El Cabildo de Gran Canaria y los ayuntamientos mantuvieron ayer la primera reunión de coordinación del mandato con la vista puesta en el reto de instalar obligatoriamente en los próximos años el denominado quinto contenedor de color marrón, es decir, el de recogida selectiva de materia orgánica, tal y como estipula la normativa europea, según informó en gobierno insular en una nota.

Para ello, concejales y técnicos de residuos municipales conocieron en este encuentro presidido por la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, una de las experiencias piloto que ya está en marca en la Isla, la de la Mancomunidad del Sureste, que lleva seis meses con esta iniciativa.

Agüimes, por ejemplo, ha instalado contenedores marrones en pequeños barrios tras un proceso de sensibilización para explicarles a los ciudadanos el procedimiento y que conozcan que es lo que se puede depositar en ellos, como restos de comida y vegetales, y hasta restos de infusiones y pozos de café.

Esta experiencia del Sureste funciona con un sistema de tarjetas identificativas para que los ciudadanos puedan abrir el contenedor asignado con el objetivo de poder evaluar posteriormente si se realiza el procedimiento de forma correcta. Además del Sureste, Telde tiene previsto también iniciar próximamente una prueba piloto con el contenedor de recogida de materia orgánica gracias a una inversión de Fondos de Desarrollo de Canarias.

Jiménez detalló que Gran Canaria lidera el reciclaje de residuos domésticos y comerciales en Canarias, con un porcentaje del 32% frente al 12% regional. El objetivo marcado por la Unión Europea es llegar al 50% este año y al 55% en 2025.

La consejera explicó que alcanzar el reto será un trabajo conjunto con los ayuntamientos porque son los encargados de la recogida selectiva, mientras que el Cabildo se encarga de su tratamiento y para ello se realizan estas reuniones.