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Honores y Distinciones 2020 Roque Nublo Deportivo

"Las casas de apuestas son la heroína del siglo XXI"

"La aparición de las casas de apuestas hace mucho daño y existe el riesgo de que se mezcle con la ONCE", indica el exnadador paralímpico y presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Canarias

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Miguel Ángel Déniz, premio Roque Nublo Deportivo del Cabildo

Ha sido distinguido con el Roque Nublo Deportivo por, cito textualmente, "su carrera como nadador y su encomiable promoción deportiva desde la presidencia del Consejo Territorial de la ONCE en Canarias". ¿Qué supone para usted?

Es un honor. Sobre todo lo veo como un reconocimiento al deporte paralímpico, a visibilizar el esfuerzo y la capacidad de superación. Lo recibo con doble alegría por el tiempo que ha transcurrido. Han pasado 16 años desde que dejé de practicar deporte y que se recuerde lo que hice tiene más valor. Tuve la suerte de ser uno de los primeros en el ámbito de la natación paralímpica, que tiene sus dificultades, al estar en Atlanta 96 con 13 años. Ayudó a abrir puertas para otros deportistas y amigos que vinieron después como Enhamed.

¿Se considera un pionero?

El deporte paralimpico empezó a visibilizarse en España después de Barcelona 92. Empecé a hacer deporte en el 94 sin ninguna intención de competir al alto nivel. Fui pionero junto con otros compañeros, estoy muy agradecido al CN Las Palmas y a la ONCE, que en aquel momento entendieron el deporte como el mejor elemento de inclusión. Me cambió la vida. Las medallas quedan pero lo que realmente te llevas como persona es todo lo que vives alrededor del deporte.

¿Qué le llevó a tirarse a la piscina?

Lo haces de manera inconsciente, por afición. Dentro del agua te sientes muy libre, no hay coches mal aparcados encima de la acera, ni andamios ni los obstáculos que una persona ciega encuentra en el día a día en su entorno. Eres muy autónomo en la piscina, no tienes necesidad de ayuda.

Ha participado en Mundiales y Juegos Olímpicos, donde logró dos medallas de bronce. ¿Con qué se queda?

Las dos medallas en Sidney y el Mundial de Madrid en 1998 en el que conseguí cuatro oros, cinco platas y un bronce, fue una barbaridad. Aunque tengo como anécdota un momento curioso y bonito. En Atenas 2004, que fue el año de mi retirada, Enhamed, que es amigo mío y le quiero muchísimo, me ganó el bronce en 400 metros libres por una centésima [ríe]. Valoras ese aprendizaje de que no siempre se está en la cresta de la ola y para que unos pasen otros se tienen que quedar. Es una lección de vida de que hay que saber dar un paso a un lado.

¿Qué más ha dado la piscina a su vida?

Todo. Un reconocimiento social importante. He sentido en Canarias el apoyo de los medios de comunicación, que han dado al deporte paralímpico un tratamiento estupendo, y no pasa en otros lugares. Nuestras victorias y nuestras derrotas se miden como las de cualquier deportista. Te sientes protagonista y dueño de tu futuro con tus éxitos y tus fracasos. Te ayuda a gestionar tus emociones.

¿Cuándo le surgió el gusanillo de buscar la presidencia del Consejo Territorial de la ONCE?

Para ser presidente se tienen que dar muchas circunstancias. La primera, yo como afiliado, que somos los dueños de la ONCE, empecé a involucrarme para ver en qué podía ayudar. Empecé a trabajar muy joven, con 21 años, porque en aquel momento el deporte profesional no daba para vivir. Empecé como vendedor, seguía dando mi opinión y a arrimar el hombro. Al final van pasando circunstancias, me eligen mis compañeros para ser representante de los jóvenes, luego tengo una inmersión en el ámbito sindical, participo en los comités de empresa y empiezas a conocer y a implicarte más. Mis compañeros me dieron la confianza de presentarme en la lista de Unidad Progresista, a la que pertenezco, y he sido apoyado en dos ocasiones por los afiliados. Llevo cinco años, aprendo todos los días, intento hacer nuevas cosas, que la ONCE esté presente en todos los ámbitos de la sociedad. Quiero que cuando alguien nos necesite aquí nos encuentre.

No paran de aumentar sus ventas, de incorporar nuevos afiliados y de crear empleo, ¿cuáles son sus próximos objetivos?

Nos sentimos orgullosos no tanto de las ventas si no de la creación de empleo y la prestación de servicios sociales. Las ventas crecen porque la crisis que empezó en España en el 2007 en el sector del juego, y sobre todo en la ONCE, había comenzado en el 2000. Ahora vemos que crecemos pero cuando caíamos nadie se acordaba. Vamos creciendo razonablemente bien.

El sector del juego es imprevisible y complicado, sobre todo en los últimos años. ¿Cómo se trabaja en ese contexto?

Es un sector muy complicado en el que la tecnología está ocupando un papel preponderante. Queremos ser el único operador del mundo que genera empleo digno y responsable a través del juego. Nuestra manera de entender el juego es distinta porque tiene como fin generar empleo y prestar servicios sociales. Pero el mercado del juego es muy complejo y la ONCE solo ocupa el seis por ciento. Hacemos muchas cosas, pero somos muy pequeñitos en el mundo del juego. Y ahora vienen otra serie de incertidumbres y retos de futuro muy complejos. Nosotros entendemos que el juego no es un juego, que no todo vale. Nosotros apostamos por el juego responsable, que lo que a nosotros tanto nos ha dado no perjudique a nadie. Por lo general no produce ludopatía. Pero sí conocemos la aparición de las apuestas deportivas que hacen mucho daño a la sociedad. Y corremos el riesgo de que se mezcle todo y que tengamos dificultades. Somos muy diferentes. Es una responsabilidad enorme que 73.000 personas vivan de la ONCE en España, somos el cuarto empleador del país.

¿Hasta qué punto puede influir ese auge de las apuestas deportivas?

Nos preocupa muchísimo. Exigimos que los representantes públicos sean capaces de anticiparse a los posibles problemas que nos pueda ocasionar esta utilización del juego irresponsable, fraudulenta y alocada. El juego de las casas de apuestas es la heroína del siglo XXI y le pedimos a los representantes públicos que hay que ponerle coto. Entendemos que el juego no puede generar problemas sociales y ese tipo de apariciones crea mucha incertidumbre, sobre todo a los más jóvenes. Con la juventud no se juega. Y este juego está regulado, pero además hay otro tipo de juego que es ilegal y que está más tapado, que también utiliza a las personas con discapacidad. Es poquito, pero también hace daño.

El Gobierno está trabajando en una Ley para regular el juego online en España y su publicidad. ¿En qué está de acuerdo y qué echa en falta?

Queremos que se separe y que se analicen las situaciones en el ámbito de las apuestas deportivas. La tecnología y el juego van de la mano en muchos aspectos. Hoy puede haber un chaval ludópata encerrado en su habitación y no se entera ni Dios, hay una manera distinta de jugar. Pedimos al Gobierno que se anticipe a las posibles consecuencias que puede traer una mala utilización del juego. Tenemos en nuestro entorno países a los que esto les ha salpicado. No puede haber por ejemplo casas de apuestas cerca de los colegios. Es una barbaridad que exige determinación por parte de las administraciones. Hay que distinguir el juego responsable, público y ordenado de esto otro que se está yendo de las manos.

¿Esta Ley favorecerá a la ONCE o hay algo en lo que le pueda perjudicar?

Estamos dentro de la Ley pero nos favorece mucho. Sucede que las competencias de juego están transferidas a las Comunidades Autónomas y le pedimos a la nuestra que todas las leyes plasmen el modelo singular de la ONCE y las diferencias que tenemos como organización desde hace 81 años. Creemos que hay un marco legislativo adecuado pero tenemos que estar siempre ojo avizor.

¿Es Gran Canaria una isla accesible para los ciegos?

No lo es. En accesibilidad suspendemos. Sé que se están haciendo cosas pero queda mucho por hacer. Los patinetes, las terrazas... a veces tenemos la sensación de que es más peligroso ir por la acera que por la carretera. Esto parecía que estaba superado y nos estamos sintiendo un poco discriminados. Canarias merece ser más accesible. La ciudadanía por lo general sí está muy implicada y trata de arrimar el hombro. Siempre hay una mano amiga.

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