El Ayuntamiento de Santa María de Guía levantó ayer la prohibición del baño en las piscinas naturales de Roque Prieto tras haber recibido el informe favorable sobre la calidad del agua por parte de Inspección Sanitaria de la Dirección del Área de Salud de Gran Canaria confirmando que no existe peligro para la salud pública.

El alcalde, Pedro Rodríguez, decretó hace diez días su cierre debido a los vertidos procedentes de una finca agrícola cercana, trasladando las actuaciones pertinentes a la Dirección de Salud Pública del Gobierno de Canarias y al Consejo Insular de Aguas. El informe preliminar apuntaba que el vertido podía ser de estiércol.

El regidor y la concejala de Medio Ambiente, Leticia García, visitaron Roque Prieto para comprobar que la zona se encontrara en buen estado.