San Bartolomé de Tirajana refleja la multiculturalidad que rebulle en sus calles y parajes naturales, donde se entremezclan turistas, lugareños de toda la vida y, también, la comunidad islámica que reside en el municipio. El II Encuentro de las Mujeres Musulmanas de Gran Canaria se ha celebrado en el Centro Cultural de Maspalomas, promovido por la Asociación Mujeres Musulmanas de Gran Canaria Ettakwa con el apoyo de varias instituciones públicas.

Un centenar de mujeres se acercaron a compartir experiencias y dialogar sobre la dicotomía que presenta actualmente la aplicación de la doctrina y la igualdad de oportunidades que buscan las creyentes en la actualidad.

Houda Charradi El Maknati es la presidenta de la organización y, tras sopesar las virtudes e inconvenientes de este evento, lo califica como un éxito: "Es un encuentro para sensibilizar y hablar de algunos conceptos mal citados en el Alcorán que han perjudicado mucho a las mujeres", afirma con rotundidad.

Es la segunda vez que se da cita tras varios años de esfuerzo por realizar un encuentro en el que se hablara sin tabúes de las preocupaciones de la comunidad con respecto al feminismo y a la consecuente igualdad de oportunidades.

A las ponencias acudieron féminas, mayoritariamente musulmanas pero también ajenas a la creencia, de todas las edades, desde jóvenes a ancianas o madres a las que se les ha habilitó un servicio de guardería para que pudieran disfrutar y compartir la experiencia.

Interpretación

Una de las trabas con las que se encuentra actualmente la religión islam es la interpretación de los textos del Corán. El libro sagrado del islam es, según los musulmanes, la palabra de Dios. Este fue escrito alrededor del siglo VII a la muerte del profeta Mahoma, recogiendo las enseñanzas y revelaciones que hizo en vida y escritas en árabe clásico. Es más, toda traducción suele considerarse como un medio para ayudar a entender el compendio original y, realmente, una acertada interpretación devendría de la lectura de la fuente original.

Por ello, Charradi afirma que "hay conceptos del texto sagrado que están mal interpretados por los sabios, resultando que la mayoría que los hacen son hombres" y, acerca de la complejidad de la lengua analiza que "el idioma árabe hay que entender tanto su gramática como lugar y momento para hacer una buena interpretación".

La complejidad de la temática fue reflejada en la charla central de la jornada "Feminismo islámico, una visión desde Canarias", donde participaron María Dolors Bramon Planas, doctora en Filología, escritora, profesora y ensayista especializada en el islam, junto a Elena Máñez Rodríguez, antigua directora del Instituto Canario de Igualdad y experta tanto en la materia como en violencia de género.

La estudiosa Bramon desea resaltar que su enseñanza se basa en reflejar que "la doctrina del islam posee el empoderamiento de la mujer, en grado sumo, si se lee se llegará a la conclusión de una igualdad". Toma como ejemplo que, antes de su predicación, las mujeres eran objeto de herencia en la Arabia del siglo VII, "si el marido moría, pasaban a ser heredadas por los hermanos de estos, eran objetos; sin embargo, a partir del Corán, las mujeres tuvieron derecho a heredar la mitad".

Hoy en día, ya en Túnez se ha legislado para que tengan el mismo derecho a heredar lo mismo que sus hermanos y parientes. Poco a poco se va mejorando lo que el Corán ya mejoró en su momento". Por ello, la experta entiende que "un hombre o una mujer feminista musulmán lo que tiene que hacer es hablar y seguir el Corán, no seguir las interpretaciones que surgieron de hombres hace más de quinientos años, las cuales ya están desfasadas".

Evolución

Va un paso más allá y plantea la siguiente pregunta: "Si dios es eterno y existe y, pues, existirá, ¿por qué acabar su mensaje en el año 632? No hay que leer las palabras de dios con ojos del siglo VII sino con la mirada del siglo XXI".

La contextualización de cada época es imprescindible para tratar de entender la evolución de los derechos de la mujer en el islam, y Elena Máñez insiste en que "hablar de feminismo es hablar de derechos humanos, una cosa es la fe y la espiritualidad, y otra es estar por encima de cualquier tipo de condicionante, no podemos caer en el relativismo cultural".

De igual manera, sostiene que hay que escuchar a las mujeres musulmanas y evitar una occidentalización del análisis que se plantea puesto que el debate posee muchas aristas, "no tienen las mismas vivencias una mujer marroquí que una de Arabia Saudí, mientras que la raíz estructural sigue siendo el patriarcado".

Houda Charradi continúa en la senda por hablar y visibilizar la situación, y espera con ánimo seguir con la labor y que este pequeño grano de arena se convierta en un debate generalizado en la comunidad. Mientras, los hombres que comparten sus vidas y creencias, se muestran sorprendidos y un tanto recelosos, pues contraviene a la tradición el deseo por un cambio real. "La búsqueda de imanes -los dirigentes religiosos- progresistas será también clave", puntualiza Charradi.