El Cabildo de Gran Canaria modificará el Plan de Cooperación con los 21 Ayuntamientos y las tres Mancomunidades de la Isla para que se incluyan actuaciones relacionadas con el desarrollo sostenible, entre ellas la construcción de albergues de animales en los municipios para aliviar la saturación de la perrera de Bañaderos, la mejora del paisaje y la prevención de incendios forestales, según anunciaron ayer el presidente del gobierno insular, Antonio Morales, y el consejero de Cooperación Institucional, Carmelo Ramírez, durante la reunión del Consejo Insular de Corporaciones Locales.

La propuesta del Cabildo es que la mitad de los 72 millones de euros consignados para el Plan 2020-2023 se destinen a programas de desarrollo sostenible en el ámbito local. Así, esos 36 millones de euros en cuatro años deben gastarse en cuatro nuevas materias.

La primera es la eficiencia energética y energías renovables, que incluye proyectos de generación de energías renovables y autoconsumo, adquisición de vehículos eléctricos para el parque público municipal e instalación de puntos de recarga, alumbrado público de bajo consumo y mejora de edificios e instalaciones que conlleven ahorro energético.

El segundo bloque de actuaciones es el de la protección del paisaje y áreas naturales, que contempla la recuperación de la calidad del paisaje natural, rural, urbano y periurbano, la conservación de áreas naturales y reforestación, los anillos verdes y sus conexiones, y los itinerarios naturales.

Compromisos

El tercer apartado es el del bienestar animal y prevé la construcción y reforma de albergues de animales en los municipios y la adquisición de equipamiento y vehículos adecuados a esta finalidad. El Cabildo y los 21 alcaldes firmaron hace un año el Pacto por el Bienestar Animal y se comprometieron a poner en marcha 12 actuaciones, pero en este periodo apenas se han visto resultados en la lucha contra el maltrato animal. De hecho, los técnicos de Medio Ambiente solicitaron ayer a los ayuntamientos que informen de las medidas que están tomando para cumplir ese Pacto.

El cuarto epígrafe es el de la protección civil y la prevención de riesgos, que recoge la construcción y reforma de edificios, instalaciones e infraestructuras para protección civil; la dotación de medios materiales previstos en los planes locales de protección civil y la adquisición de vehículos para esta finalidad.

El jefe técnico del Servicio de Emergencias del Cabildo, Federico Grillo, explicó a los alcaldes la situación actual en la prevención de incendios forestales y de otras posibles catástrofes naturales (inundaciones, volcanismo) y les solicitó que se refuercen los cuerpos municipales de Protección Civil, pues sus intervenciones son especialmente claves en los pequeños siniestros.

De hecho, Grillo resaltó que son esos equipos de Protección Civil los que apagan la mayoría de los incendios que se quedan solo en un conato y no trascienden, un millar en los últimos 20 años. Sin embargo, necesitan ropa adecuada para protegerse de las llamas, vehículos y emisoras de radio para coordinarse con los otros cuerpos de emergencias.

Respecto al contenido del Plan de Cooperación 2020-2023, Carmelo Ramírez resaltó que de los 72 millones previstos, 60 están destinados a los ayuntamientos y 12 a las mancomunidades. Cada año habrá 15 millones para los municipios y tres para las comarcas, que además pueden plantear plurianualidades de dos años, lo que permite una mejor programación de las obras. El criterio de distribución por municipios es el mismo, un 25% como cantidad fija para todos y un 75% según la población.

Aparte del desarrollo sostenible, la otra mitad del dinero se debe gastar en la prestación de los servicios mínimos que son de competencia municipal, como redes de saneamiento y depuración de aguas, alumbrado y pavimentación o recogida de residuos, así como a instalaciones deportivas, plazas, parques o centros sociales. Ramírez pidió a los alcaldes que agilicen los proyectos de 2020 y los remitan al Cabildo antes del 31 de mayo.