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Crisis del coronavirus Los efectos en los pueblos

Vigilancia aérea contra el virus

La Policía Local de Ingenio controla más las calles mientras los comercios abiertos tratan de sobrevivir

Los tres agentes de la Unidad de la Policía Local, ayer, con el dron en la plaza de la Candelaria. LP / DLP

Las calles y avenidas de la villa de Ingenio pasan la crisis del coronavirus por lo general vacías o con poca circulación. También son pocos los vecinos y vecinas que caminan por la vías. Sin embargo, muchos son los que trabajan y están activos en sus domicilios, así como los agricultores, ganaderos, artesanos, sanitarios, agentes y miembros de distintos colectivos. La gran mayoría de los ciudadanos cumplen las normas dictadas contra el Covid-19.

La Policía Local refuerza con el vuelo de un dron los controles que realiza encaminados a vigilar el cumplimiento del confinamiento preventivo y la movilidad de vehículos o personas en las vías públicas del municipio sin motivo justificado para frenar la expansión del coronavirus. Durante el día de ayer lo hizo con esta herramienta aérea como refuerzo en los controles que realizaron coches patrulla de la Policía, el Ejército y la Guardia Civil.

El dron de esta Unidad de la Policía Local está destinado habitualmente a la seguridad ciudadana, a la búsqueda de personas desaparecidas, para emergencias y también para enviar mensajes de voz a la ciudadanía.

El jefe de la Policía Local, Justo Santana, puntualiza que este aparato "nos ofrece un amplio radio de visión y permite vigilar desde el aire zonas extensas, ayudando con sus imágenes a localizar de dónde viene o a dónde va un vehículo o una actividad en grupo sospechosa, y las patrullas se pueden dirigir al lugar concreto, facilitando mucho nuestra labor". "Es una herramienta muy útil para nuestro trabajo por todas las posibilidades que ofrece en el ámbito de la seguridad", añade.

Los agentes realizaron desde la semana pasada hasta ayer miércoles unas 135 denuncias por incumplimiento de las normas establecidas por el Real Decreto del 14 de marzo por el estado de alerta. Además, un ciudadano que andaba por la calle fue detenido este martes, en un control rutinario, al solicitar su documentación y descubrir los policías que estaba bajo una orden de búsqueda y captura dictada por un Juzgado de Instrucción de Las Palmas de Gran Canaria.

Música y cumpleaños

Los agentes están participando también en acciones más sociales, como por ejemplo acudir a domicilios con motivo de la celebración de cumpleaños y que los anfitriones no pueden encontrarse con sus familiares y amigos al llevar a cabo el confinamiento, como sucedió el lunes pasado en dos ocasiones.

Los policías también están pasando por distintas calles, como ocurrió recientemente en Carrizal, con música a través de la megafonía. "Muchos vecinos se asoman a las ventanas y nos aplauden. Aparte de que nos llaman y nos piden que lo hagamos, se hace para facilitar que sea más llevadera la cuarentena", señalaron fuentes policiales.

Solidaridad

Al mismo tiempo, numerosos miembros de distintos colectivos de Ingenio también continúan con sus iniciativas desde sus domicilios. Es el caso por ejemplo de Tejer en Red, el cual se ha unido con otros colectivos, Pequeño Valiente y la Asociación de Mujeres Valentina de Santa Lucía de Tirajana, para hacer y entregar mascarillas, las cuales no tienen eficacia sanitaria, pero sí permiten proteger en otras circunstancias menos graves y son un freno para la expansión de este virus.

La presidenta de Tejer en red, Fefi González, afirma que "las donaciones de particulares y de distintas empresas nos permiten ponernos en marcha desde nuestras casas". "Hoy [ayer para el lector] entregamos 400 mascarillas que hemos hecho miembros y voluntarias de Tejer en Red. Los miembros de Pequeño Valiente [asociación de niños con cáncer] son los que se encargan de recoger las mascarillas, las cuales van a numerosos colectivos y policías locales".

Otro claro ejemplo de que los ingenienses no están quietos en sus viviendas o talleres es Hilario Cedrés, técnico del área de Desarrollo de MHP, vecino de Carrizal, que planteó asociarse al movimiento coronavirusmakers.org. Esta organización aglutina a miles de voluntarias y voluntarios en red que trabajan a diario para suplir las necesidades de protección que surgen desde los equipos médicos y desde la sociedad en general.

Hilario Cedrés planteó a la empresa en la que trabaja como técnico fabricar gracias a sus impresoras con tecnología 3D unas 70 viseras diarias de uso sanitario para la protección de mascarillas. Estas viseras son recogidas por integrantes de los servicios de emergencias para su inmediato reparto. Su intención es doblar la producción.

Los vecinos son vistos en las calles cuando hacen compras de comida o cuando pasean sus mascotas. En el primer caso, son numerosos los que demuestran que cumplen con las normas para evitar los contagios en los establecimientos.

Lidia González es la responsable del autoservicio Siete de Mayo, que se encuentra en la esquina de la avenida América y la calle Ramón y Cajal, en el casco de Ingenio. "La clientela es la misma. Bueno, es algo más, nueva y mayor. Estamos muy agradecidos por el apoyo de los clientes que siguen confiando en nosotros. Estamos trabajando más y tenemos más difícil salir para proveernos de la mercancía", declara González.

En esta tienda, como en otras muchas, se han puesto distintas medidas de protección: una mampara, guantes y cintas en el suelo para que los clientes estén separados a metro y medio de distancia. "Además, ofrecemos ahora el reparto a domicilio, de 09.00 a 15.00 horas, que es muy solicitado por personas mayores, muchas de ellas que viven solas y lo piden para no salir a la calle y no cargar con lo pesado", agrega.

Esta crisis sanitaria tiene sus malas consecuencias para muchos. El panadero Amaro Rodríguez, quien lleva el horno familiar de más de 200 años de Ingenio, vende menos pan de puño. "Se compra menos y muchos se han acostumbrado a comprar una o dos veces a la semana. Aunque también los hay que compran en gran cantidad, 15 ó 20, y luego lo congelan", explica.

Reducción

Esta bajada de venta le obligó a reducir la jornada laboral y un trabajador de los nueve de la plantilla de esta panadería. "Lo peor ha sido en nuestra tienda de pan y otros productos sin gluten. Éramos cinco trabajadores, pues pasamos a dos. He perdido 27 hoteles que eran clientes fijos, es decir, un 70 por ciento de la clientela por el cierre de los hoteles. Menos mal que conservamos puntos de venta en distintos lugares de la Isla, como la capital, Telde, Teror, Arucas, Agüimes y en el Sur", relata.

Por su parte, la alcaldesa de Ingenio, Ana Hernández, explicó a través de un vídeo las nuevas medidas decretadas por el Gobierno que tienen como fin reducir más la presencia de los ciudadanos en las calles y así contener más el Covid-19, al tiempo que agradeció el esfuerzo que se hace y felicitó "por el gran ejercicio de responsabilidad que está demostrando". "El Ayuntamiento sigue dando servicios a los vecinos y vecinas vía telefónica, y los medios de comunicación y las redes sociales oficiales informan de todos los temas de interés", señala.

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