La tan ansiada rehabilitación turística necesaria en San Bartolomé de Tirajana abre nuevas vías y posibilidades de desarrollo en San Agustín, uno de los espacios del municipio donde hasta ahora menos se ha intervenido y donde por fin llegará la modernización de las infraestructuras. En este escenario, Montebalito S. A., a través de la sociedad San Agustín Realty S. L., promueve la construcción de un complejo con equipamiento complementario que dará servicio a la playa y que incluirá un balneario público, instalaciones de spa, restaurantes y 41 apartamentos turísticos de cinco estrellas.

Para ello, la entidad mercantil ha solicitado la evaluación ambiental estratégica simplificada de la modificación menor del Plan General de Ordenación de San Bartolomé de Tirajana, en la parcela D de San Agustín, según recoge el Boletín Oficial de Canarias (BOC). Se trata de la primera parcela que se construyó en el Sur en el año 1963, tras el concurso internacional Maspalomas Costa Canaria de 1961, para albergar el histórico restaurante La Rotonda, diseñado por el prestigioso arquitecto Manuel de la Peña, y los bungalós Los Caracoles.

Estos fueron dos de los proyectos urbanísticos que sentaron los pilares del posterior desarrollo turístico de los municipios del sur de Gran Canaria. Por delante vendrían innumerables edificaciones destinadas a una incipiente actividad turística que iba a convertir a la Isla en uno de los destinos más demandados del continente europeo, aunque por aquel entonces nadie imaginaba que aquellos primeros turistas nórdicos que llegaban a Gran Canaria serían tan solo los primeros de una larga lista de visitantes que iban a colocar al destino en el mapa internacional.

El restaurante La Rotonda y el complejo de bungalós Los Caracoles, de capital 100% de la mano de la familia Del Castillo e inaugurados en el año 1964, arrancaron el motor turístico de San Bartolomé de Tirajana y aceleraron a toda máquina hacia la transformación del Sur, que pasó de las plantaciones tomateras a grandes edificaciones.

A partir de entonces comenzaron a multiplicarse redes de apartamentos, bungalós y chalés, además de construirse en 1965 el hotel Folías, por la iniciativa de los empresarios Arístides Jaén, Francisco Díaz Casanova y Perico Hernández, entre otros, el primer establecimiento hotelero del creciente destino turístico Maspalomas Costa Canaria.

Desde entonces, San Agustín fue incorporando numerosos complejos turísticos, establecimientos que apenas se han modernizado, evidenciando un importante estado de obsolescencia de la zona.

Estado que, en la medida de sus capacidades, el Ayuntamiento ha querido corregir de unos años para acá, interviniendo en la mejora de la vía GC-500 a su paso por San Agustín. Así, el tramo que va desde la Clínica Roca hasta el centro comercial San Agustín se convirtió en vía urbana, con área peatonal y amplios espacios verdes. Misma intervención que se prevé entre este punto y la rotonda de El Veril, donde además se eliminarán los pasos elevados.

Y todo ello, en una mixtura de intervenciones públicas y privadas que continuará ahora Montebalito con el proyecto en la Parcela D de San Agustín.

Con el objetivo de construir este complejo, la compañía turística aspira a una modificación en el planeamiento municipal que permita cambiar el uso terciario del suelo, destinado y con licencia para la implementación de oferta comercial, para propiciar su uso turístico alojativo.

Paseo peatonal

El proyecto que Montebalito promueve en San Agustín se concreta en un complejo que da servicio a la playa con un balneario público de 120 metros cuadrados, un spa de 815 metros cuadrados, un espacio destinados a restaurantes con una superficie de 500 metros cuadrados y 41 apartamentos de cinco estrellas distribuidos por un área de 2.200 metros cuadrados. Los apartamentos tendrán todos vistas al mar, dejando espacio abierto junto a la playa y permeabilidad visual desde el aparcamiento.

Todo el conjunto estará repartido en un edificio de varias plantas de altura ajustadas en un terreno escalonado, por lo que dos plantas darán hacia la GC-500 y otras dos tendrán vistas hacia el mar. Es todo este complejo, la empresa promotora tiene previsto invertir una cuantía que se eleva a los 18 millones de euros, según han revelado fuentes de la compañía.

Este equipamiento complementario se completará permitiendo el acceso a la playa a través de la parcela con la habilitación de un paseo peatonal de cinco metros de ancho para comunicar el aparcamiento de la playa con el paseo marítimo que discurre enfrente de esta edificación. Este paseo se acondicionará por uno de los laterales de la parcela y posibilitará mejorar la entrada a la playa, ya que hasta ahora quienes quieran acceder a San Agustín tienen que hacerlo a través de la desembocadura del barranco colindante.

Este complejo se abordará como una única unidad de explotación para evitar la residencialización del producto, ya que precisamente el área de San Agustín es uno de los puntos donde más se utilizan los establecimientos turísticos como vivienda habitual.

Con el desarollo de este proyecto urbanístico, el objetivo de la promotora es convertir el entorno de San Agustín en una zona más atractiva turísticamente que sea capaz de competir con otros destinos turísticos de San Bartolomé de Tirajana, como Playa del Inglés, Maspalomas o Meloneras, donde los empresarios han ido apostando poco a poco por la modernización de sus establecimientos en los últimos años y donde también ha llegado la rehabilitación pública.

Cuando adquirió los terrenos hace varias décadas, la empresa San Agustín Realty S. L. optó por demoler las estructuras que aún quedaban en pie en la parcela debido a que se había convertido en un foco de atracción para personas sin hogar.

Posteriormente, hace 18 años, la compañía dispuso de un proyecto de edificación de comercios para los cuales obtuvo licencia de construcción pero que no llevó a término. Un proyecto del cual ha desistido ya que, explican voces autorizadas por la empresa, hoy no tendría cabida y sería obsoleto para la zona dado el exceso de oferta de uso terciario en este área de San Bartolomé de Tirajana.

Tras el procedimiento de evaluación ambiental, la compañía presentará los proyectos ante el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Las pretensiones de la empresa turística es iniciar los trabajos de construcción de este complejo de equipamientos complementarios en menos de dos años.