Los años no pasan en balde para nadie, y tras haber cumplido hace poco su centenario, la iglesia de San Juan Bautista de Arucas va a volver a someterse a un lavado de cara para corregir los desperfectos del inmueble y sanear las fachadas. Son desperfectos propios de este tipo de templos construidos en roca y que presentan multitud de recobecos en los que suelen aparecer líquenes, hierbas o helechos. Precisamente, un ejemplar de estos últimos ha llamado la atención en los últimos días de algunas personas, ya que ha adquirido un tamaño que le hace visible desde varios puntos de las inmediaciones del templo y del casco histórico del municipio norteño.

Si bien es cierto que sorprende el tamaño alcanzado por este ejemplar de helecho tipo Holly ( Cyrtomium falcatum), una especie introducida originaria de Asia, pero que se ha extendido por gran parte de Europa, las islas Atlánticas, Australia, Nueva Zelanda y América. Lo normal es que se vean pequeñas plantas herbáceas en los pináculos y oquedades de la iglesia, pero no suelen adquirir una voluminosidad tan grande.

La presencia de estas plantas, pero también de líquenes, que se forman por la simbiosis de un hongo y un alga o cianobacteria, o veroles suele ser bastante asidua en el templo. Como explicó ayer su párroco, Santiago González Hernández, la unión de la piedra propia de la cantera aruquense y de la humedad ambiental que reina en el municipio durante grandes partes del año, propicia el surgimiento de estas especies, algo que también pasa en otras iglesias similares, como las catedrales de León, Burgos o la propia Notre Dame de París.

Ello provoca que la iglesia tenga que pasar por una serie de actuaciones para mantener su estado de conservación. Estos días se han cambiado algunas de las bombillas que iluminan las naves del templo, que presenta una decoración atípica debido a la presencia de maquinaria y pequeñas grúas. Pero esos trabajos de rehabilitación se llevarán también al exterior, y se prevé realizar un saneamiento integral de las fachadas, para chequear las 5.000 piezas pétreas que pueblan el recinto, y que le hacen tan icónico en Gran Canaria y en el Archipiélago en su conjunto.

"La iglesia es un Bien de Interés Cultural, por lo que en su conservación está presente el Gobierno de Canarias", comentó con orgullo González. No solo por su estilo neogótico, único en las Islas, sino también por su patrimonio artístico y cultural. En su interior alberga vidrieras de la francesa Casa Maumejéan, pero también cuadros de Michiel Coxcie (del siglo XVI) y esculturas de Manuel Ramos González o la Escuela hispano filipina.

Obras en agosto

Según adelantó el párroco de San Juan Bautista, se prevé que la actuación en el exterior del templo comience en el mes de agosto, ya que hay "menos actividad" en la zona del casco histórico aruquense, al no haber clases en los institutos y colegios y marcharse de vacaciones la mayoría de las industrias que hay en la zona que sube hacia la Montaña de Arucas. Y es que todo aquel que quiera llegar hasta esas calles tienen que pasar sí o sí por las inmediaciones de la iglesia, por lo que cortar esa calle en plena época escolar generaría el colapso en el centro del municipio norteño.

"Lo primero que se tiene que poner sobre la mesa es un presupuesto, luego se tiene que redactar el proyecto de actuación y, finalmente, sacarlo a licitación", explicó González. El Consistorio y el propio Obispado se encuentran ya coordinando todos estos trámites para que los Gobiernos regional e insular inicien el proceso. Si todo sigue su curso, en agosto se vallará todo el perímetro del inmueble y las grúas se convertirán en un elemento más del paisaje municipal, al menos por unos días. "Ante cualquier síntoma de inseguridad, se retirará cualquier elemento", aseguró con rotundidad el párroco.