servicio de Carreteras se ha desplegado por más de diez vías de los municipios de Artenara, Valleseco, Tejeda, Gáldar y Moya, para limpiar con celeridad todos los accesos y permitir con seguridad la circulación en ellos. Precisamente estos municipios fueron los más afectados por el pasado incendio de agosto, cuyas laderas se quedaron sin sujeción a causa del fuego.

Miguel Ángel Pérez ha comentado que los trabajos de limpieza se han adelantado gracias al despliegue de trabajadores por las diferentes carreteras y a su efectividad, con lo que se ha conseguido abrir todas las carreteras antes de que llegase la noche.

Además, ha asegurado que, a pesar de que las predicciones meteorológicas son más favorable, los equipos de Obras Públicas seguirán de guardia para controlar la situación en las zonas más vulnerables a lo largo de esta madrugada.

Las carreteras que se vieron obligados a cerrar fueron: La GC-210 de Tejeda a Artenara, la 21, en el tramo de Valleseco a Artenara; la GC-217 en dirección a Coruña, en el municipio de Valleseco; la GC-15, de San Mateo a Tejeda; la GC- 600, de San Mateo; la GC-21, de Valleseco a Artenara; la GC-60, de Azuaje; la GC 150, de Valleseco a Gáldar y la GC- 350, de la Villa de Moya.