José Julio Cabrera, geógrafo y autor de La Luz en Risco Caído, el único libro publicado hasta la fecha que analiza en profundidad los efectos luminosos en la cueva C6 del complejo arqueológico de Artenara, rechazó ayer las críticas de los dos profesores de Tenerife que cuestionan los valores de Risco Caído para ser declarado como Patrimonio Mundial de la Unesco y abogó por permitir el acceso a la cueva a esos dos investigadores de la Universidad de La Laguna y a cuantos pongan en duda los descubrimientos realizados en los últimos años.
Cabrera expresó su preocupación por la tibia respuesta de los representantes del Cabildo a las graves acusaciones de los profesores José Barrios y Eustaquio Villalba y sostuvo que esta polémica se podrá resolver de una forma "muy sencilla": comprobando en el equinoccio del próximo mes de marzo los efectos de la luz en la cúpula de la cueva C6.
El geógrafo y expresidente de Ascan, que colaboró con el arqueólogo Julio Cuenca en las investigaciones iniciadas en 2012, consideró que Barrios y Villalba "están en su derecho de cuestionar todas las investigaciones científicas que quieran, pero no acusar e insultar a los compañeros y a las instituciones que promovieron la declaración de la Unesco.
"Lo que me preocupa de toda esta polémica es que quienes tienen que decir algo sobre Risco Caído estén callados, ¿qué hace el Cabildo, qué hace la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias y qué hacen los descubridores de las cuevas?", se preguntó Cabrera, quien lamentó que esas instituciones "estén permitiendo que se descalifique un bien cultural por parte de estas dos personas, que hablan de una serie de hechos en los que están equivocados y además se atreven a hacer un diagnóstico brutal".
A su juicio, los expertos tinerfeños no han tenido en cuenta las investigaciones realizadas por los investigadores grancanarios y divulgadas a través del libro La Luz en Risco Caído, por lo que opinó que "la mejor forma de despejar las dudas es que lo vean con sus propios ojos".
Tras recordar que los textos del historiador Antonio Cedeño sobre la conquista de Gran Canaria ya señalaban que los aborígenes contaban el año por 12 meses, el mes por lunas, el día por soles y la semana por siete soles, Cabrera consideró que no tiene por qué haber marcadores astronómicos en la cueva para concluir que la utilizaban para celebrar los solsticios y los equinoccios. "Dicen que no hay marcadores, pero en el caso de los solsticios los hay y muchos; si ellos no han podido o no han querido verlos, no invalida el hecho de que esté allí", apuntó el geógrafo.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, se refirió a las acusaciones de Barrios y Villalba durante un acto en Maspalomas y declaró que "curiosamente en las últimas semanas han salido expertos en todo y coincide en que la mayoría son de Tenerife".
"No quiero decir nada con esto, pero desde luego me parece que como presidente del Cabildo no puedo entrar en ese tipo de polémicas; afortunadamente el BIC del Oasis es una realidad y Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria es Patrimonio Mundial y todo eso ha sido posible gracias a que la comunidad científica ha ratificado que las dos propuestas tienen todos los argumentos técnicos, científicos e históricos para hacerlo posible", comentó.
Julio Cuenca, descubridor de Risco Caído, ha respondido en las redes sociales que José Barrios "es un personaje muy peculiar" que en 1998 publicó una tesis doctoral sobre los sistemas de calendarios de los guanches de Tenerife y los canarios de Gran Canaria "con muy poco sustento arqueológico", por lo que había quedado absolutamente "obsoleta" tras el hallazgo de los templos astronómicos de Artevigua y Tara.
"Le aconsejé que se dedicara a actualizar los datos y rehacer su tesis, pero por lo que se ve ha optado por iniciar una campaña sucia contra este monumento astronómico de los antiguos canarios", subrayó Cuenca.
