La mayoría de los ayuntamientos de Gran Canaria no han cumplido los compromisos adquiridos con el Cabildo para luchar contra el maltrato animal y evitar el traslado de perros y gatos abandonados al Albergue Insular de Bañaderos, que sigue al máximo de su capacidad pese a que en el año 2019 se redujo un 20% el número de entradas.

Justo un año después de la firma del Pacto por el Bienestar Animal no se han construido nuevos centros para atender a esas mascotas y tampoco se han elaborado las ordenanzas municipales para regular la tenencia de animales y sancionar las infracciones, según reconoció ayer la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Inés Jiménez, quien consideró que los únicos resultados visibles un año después es la creación de concejalías de Bienestar Animal en algunos ayuntamientos.

La consejera lamentó la escasa implicación de los alcaldes en la batalla que ha emprendido el Cabildo por reducir el abandono de perros y gatos. "No se puede generalizar, pero algunos ayuntamientos no han hecho nada durante este último año", declaró Jiménez. Salvo municipios como Ingenio, Agüimes o Mogán, que cuentan desde hace años con sus propios albergues, los demás siguen entregando los animales abandonados en el Albergue del Cabildo en Bañaderos. La mayoría de los perros y gatos que llegan son de los municipios más poblados, como Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Santa Lucía, Arucas y Gáldar.

Hace un año se acordaron 12 medidas urgentes, como iniciar la construcción de refugios municipales -de un solo ayuntamiento o de varios mancomunados- para reducir la masificación de Bañaderos o aprobar ordenanzas municipales. Esta última facilitaría a los ayuntamientos y los ciudadanos denunciar prácticas como la organización de peleas de perros o el abandono de animales utilizados en la caza.

Peleas de perros

La consejera explicó que en la Isla se siguen celebrando peleas clandestinas que acaban con la muerte de animales, por lo que es necesario que todas las administraciones aprueben normas de protección para poder perseguir esas prácticas. Al respecto, recordó que las competencias sobre bienestar animal corresponden a la Comunidad Autónoma y a los ayuntamientos, pero en Gran Canaria es el Cabildo el que se ha ocupado históricamente de las mascotas abandonas ante la inacción de esas dos administraciones.

De hecho, uno de los acuerdos adoptados en la última reunión del Pacto por el Bienestar Animal es dirigirse al Gobierno de Canarias y al Parlamento autónomo para que aprueben lo antes posible el reglamento que se empezó a elaborar en la pasada legislatura. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es el único que ha empezado a elaborar un reglamento municipal, por lo que se propuso que los demás municipios lo utilicen como texto base para aprobar los suyos.

En ese encuentro, Jiménez dio a conocer a los 21 ayuntamientos el balance del Albergue Insular del año 2019, en el que ingresaron 2.662 animales frente a los 3.352 del año anterior, es decir, 690 menos. Esa reducción del 20% refleja "una importante mejora" en la entrada de animales procedentes de los ayuntamientos, los entregados directamente en las instalaciones, los encontrados en la vía pública y los devueltos por particulares.

"La cifra se ha reducido significativamente desde 2017, cuando entraron 3.514 perros y gatos", resaltó. Sin embargo, las instalaciones están al máximo de su capacidad y se mantienen las eutanasias por la masificación y las enfermedades.

En 2019 ingresaron 2.060 perros, de los cuales 1.765 fueron entregados por los ayuntamientos. Estos animales han tenido un destacado descenso, ya que en 2017 ingresaron 2.860 y en 2018, 2.427. Además, a lo largo del año también se recibieron 602 gatos, 323 menos que en 2018 y 52 menos que en 2017.

La consejera resaltó que 1.704 animales encontraron un nuevo hogar gracias a las adopciones, de los que 1.379 fueron perros y 325 gatos, mientras que 34 canes y 15 gatos fueron dados en acogida. Además, 535 animales fueron sacrificados, 339 fallecieron en las instalaciones y 93 fueron recuperados por sus dueños.