El Servicio de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria lleva toda la jornada de este viernes trabajando simultáneamente en más de 10 carreteras principalmente del norte de Gran Canaria para despejarlas de los desprendimientos ocasionados durante este juevesy esta madrugada a causa de la borrasca. Muchas de esas vías permanecen cerradas debido a que las rocas que han caído obstaculizan la circulación, sobre todo en las zonas más afectadas por el pasado incendio, cuyas laderas se quedaron sin sujeción.

Las carreteras GC-210 de Tejeda a Artenara, y la 21, en el tramo de Valleseco a Artenara, son algunos de los accesos que se han visto obstaculizados por la caída de rocas. También se ha cerrado la GC-217 en dirección a Coruña, en el municipio de Valleseco, debido a que los vehículos no pueden transitar por diferentes zonas.

Hasta el momento, los equipos de Conservación de Obras Públicas trabajan en la GC-15, de San Mateo a Tejeda; la GC- 600, de San Mateo; la GC-21, de Valleseco a Artenara; la GC-60, de Azuaje; la GC 150, de Valleseco a Gáldar; la GC- 350, de la Villa de Moya.

En el norte de Gran Canaria se esperan lluvias fuertes, así como en el norte de Tenerife, donde además de la lluvia habrá viento fuerte de hasta 75 kilómetros por hora y malas condiciones en el mar.