Las empresas Canarutex y Lopherca Servicios Generales comercializarán unos innovadores palés reciclables tintados con cochinilla que se produce en Ingenio, un tinte que permite que sean reciclados por carecer de componentes tóxicos, además de servir como repelentes de plagas, uno de los problemas que albergan estas bases de madera que viajan por todo el planeta en muchas ocasiones infectados por insectos y hongos.

La creación de estos palés partió de la necesidad de plataformas de madera sin tratar por parte de la empresa agrícola Sigoñe, dedicada al comercio por mayor de frutas y hortalizas que trabaja en Mercalaspalmas. Lopherca nació hace más de dos años para reciclar, recuperar y reutilizar los palés del mencionado recinto de abastecimiento. Esta plataforma de madera reciclada, denominada Delatierra canaria, tintada de cochinilla, sirve para repeler plagas y proporciona nutrientes a la tierra cuando es reciclado.

"Surgió de la necesidad de Sigoñe de contar con palés para sus numerosos clientes, como del sector del plátano. Sin embargo, la realidad era que en Mercalaspalmas había un solar de tierra donde todos tiraban los palés", afirmó Juan Ojeda, delegado comercial de Lopherca, quien agregó que esta empresa de comercio al por mayor de fruta y hortalizas "se quejó al gerente de Mercalaspalmas, entidad que sacó a adjudicación para ordenar y legalizar la situación de las plataformas de madera. Así nació esta empresa, Lopherca".

La adjudicataria ha creado diez puestos de trabajo desde su nacimiento y su adjudicación hace dos años, al tiempo que restauró unos 150.000 palés. Por cada plataforma de madera que recicla la empresa, dona 10 céntimos a la Fundación Foresta para la plantación de árboles.

Tras este origen y restauración de palés tirados, Lopherca buscó ahora la manera de que el reciclaje fuese el cien por cien, tras sustituir la pintura y productos tóxicos que lleva desde el montaje de los palés. "Buscamos ese sustituto para garantizar la seguridad y se planteó el tinte procedente de la cochinilla, y fuimos incluso a Lanzarote. En cambio, recordamos que el tinte derivado de ese insecto se crea en Ingenio. Luego el Ayuntamiento, exactamente la edil de Agricultura, Catalina Sánchez, nos facilitó el encuentro y el entendimiento con esta empresa", recordó Ezequiel León, gerente de Lopherca.

León hizo ayer estas declaraciones en la Corporación municipal tras la firma de un acuerdo con Lorenzo Pérez, de la empresa Canaturex, productora de cochinilla en Ingenio, y que es presidente de la Asociación de Criadores y Exportadores de cochinilla de las Islas Canarias (Acecin). El acuerdo contó con la colaboración del Ayuntamiento. "El palé original, sin tratar, es un residuo contaminante. No es un desehecho, sino que hay que cuidarlo en su tiempo de vida, que puede ser de cuatro o cinco años", señaló Ezequiel León.

"Tengamos en cuenta que existe un gran cantidad de palés en la Isla, como en las zonas industriales, grandes superficies y relacionados con la pesca y la agricultura. El setenta por ciento de los productos que consumimos en Canarias entran en palés por el puerto y el aeropuerto", manifestó León. "Es un mundo que se desconoce. Incluso existe una economía sumergida que puede mover en Canarias casi tres millones de euros", añadió.

Juan Ojeda planteó la necesidad "de un registro gratuito de los palés que emplea cada empresa en función a la mercancía que transporta o recibe", añadió.

Lopherca y Canaturex usarán tintado de diferentes colores para diferencias la mercancía y evitar la contaminación: rojo, para frutas y verduras; blanco, carnes; azul, pescado y mariscos; amarillo, seco; calabaza, agua y refrescos; negro, alcohol y bebidas; y el rojo Burdeos, productos químicos y de limpieza.

Menos de una tonelada

Lorenzo Pérez, de Canaturex, destacó que el tinte de cochinilla "tiene una denominación de origen protegida que le da una excelencia mayor al producto. La producción de este tinte en Canarias no llega a una tonelada, pero hay un potencial de producción de 40 toneladas anuales".

Pérez, que exporta este producto a diferentes partes del mundo, recordó que entre sus clientes está una empresa inglesa de restauradores que trabajan con los muebles del palacio francés de Versalles, y como anécdota contó que los famosos violines Stradivarius "también llevaban tinte de cochinilla canaria".

La alcaldesa de Ingenio, Ana Hernández, resaltó "el importante impulso que supone para la economía del municipio y que el nombre de Ingenio se relacione a nivel internacional con ese respeto por la naturaleza".

La concejala Catalina Sánchez subrayó que "la cochinilla es un cultivo que mantuvo a muchas familias en el siglo XVIII y ahora se trata de volver a nuestras raíces recuperándola y dándole una nueva vida con todas las garantías".