El sábado, el caos se apoderó del aeropuerto de Gran Canaria. La capacidad de reacción se vio amortiguada por el fuego de Tasarte, que desvió la atención y dejó en un segundo plano a los miles de turistas que se habían quedado literalmente atrapados en Gando -no había taxis suficientes para tanta demanda- en unas condiciones que el director comercial de la Autoridad Portuaria, Juan Francisco Martín, califica de lamentables para la imagen turística de las Islas. "Hemos recibido muchas quejas de los cruceristas que se quedaron en tierra por lo ocurrido en el aeródromo porque no había servicio de taxis, ni agua ni comida ya que las tiendas estaban cerradas y las máquinas expendedoras se habían quedado vacías".

Los fines de semana el Puerto de la Luz ejerce como base, es decir, que al muelle llegan por vía aérea turistas que van a embarcar en los cruceros y desembarcan quienes vuelven a sus países de origen también por avión, por lo que unos 4.000 pasajeros de cruceros se vieron afectados. Para hacer frente a esta situación, se creó una central de crisis en Alemania y desde el domingo a primera hora, vehículos del Puerto comenzaron a llevar agua y comida a los cruceristas que se encontraban retenidos en Gando. "Nosotros decidimos actuar porque no podemos dejar a miles de personas desatendidas, eso da una muy mala imagen turística", critica Martín.

Una mala gestión que empeoró por la imposibilidad real de salir del aeródromo. El sábado, miles de turistas esperaban una media de cinco horas para lograr un taxi ya que, a pesar de lo anómalo de la situación, sólo los vehículos de Telde e Ingenio seguían teniendo permiso para poder recoger a los pasajeros. Juan Artiles, presidente de la Federación Regional de Taxi de Canarias (Fedetax), compuesta por más de 2.100 taxistas de todo el Archipiélago -excepto El Hierro- se queja de que el Cabildo de Gran Canaria no se pusiera en contacto con ellos para buscar una solución. "No contaron con nosotros para nada, el presidente y los alcaldes de los dos municipios implicados actuaron sin nosotros", se lamenta.

Por su parte, Francisco Reyes, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (Atat), reconoce el caos que se produjo el sábado, pero considera que la responsabilidad es de AENA por su falta de previsión y no de las corporaciones insulares. "Las autoridades aeroportuarias no se pusieron en contacto con el Cabildo para poner en conocimiento que había que sacar a esa gente de ahí; si esto hubiera ocurrido, se hubiera declarado antes la Zona Sensible y los taxis habrían sacado a la gente de allí".

Sin embargo, esta declaración no se produjo hasta el domingo por la tarde y apenas duró dos horas. El consejero de Transportes del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez del Pino, explica que la Zona Sensible comenzó a las 19.30 horas y se extendió hasta las 21.30 horas, un plazo que fue suficiente para poder trasladar a todos los pasajeros que se encontraban en esos momentos en las instalaciones aeroportuarias. "Había muchísima gente, pero logramos evacuarlos a todos y dejar la situación normalizada, por lo que se levantó la declaración". Una eficacia que se logró por la coordinación entre la Policía Local, la Guardia Civil y los propios taxistas, en continuo contacto a través de su emisora.

De todas formas, Pérez del Pino reconoce que la toma de medidas llegó tarde. "El sábado estábamos centrados en el incendio y en la llegada de la calima, y no estábamos atentos a lo que estaba pasando en el aeropuerto", explica el consejero grancanario, que asegura que en cuanto empezaron a recibir noticias sobre la situación que se vivía en Gando, comenzaron a actuar. Sin embargo, no fue hasta última hora de la tarde del domingo cuando se tomó la decisión de dejar entrar a todos los taxistas, a pesar de la férrea oposición de los profesionales de Telde e Ingenio, que seguían manteniendo que ellos solos podían hacer frente a la demanda. "Afirmar eso es una locura, la Zona Sensible tendría que haber comenzado el sábado, fueron muchas horas de espera para los viajeros que podrían haberse evitado, esa situación no tendría que haberse dado nunca", critica Francisco Reyes.