"No puede ser que cada vez que suceda algo en la GC-1 se colapse todo el tráfico de la Isla durante varias horas", expresa Javier Sampedro, gerente del parque empresarial de Melenara, sobre el atasco que produjo el vuelco de un camión de mercancías a escasos kilómetros del polígono industrial de Arinaga. Su queja pueda aplicarse a todo el colectivo de empresarios, especialmente del municipio de Telde. "Un 40% de los trabajadores de las empresas ubicadas en el parque llegó tarde a trabajar; yo mismo estuve casi tres horas esperando en el atasco", asegura según un estudio que realizaron al comprobar las plazas libres de los aparcamientos destinados a empleados.

Cristina Reyes, que ostenta el mismo cargo en el parque empresarial de El Goro, añade que los atascos que puedan producirse en la autopista no solo afectan a nivel logístico a las compañías ubicadas en esta zona. "Las retenciones provocan pérdidas económicas, sobre todo porque una buena parte de nuestras empresas se dedican al sector del transporte", explica, asegurando que los trabajadores inician su actividad sobre las ocho de la mañana y muchos estuvieron retenidos entre dos y tres horas en el atasco.

Problemas en el trabajo

En este sentido, Vicente Gil, que trabaja como repartidor, explica que debido a la caravana "los proveedores están llegando muy tarde, y la mayoría de los clientes que son las grandes superficies están ampliando el horario para la recogida de mercancías". Gil estaba descargando mercancías en el Lidl de la avenida Juan Carlos I cuando le tocó a eso de las 7.00 horas reponer los prod uctos en la base industrial de Arinaga: la caravana lo retuvo durante hora y media. Oliver Castellano, también repartidor, expresa que si de forma habitual cruza la recta de la calle León y Castillo de la capital en unos cinco minutos, esta vez le tocó arrancar y parar durante una media hora.

Asimismo, también los empresarios de los diferentes barrios del municipio se unen a las quejas. "Necesitamos que solucionen urgentemente los problemas de tráfico que hay en la autopista, especialmente a su paso por Telde", asegura Mónica Muñoz, empresaria del casco comercial del municipio. Tres de sus empleados aparecieron tarde a sus puestos de trabajo, aunque "siempre pasa desde que hay algún accidente en la autopista", cuenta resignada y manifiesta la necesidad de que se establezca una unidad de emergencias para paliar con rapidez los problemas que se generen por el tráfico. "Es increíble que en China sean capaces de levantar un hospital en diez días y que aquí tardemos casi cuatro horas en retirar un vehículo de la vía", añade.

Muchos conductores que sufrieron las consecuencias del accidente manifiestan que es el peor atasco que han sufrido en años, por lo menos en lo que a cuestión de tiempo de espera conlleva. Alberto Suárez, propietario de un quiosco de lotería en el Alcampo, relata que se montó en su coche sobre las ocho y media de la mañana y no llegó hasta pasadas las 11.00 horas al complejo comercial de La Mareta. "Pillé la caravana a la altura del Hospital Insular; allí estuvimos parados un buen rato y mucha gente salía a estirar las piernas", asegura aún asombrado. Otro de los afectados asegura que sufrió durante casi cuatro horas las consecuencias del atasco. "Trabajo en una oficina en el Sur, pero vivo en la capital y salgo sobre las 7.30 para llegar puntual", explica Chema Godynski, original de Polonia. Vive desde hace cinco años en la Isla y aunque reitera que está contentísimo con la forma de vida, no puede decir lo mismo del tráfico. "Es bastante agobiante", asegura y añade como dato que en otros países europeos "se prohíbe el tránsito de camiones en las horas puntas del día".

En el caso de Juan Ramón Martín, el atasco le cogió rumbo al aeropuerto para llevar a su hija, que estudia Enfermería, a coger el vuelo a Fuerteventura de las diez de la mañana. Desde las 8.30 horas en carretera para estar puntual, pero no hubo manera. "Me pilló la cola en el Materno y a los diez minutos ya estaba el atasco por San Telmo. Desde que llegamos a la zona de la Escuela de Arte, decidimos dar la vuelta a la vista de que era imposible, y cambió el vuelo a las 15.00 horas", comenta el profesor del Conservatorio de Música de Las Palmas.

Pero si los pasajeros tuvieron problemas para acceder al aeropuerto tambien lo tuvieron los empleados. Nuhazer Rodríguez llegó preocupado a la instalación aeroportuaria dos horas más tarde de lo que establece su contrato laboral. Sin embargo, no fue el único. "No sabía qué había pasado, pero cuando llegué me dijeron que me tranquilizara porque muchos otros compañeros tardaron como yo", sostiene.

El sector del taxi también se vio gravemente afectado durante las primeras horas del día. Germán Rivero, taxista de la capital, comenta que a las 9.30 horas iba con destino de San Telmo al Materno con un servicio que, finalmente, no pudo concluirse. Se quedó por el Insular y, arrancando de nuevo con un usuario, tuvo que parar. "Me quedé en la rotonda porque se le hacía tarde al cliente para ir a trabajar, y después de un rato vine al Corte Inglés, pero por la circunvalación". La astucia y los vericuetos del callejero grancanario fueron las artes que se gastó para eludir el colapso que durante la jornada paralizó la zona, también, de San Cristóbal.

A ello se le añade las quejas del colectivo en las medianías de Telde. Lorenzo Rodríguez, presidente de la cooperativa de taxis, subraya las molestias que suponen para el servicio "los clientes han estado quejándose enfadados porque los taxis no llegaban y los compañeros han estado muy nerviosos por la caravana". El sustento de su trabajo, obstruido por la circulación, ha sido la gota que ha colmado el vaso de las reivindicaciones que ya se manejan desde hace años para la construcción de la tangencial, "esto no cabe en nuestro día a día", razona el presidente.