El incendio forestal en la reserva natural de Inagua quedó controlado a las 11.00 horas de ayer miércoles, pero aún se podrían tardar varias semanas en su extinción total, por lo que se mantendrá un dispositivo en la zona para vigilar posibles rebrotes del fuego y apagar los troncos y tocones que siguen ardiendo dentro de las zonas quemadas.

Los dos hidroaviones y la mayoría de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se desmovilizaron tres horas después de que el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, firmara la declaración oficial que da por controlado el fuego. Puesto que en el interior del perímetro quedan "unas 50 o 60 igniciones por liquidar", continúan trabajando una brigada forestal y un equipo Presa, que ayer tuvieron el apoyo de los dos helicópteros llegados desde La Gomera y El Hierro, según explicó el jefe de Emergencias del Cabildo, Federico Grillo.

El incendio, iniciado a las 18.30 horas del sábado en la Degollada de Tasarte, afectó a menos de las 1.000 hectáreas y quemó cuatro viviendas en ese barrio de La Aldea, pero pudo causar graves daños al medio ambiente al coincidir el domingo y el lunes con calima y vientos huracanados que impidieron la utilización de los medios aéreos.

El potencial del incendio llegó a ser de 8.000 hectáreas, dadas las condiciones meteorológicas y las dificultades para acceder al fuego, por lo que se requirió el traslado a la Isla de los dos hidroaviones Canadair del Ministerio de Fomento en previsión de que se extendiera a los pinares de Ojeda y Pajonales, detalló Grillo.

"Los hidroaviones -apuntó el responsable de Emergencias- se trajeron con carácter preventivo porque si el incendio hubiese ido a mayores preocupaba mucho que avanzara hacia el sector que va desde el Aula de la Naturaleza de Inagua hasta la Degollada de Las Brujas; con el viento de norte que se preveía ese flanco hubiese bajado en dirección a Mogán y Veneguera, como en el año 2007, e incluso abrirse a la presa de Las Niñas, y ahí sí se hubiesen necesitado medios más contundentes, pero al pasar a una situación más favorable y benigna se quedaron a echar una mano con descargas en lugares muy humeantes de laderas y barrancos; una vez pasado el problema se han retirado".

Puntos calientes

Respecto a la evolución del incendio, el presidente Morales y el jefe de servicio de Medio Ambiente, Luis Fernando Arencibia, resaltaron que en la madrugada del miércoles se detectaron 30 puntos calientes en la zona del Cortijo de Inagua y otros nueve en el barranco de Lina, siempre dentro de lo quemado. También hubo llamadas de vecinos de Tasarte en las que avisaron de las existencia de nuevos puntos calientes, que fueron sofocados por los bomberos de Consorcio de Emergencias.

Después de dar por estabilizado el incendio, a las 20.00 horas del martes, en la mañana de ayer se reorganizó el servicio y se decidió la retirada de la UME y de los hidroaviones a partir de las 14.00 horas, aunque los dos aparatos ni siquiera tuvieron que intervenir ayer. El martes realizaron 24 vuelos desde el Puerto de La Luz hasta las zonas humeantes de Pino Gordo y La Lina y lanzaron 120.000 litros de agua.

El control del incendio queda ahora en manos de los equipos Presa y Bravo del Cabildo, de personal del Consorcio de Emergencias y militares de la UME, que se irán retirando a medida que se apaguen los tocones. "Hay riesgos de reinicio del fuego en algunos lugares porque los troncos que se están quemando se pueden fracturar y correr ladera abajo; seguiremos vigilando y no se dará por extinguido hasta que haya humo cero", puntualizó Arencibia.

Los efectos del fuego en el interior del pinar de Inagua, una zona catalogada como Reserva Natural Integral, son menores de los que se temían al principio, según el presidente Morales, aunque habrá que esperar a una evaluación más detallada de los biólogos y técnicos forestales.

"Aparentemente el daño es menor, el incendio ha sido de superficie y no ha tocado casi nunca los árboles, ni siquiera al matorral, sí al pastizal y la pinocha", comentó. De hecho, es previsible que se reduzca la superficie de 1.000 hectáreas quemadas que se había calculado hasta ahora. La única carretera que permanecía cerrada, la GC-605 de Ayacata a Mogán por la Presa de Las Niñas, ya está abierta.

En el lado negativo, ayer se hizo público que la noche del sábado hubo vecinos de Tasarte que desoyeron las indicaciones de los equipos de emergencia e hicieron peligrar tanto sus vidas como las de los agentes. "La mayoría de la población ha colaborado, pero hubo una minoría que puso en riesgo en muchas ocasiones a los equipos de extinción, personas que se negaban a abandonar las viviendas cuando fueron requeridas para ser desalojadas y confinadas en la playa, personas que se escondieron de la Guardia Civil y de la Policía Local y pusieron en peligro el operativo", lamentó el presidente insular.

Morales destacó que en Tasarte se ha evidenciado una vez más la necesidad de mantener limpios los alrededores de las viviendas, pues las casas que se quemaron fueron precisamente las que estaban rodeadas de material combustible. Así, las viviendas de las familias que tenían limpios los alrededores no han sido afectadas por el incendio, pero aquellas que estaban rodeadas de maleza, matorrales, escombros y materiales de desecho han sido especialmente dañadas.

Prevención

"Insistimos en la necesidad de que se atiendan las solicitudes y se limpien las viviendas situadas en la interfaz de zonas urbanas y forestales", añadió Morales, quien señaló que los equipos de extinción -unas 150 personas en todo momento- "tuvieron que hacer un esfuerzo extraordinario a pie de fuego con una orografía y meteorología complicadísima, pues había un riesgo evidente de que se extendiera a unas 8.000 hectáreas".

Además del incendio, el presidente del Cabildo recordó que en la fatídica jornada del domingo los trabajadores del Consorcio de Emergencias tuvieron que atender otros 99 incidentes en toda la Isla y uno de ellos resultó herido en Mogán.