El área de Arquitectura del Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con la consejería de Medio Ambiente, prepara un proyecto de remodelación en el centro de recepción de visitantes de Los Tilos de Moya. Con la actuación, se pretende reordenar el espacio construido para instalar nuevos servicios higiénicos para el público, así como recuperar una antigua acequia y lavandero que se encuentran escondidos en la trasera del edificio. A su vez, la institución insular también quiere disponer un sistema de depuración de aguas residuales en el lugar.
El proyecto para la realización de los nuevos baños y para resaltar los bienes hidrográficos que se encuentran en el barranco ya ha sido elaborado. Por otro lado, el plan para instalar la depuradora natural se encuentra todavía en fase de redacción, ya que se trata de una actuación mucho más sensible por las condiciones del entorno en el que se encuentra. Hasta que no se termine de escribir este documento, no se iniciará el proceso de licitación, que cuenta con un presupuesto aproximado de 70.000 euros.
El centro de interpretación para los visitantes se sitúa al inicio del barranco y es un espacio que comprende dos inmuebles, uno central destinado a oficina para los empleados y dos salas de exposiciones, y otro externo que hace las veces de almacén-garaje, y en el que se encuentra el único baño para el público. El documento técnico al que ha tenido acceso este periódico estipula habilitar un acceso a la acequia lavadero para "recuperar los elementos del patrimonio hidráulico que constituyen parte importante de la Reserva".
Por otro lado, la actuación prevé dividir ese único baño público en dos, uno para caballeros, que dispondrá de un inodoro, un urinario y un lavabo, y otro para personas con movilidad reducida. El de mujeres se situaría en el edificio principal, en una zona que ahora era destinada como office, y contará con tres inodoros y dos lavabos. La office será trasladada al que, hasta ahora, era el aseo para los trabajadores.
Los Tilos de Moya es una reserva natural especial que se encuentra encuadrada en el Parque Rural de Doramas y que tiene una extensión de 91 hectáreas a lo largo del barranco que le da el nombre, que transita entre los municipios de Moya y Santa María de Guía. Su valor medioambiental reside en que es uno de los pocos reductos que quedan en la isla donde se puede ver un bosque de laurisilva y tilos. En su interior, habitan muchas especies endémicas en grave peligro de extinción, como la cresta de gallo. Igualmente, se pueden ver especies autóctonas de fauna como el pinzón común o el cernícalo.
Autogestión
El interés que tiene el Cabildo por construir una depuradora de aguas residuales en el centro de visitantes tiene que ver con la "autogestión" de los efluvios que se generen en el propio inmueble mediante su purificación. De esta forma, se puede conseguir su reutilización parcial. El método que se utilizará sería el de una laguna de depuración. En cualquier caso, todos estos puntos están siendo analizados por un ingeniero externalizado del servicio, que espera concluir el informe en breve, según explicó la consejera insular de Arquitectura y Vivienda, Concepción Monzón.
