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Arucas

El deterioro del colegio de Cardones obliga a desalojar al alumnado de Infantil

El levantamiento de parte del suelo del inmueble preocupa a las familias, que creen que, debido a esta situación, Educación podría proceder a desmantelar el centro

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Cierre temporal del CEIP Eduardo Rivero de Cardones (Arucas)

Los niños de Educación Infantil del CEIP Eduardo Rivero Ramos no pudieron asistir a clases ni el martes ni ayer. Los suelos de algunas de sus aulas se levantaron la semana pasada y, tras un análisis de los técnicos municipales y de la Consejería canaria de Educación, decidieron evacuar ese módulo del centro y reubicar al alumnado en otro edificio que se encuentra a unos 300 metros y que alberga a los estudiantes de Primaria. En total, 94 alumnos de tres, cuatro y cinco años han visto trastocado su día a día ante la ausencia de mantenimiento de la infraestructura que denuncian sus padres y madres.

Estos días, la Consejería de Educación, el Ayuntamiento de Arucas y el director del centro han mantenido varios encuentros para hallar una alternativa que permita a los menores volver a estudiar sin poner en riesgo su seguridad y la del cuerpo docente y no docente del centro. Así, se ha decidido que, de manera temporal, el alumnado de cuatro y cinco años será trasladado al edificio de Educación Primaria, mientras que los de tres años se mantendrán en el recinto actual, aunque en otro módulo en frente del dañado que no presenta afecciones.

La directora general de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa del Gobierno de Canarias, Laly González, explicó que, una vez procedido a la evacuación del alumnado, se ha encargado un expediente por la vía de urgencia para que una empresa especializada analice el estado del inmueble y juzgue la viabilidad de acometer una obra de rehabilitación. De poderse practicar esa actuación, la Consejería se pondría manos a la obra para tratar de solventar el problema "cuanto antes". Si no, insistió González, se demolería el edificio y se construiría de nuevo, pero en ningún caso se plantea el cierre definitivo.

Sin embargo, los padres no están tan seguros sobre este último punto. Según su portavoz, Marcos Alonso, existe cierto temor entre ellos ante la posibilidad de que esta situación termine provocando un "desmantelamiento encubierto" del centro, que a día de hoy escolariza a casi 350 alumnos, 94 de ellos en Educación Infantil. "Con esta política de recortes por todos lados, si el próximo curso en lugar de habilitar una inscripción para 30 personas, lo habilitas para la mitad de gente, poco a poco se va despoblando el centro de alumnos", expresó con preocupación. Ello les terminará obligando a repartir a todos los estudiantes "por tres o cuatro centros de todo el municipio".

De hecho, esa fue una de las propuestas que ya se les planteó a los progenitores en estos días: trasladar a los grupos, de manera provisional, a otros colegios -como el de Santidad o La Goleta- que podían albergarles porque disponían de las instalaciones para ello. Algo a lo que se negaron tajantemente los padres porque supondría "trastornos no solo para nosotros, sino también para los propios niños y niñas".

Desde la Consejería de Educación, se aseguró que los estudiantes nunca serían trasladados a un nuevo centro de manera individual, sino que lo serían en "grupos completos" incluidos los profesores, y siempre a lugares que se encontraban a una distancia de alrededor de ocho minutos en transporte público, que sería sufragado por el propio Gobierno canario. Lo mismo ocurriría con los servicios de comedor y acogida temprana.

A lo que finalmente se ha optado ha sido a habilitar una serie de aulas que se encontraban prácticamente sin uso en el módulo de Primaria para albergar a estos alumnos y alumnas. Se trata de una serie de clases polivalentes que se utilizaban como biblioteca, sala de informática y para impartir lecciones de inglés. En cualquier caso, habrá aulas para "cada uno de los seis grupos que se encuentran afectados", para que no se den casos de "hacinamiento" ni se vea afectada su capacidad educativa, tal y como apuntó Laly González.

Este punto también fue comentado por los padres. Según Alonso, el edificio de Primaria "no tiene mucho más espacio para albergar a todos estos niños", y lamentó que se haya tenido que usar estas aulas porque repercute negativamente en la formación del alumnado. Por ello, hizo un llamamiento a todo el barrio de Cardones para que se movilice en defensa de sus derechos, ya que este es un problema que, según él, "afecta a toda la comunidad educativa".

Ampliar el centro actual

"Creemos que la mejor alternativa es que ubiquen temporalmente a los niños en unas aulas prefabricadas y, sobre todo, que retomen el proyecto de construcción de un centro de Infantil, que ya estaba proyectado pero que con la crisis se paró", comentó ayer el portavoz de los padres. En cuanto a la primera opción, admitió que el Gobierno opinaba que era una actuación "cara". Y en lo que respecta a la segunda, indicó que ya existía un proyecto que está "olvidado en la Consejería".

Sobre ello, el concejal de Educación de Arucas, Chano Guerra, apuntó que espera abordar el tema de la ampliación "en poco tiempo" porque es una demanda de los vecinos de Cardones. Agregó que el Consistorio cedió el terreno aledaño al módulo de Primaria en su momento a la Consejería para que acometiera los trabajos oportunos. "Es un tema de funcionalidad, para que todo el centro esté en una única unidad edificatoria y se evite el traslado de alumnos, de personal, de portería...", enumeró el edil.

Guerra recordó que, al comienzo del mandato actual, en torno al mes de octubre, él mismo y el alcalde aruquense, Juan Jesús Facundo, se reunieron con la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, María José Guerra, para trasladarle el dossier sobre la cuestión educativa en el municipio que había preparado la Corporación, dentro del que se encontraba la cuestión del CEIP Eduardo Rivero Ramos. Según el concejal, la consejera "mostró bastante predisposición a abordar" cada uno de los temas que se le presentaron. Sin embargo, ayer su directora general de Centros, Infraestructuras y Promoción Educativa reconoció que ese proyecto, al haber pasado tanto tiempo, tenía que ser "actualizado" para conocer la situación hoy en día.

Pérdida de matrículas

González expresó que sería necesario hacer "una adecuación a las necesidades de escolarización" de la zona en la que se encuentra este colegio. Según la Consejería, desde el año 2016, el centro ha perdido 60 matrículas y algunas de las clases que se construyeron en su momento para cubrir la demanda ahora sirven para otras cuestiones, como biblioteca o sala de informática, ya que estaban sin uso.

Mientras siguen esperando a que se aclare el futuro de la ampliación del colegio, los progenitores han tenido que gastar su tiempo, y en algunos casos hasta su dinero, en hacer pequeñas actuaciones para el mantenimiento cotidiano del centro en el que cursan sus estudios sus hijos. Es el caso de Pablo, padre de una alumna que se encuentra en el tercer ciclo de Infantil y que ya tuvo a otra en ese inmueble -ahora cursa sexto de Primaria en el otro edificio-. Según dijo, varios padres se encargaron una vez de pintar el interior de las aulas a petición de la propia dirección del centro. "Uno de ellos, que es carpintero, fabricó incluso una casita dentro de las clases que se costeó de su propio bolsillo", puntualizó antes de criticar que lo que acontece en el CEIP es "inadmisible". Y censuró la "nula" gestión que de la unidad educativa ha hecho el Consistorio aruquense.

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