El revolucionario ‘cocoon’, un depósito biodegradable que aporta a la planta agua lentamente, logra incrementar un 100% la supervivencia de las reforestaciones del Cabildo de Gran Canaria en la zona desertificada de Tifaracás, en el municipio de Artenara, lugar elegido para desarrollar el estudio en el marco del proyecto 'Life The Green Link', por el que ha plantado 4.409 ejemplares entre acebuche, pino canario, sabina y almácigo.

Se trata de un sistema de cultivo de árboles que reemplaza las técnicas tradicionales de riego para aumentar su resiliencia gracias a un acopio de cartón reciclado que actúa a modo de despensa de agua que se sitúa bajo tierra con el plantón en el centro, pues tiene forma de donuts, cargado con más de 20 litros de agua conectada con dos cordones a la zona de la raíz, lo que hace que por capilaridad suministre el riego que necesite la planta en sus primeros estadios para que logre pervivir.

Creado en Holanda, el proyecto de estudio de la viabilidad del ‘cocoon’ ha sido desarrollado por la Institución insular en colaboración con la empresa pública Gesplan y junto a socios holandeses, italianos, griegos y españoles con el objetivo de contribuir a la restauración de los ecosistemas de zonas desertificadas en Canarias y a lo largo del arco mediterráneo.

De los 4.409 ejemplares plantados por la Institución insular 3.482 lo hicieron con ‘cocoon’, 696 de forma tradicional y 231 mediante un nuevo dispositivo de cultivo, el ‘growboxx’.

Inicialmente se plantaron 2.941 árboles con ‘cocoon’ que se llenaron de agua una sola vez para poder comparar los resultados de todos los socios, pero el bajo porcentaje de supervivencia, un 29 por ciento, motivó a realizar una segunda plantación de 304 árboles también con ‘cocoon’ que esta vez se recargaron de agua a los 6 meses de la siembra, además de 96 ejemplares de forma tradicional que se regaron también a los 6 meses para poder hacer una comparativa entre las dos formas de cultivo.

Así se pudo comprobar el éxito de este método si se recarga a los 6 meses, ya que 185 ejemplares con ‘cocoon’ sobrevivieron, un 61 por ciento, frente a los 28 árboles que resistieron de forma tradicional, un 29 por ciento, es decir que el ‘cocoon’ duplica la supervivencia.

En el marco de este proyecto europeo se han plantado un total de 24.000 árboles en 6 parcelas experimentales en Italia, Grecia, una en cada país, y cuatro en España, Almería, Valencia, Cataluña y Gran Canaria.

Por su parte, socios externos como la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, Costa Tamadaba S.L., Asociación Mogán Bonito, el IES Ingenio, la Asociación de la Almendra de Gran Canaria y la Fundación Foresta han plantado en distintas zonas desertificadas de la isla cerca de 260 plantas con ‘cocoon’ entregados por el Cabildo.

En este ensayo también se ha tenido en cuenta el vigor de la planta. El acebuche presenta altos porcentajes de supervivencia, en cualquier caso, pero con la recarga se incrementa un 88,3 por ciento. Lo mismo sucede con el pino canario que pasa de un 19 al 85 por ciento, y con los ejemplares de sabina que con recarga alcanzan el 45,4 por ciento de supervivencia frente al 19 por ciento. En el caso del almácigo los resultados contrastan con su acreditada adaptación a medios semiáridos e invitan a seguir optimizando las acciones de introducción.

Como media, el coste de tener un árbol vivo con ‘cocoon’ al cabo de dos años tiene un coste de 95 euros frente a 245 sin él. Para obtener un acebuche de forma habitual, por ejemplo el coste es de 167 euros y un pino canario de 338 euros mientras que con el ‘cocoon’ el coste de ambos sería de 80 euros. Es decir, con el coste de obtener un pino vivo de manera tradicional se pueden conseguir cuatro vivos con ‘cocoon’, y con lo que cuesta un acebuche se obtiene dos con este método.

Además del ‘cocoon’ existe un nuevo dispositivo conocido como ‘growboxx’ que también está en prueba en la zona de Tifaracás con 231 ejemplares cuyos resultados de supervivencia se conocerán a final de año. Este dispositivo post Life posee características similares al ‘cocoon’ pero algo más avanzado al ser autorecargable con la lluvia, sin embargo, existen los inconvenientes de que solo tiene capacidad para soportar 17 litros de agua frente a los 25 del ‘cocoon’ y que en las pruebas realizadas ha sido vulnerable al viento.

Dados los resultados del ‘cocoon’, el Cabildo estudia implantar este método de forma habitual para las repoblaciones en las zonas más desertificadas de la isla.