San Bartolomé de Tirajana es el municipio con más riesgo de mortalidad de Canarias y el 96 del país, según el Atlas Nacional de la Mortalidad en España (Andees) del grupo de investigación Bayensians. Las cifras analizan las principales causas de defunción de los 8.064 municipios nacionales. En contrapartida, Artenara y Tejeda resultan ser las localidades de Gran Canaria con los índices más bajos de mortandad. Unas estadísticas que también dilucidan que la diabetes es la enfermedad con más incidencia, siendo la causa número 1 de la mayoría de las administraciones.

Ana Wagner, especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria, comenta que "claramente hay una reducción de mortalidad en todas las regiones en este período de tiempo y da la sensación de que la diferencia entre regiones ha disminuido". Los resultados que traslada el mapa interactivo se basan en el análisis de un total de 10 millones de muertes ocurridas entre 1989 y 2014 que se han cruzado con las 102 causas de mortalidad recogidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), donde San Bartolomé de Tirajana supera en un 20% a la media nacional.

En relación a la diabetes, la endocrina analiza que "ahora estamos en el puesto 14 a nivel nacional, es una mejora", además, se están avanzando proyectos para su análisis y prevención, "queremos mejorar la transición entre pediatría y endocrinología para que no pierdan el seguimiento los adolescentes, también estamos estudiando el efecto de la diabetes materna sobre sus hijos para que nos dé pistas sobre por qué se perpetúa el riesgo de obesidad". Acerca de las razones para que Canarias continúe en la lista, afirma que "se ha visto que la población con menor poder adquisitivo come de manera menos saludable, pero también hay distintos comportamientos como la menor actividad física y, por lo tanto, mayor sedentarismo que incrementa la obesidad, así como la comida hipercalórica o rápida".

Por su parte, Julián Tamayo, experto en Endocrinología y Nutrición en Hospitales San Roque de Maspalomas aduce que los cambios de los hábitos alimenticios de la población canaria en las últimas décadas se debe, en parte, a la alta tasa turística, "la población flotante tiene unos hábitos que han modificado a la residente, a su vez, los índices de sedentarismo se han elevado con los cambios de trabajo, pero siempre se ha reconocido que en Canarias hay una tendencia genética al desarrollo del síndrome metabólico". Este es un conjunto de enfermedades que engloba la elevación de hipertensión arterial y triglicéridos, "lo que conlleva a que aparezcan más infartos e ictus". Otro factor a destacar es el menor poder adquisitivo en el Archipiélago, "de hecho, durante las crisis económicas se incrementan los índices de sobrepeso y obesidad", subraya Tamayo.

Pobreza

Actualmente, el 36,4% de la comunidad isleña está en riesgo de pobreza o exclusión social, según el último estudio El estado de la pobreza, a cargo de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN). Si se analizan los datos del VI Informe que recogen los datos de 2009-2015 -orientativos con respecto al Atlas-, destaca que el 11,7% de la población no podía permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. Un aspecto llamativo que da una visión general de la alimentación archipielágica, ya que el Instituto Canario de Estadística (Istac) recoge que los productos generalizados en la dieta son los hidratos de carbono y un escaso porcentaje en legumbres y verduras.

La diabetes mellitus está presente como causa de muerte en los diez primeros puestos de los 21 municipios de Gran Canaria, encabeza en 14 de ellos la primera opción y el único que está exento de tal "honor" es Moya. Otros males que aquejan a los habitantes son las enfermedades hipertensivas, las relacionadas con síntomas endocrinos, nutricionales y metabólicos y destacan los ahogamientos, sumersión y sofocación accidentales en los distritos turísticos de Lanzarote y Fuerteventura. En relación a la provincia de Santa Cruz, Tenerife destaca por tener el municipio con menor riesgo de muerte en Santiago del Teide y, como contrapeso, a Puerto de La Cruz como abanderado del mayor riesgo. Con respecto a La Gomera, La Palma y El Hierro, destacan sus hábitos saludables y, en general, la buena posición que tienen en la clasificación nacional.

Los resultados del Atlas implementan modelos estadísticos que suavizan el efecto de la densidad demográfica y su edad, aunque hay que evaluarlos al detalle en los resultados más extremos debido a la combinación de factores que puede presentar cada región. Por ejemplo, Carlos Ramírez, el director de la zona básica del Centro de Salud de Maspalomas, informa que el 40% de las atenciones en emergencias se hacen a turistas, "hay muchos otros factores como la edad de los turistas que nos visitan con múltiples patologías y es frecuente que nos avisen por algún paro cardíaco de los visitantes".

En materia de prevención se está implementando una labor de concienciación para que las generaciones futuras adquieran nuevos hábitos que frenen cifras de tal calado: "Estamos trabajando con los centros escolares tanto en la enseñanza de rutinas saludables como en primeros auxilios y reanimación cardio-pulmonar, en añadido, queremos proteger cardiológicamente a Maspalomas con desfibriladores y formación ciudadana para utilizarlos; y, finalmente, monitorizamos los factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión para hacer un mejor seguimiento", detalla Ramírez.

Desde las medianías de Gran Canaria, Rosa Ojeda, concejala de Servicios Sociales y Sanidad y enfermera del centro de salud de Artenara, habla sobre la buena salud de sus vecinos. "La gente es muy sana y tenemos una población muy longeva sobre todo por la ausencia de estrés y la buena alimentación", sentencia. Las costumbres agrícolas y la lejanía de una sociedad que ronda más de los 70 años en un alto porcentaje son clave para entender este fenómeno, "una de las mejores maneras de evitar la diabetes es el ejercicio físico y en Artenara se camina mucho porque solo hay un taxi, no tenemos guaguas municipales y la mayoría no tienen coche, por lo que la dieta, basada en hidratos de carbono por comer pan, papas, etc., se compensa con caminar". En cuanto a las futuras generaciones, se trabaja para animar el polideportivo público con actividades diarias, senderismo y charlas en el centro de salud que fomenten "hábitos saludables para la juventud".