El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, incidió ayer en la importancia de luchar contra el cambio climático a la vista de la concatenación de fenómenos meteorológicos adversos e incendios que han padecido las Islas durante el fin de semana. Torres mantuvo contacto con diferentes ministerios a lo largo del sábado y el domingo, y anunció la llegada de hidroaviones para luchar contra las llamas en el momento en que la calima permita aterrizar en los aeropuertos que, como los de Gran Canaria y Tenerife Sur, dejaron de operar por completo durante buena parte del fin de semana.

Hasta en 34 municipios -"de las ochos islas", recalcó el presidente- los vientos superaron los 90 kilómetros por hora; en 24 de ellos la barrera superada estuvo en los 100. "No son normales las temperaturas que tenemos en enero y febrero ni las amenazas de temporales", expuso Torres, quien también avanzó la llegada de "lluvias en 48 horas".

Todo ello en el contexto de una calima de una intensidad "desconocida; habría que echar la vista atrás quizá 40 años". ¿Es casual la coincidencia de tantas circunstancias adversas o está detrás de ello el cambio climático? El presidente autonómico tiene claro que mucho tiene que ver esto último en la agitación que ha padecido el Archipiélago durante los dos días pasados. "Nos estamos jugando el presente y la salud de las personas", sostuvo.

Ángel Víctor Torres puso especial énfasis en la ausencia de daños personales a pesar de la colección de incendios y fuertes vientos, con los consabidos desprendimientos de elementos arquitectónicos y caídas de árboles, que han puesto en jaque a Canarias. Al respecto, destacó "la profesionalidad" de los distintos cuerpos de seguridad.

Contactos con Madrid

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, desde el sábado inició los contactos con el Gobierno central. "He hablado con [el ministro José Luis] Ábalos y el presidente de AENA", destacó.

En la tarde de ayer, reunió a su consejero de Transportes, Sebastián Franquis, al delegado del Gobierno central, Anselmo Pestana, y a otros integrantes de su gabinete, a los que se unieron mandos de la Guardia Civil y otras fuerzas de seguridad, además del director del Grupo Canarias de Aeropuertos de AENA, Mario Otero, y el homólogo de este último en Enaire, Manuel Arrabal.

Tras la pertinente recopilación de datos, compareció en compañía de Pestana, Franquis, la directora del Servicio Canario de Salud, Blanca Méndez, y la directora general de Formación Profesional, Eva de la Fe.

Durante la jornada de ayer, los centros de atención primaria y los hospitales no registraron un repunte de pacientes aquejados de problemas respiratorios. No obstante, como recordó el presidente, "los problemas suelen surgir a las 48 horas de tener una calima de una intensidad como la que tenemos ahora".

En cuanto a la evolución, tanto de los incendios como del viento y la calima, todas eran optimistas en la tarde-noche de ayer. Más si se concreta la llegada de los 90 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que esperan en Sevilla el momento en que un avión pueda trasladarles a las Islas.

La misma normalidad en el transporte aéreo que aguardaban "entre 12.000 y 14.000" turistas que se han quedado atrapados en el Archipiélago cuando les llegó el momento de retornar a sus lugares de origen. Números que comenzaron a adelgazar en el momento en que el tráfico aéreo comenzó a recuperar algo de regularidad.

El parte meteorológico que puso sobre la mesa el presidente señaló que durante la pasada madrugada terminaría la prealerta por fenómenos costeros. En cuanto a los incendios, "con las máximas cautelas", esperaba Torres que pudieran mejorar.

La calima no repartió las buenas noticias de forma homogénea. Desde la pasada madrugada se aguardaba una mejoría en las islas occidentales, pero no así en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.