Agaete y La Rama son sinónimos, también en los tiempos del coronavirus. Cada día, a las 12.30 horas, un volador desde la Casa de la Cultura anuncia el comienzo de los diez minutos de tregua en el confinamiento y suena la música de La Madelón, la canción más popular de las fiestas del municipio norteño.

Los vecinos del casco de Agaete, de Las Nieves y del Valle salen estos días a bailar La Rama en ventanas, balcones y azoteas. Pero no todos, porque la idea del Ayuntamiento molesta a aquellos ciudadanos que consideran que no hay nada que celebrar e incluso opinan que es una falta de respeto hacia las personas que están perdiendo a sus seres queridos a causa de la pandemia.

María del Carmen Rosario Godoy, alcaldesa de Agaete, se defiende de las críticas y alega que "solo son unos minutos de música para que la gente comparta algo de alegría, porque bastantes desgracias tenemos ya". Explica que el rato de esparcimiento musical respeta todas las normas del estado de alarma y piensa que, a pesar de la polémica en el pueblo y en las redes sociales, la iniciativa municipal ha sido bien recibida por la mayoría de la población. Incluso de otros municipios se reciben fotos y vídeos de gente bailando en casa alguno de los temas más reconocibles de las bandas de Agaete y Guayedra, como El Campeón, Soldado de España, Todo por España o la propia La Madelón, una marcha compuesta por el francés Robert Camille que se popularizó en la Primera Guerra Mundial para animar a las tropas aliadas

"Las crisis obligan a agudizar el ingenio y proponemos que la gente se distraiga esos diez minutos porque Agaete es un pueblo al que le gusta estar en la calle, pasear hasta la playa, ir al gimnasio o a nadar; además, el comportamiento de los vecinos es ejemplar", sostiene la alcaldesa, que subraya que desde el Ayuntamiento se están planteando otras iniciativas, como solo solicitar que los niños envíen dibujos relacionados con el coronavirus o proponer tablas de gimnasia para realizar las casas, además de llevar compras a domicilio a las personas que tienen dificultades para desplazarse "y las decenas de problemas y casuísticas que surgen en el día a día". Desde hace dos semanas, el director del Centro de Salud acude a la radio municipal para dar información sobre la pandemia y resolver las dudas de los vecinos.

Rosario Godoy no quiere pensar todavía en la posibilidad de que el coronavirus le obligue a suspender las fiestas de La Rama, la de San Pedro en El Valle el 29 de junio y la de Agaete el 4 de agosto. De hecho, el gobierno municipal tiene planeado celebrar los Carnavales "en cuanto sea posible, aunque sea en verano".

"Ya hicimos una Rama en pleno invierno", recuerda la alcaldesa, "cuando se grabó el programa de televisión El pueblo más divertido; estaba lloviendo a mares, pero la gente salió a la calle como si fuera agosto". La población de Agaete, a su juicio, baila "por sentimiento, no solo por alegría, y a veces por promesas, como los vecinos del Valle que suben a buscar las ramas hasta el pinar de Tamadaba". Por tanto, invocar ahora esa fiesta "también puede ser para pedir que esto acabe lo antes posible y que las personas contagiadas se curen", concluye.

Los argumentos de la regidora no convencen a un buen número de agaetenses, que desde que se lanzó la idea del Ramavirus están protestando a través de las redes y acusan al gobierno municipal de censurar los comentarios que se envían a la página oficial del Ayuntamiento.

A la crítica de ponerse a bailar "cuando hay personas que se están muriendo en Gran Canaria y en todo el mundo" se suma otra más doméstica: hay personas que trabajan en los turnos de noche y a esa hora del mediodía están durmiendo.

Megafonía

"Me parece una desconsideración hacia los afectados y sus familiares, y una pérdida de energías y recursos que se necesitan en otros sitios, ¿el Ayuntamiento no tiene nada mejor que hacer que colocar altavoces por todos los barrios para que la gente oiga la música", se pregunta Eva, una vecina del Valle.

El profesor José Antonio Godoy, pregonero de las fiestas de Las Nieves en 2017 y una de las personas que más ha investigado sobre La Rama, coincide en que alentar el baile desde el Ayuntamiento "es un despropósito y una falta de respeto a los que están sufriendo el coronavirus".

"La gente puede cantar en sus casas, como se hace de forma espontánea con el Resistiré del Dúo Dinámico, pero las institucionespúblicas no están para eso, sino para ayudar a la población que está sufriendo el aislamiento en sus casas, a los mayores que no pueden ir al supermercado o a las familias que tienes dificultades para alimentar bien sus hijos".

La actuación municipal, según Godoy, también supone "desvalorizar" el simbolismo de esa fiesta, que es un patrimonio etnográfico y cultural de todos los agaetenses y que tiene su momento y su lugar. "No devaluemos La Rama ni la convirtamos en algo cotidiano y para cualquier uso; el sentimiento de La Rama está implícito, no hace falta demostrarlo día a día porque entonces pierde su valor", añade.