Los controles de tráfico en las autovías de acceso a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, iniciados el pasado miércoles para frenar la propagación de la epidemia de coronavirus, se eliminan a partir de hoy viernes y se sustituyen por inspecciones aleatorias en cualquier carretera de la Isla para detectar a las personas que utilizan el coche sin motivos justificados.

Por segundo día consecutivo, los controles de la Guardia Civil en las autovías GC-1 y GC-3 para restringir el tráfico entre la capital y los municipios del Sur provocaron atascos kilométricos e inmovilizaron durante horas a los conductores y usuarios del transporte público que acudían a sus puestos de trabajo, entre ellos el personal sanitario. En la autovía del Norte, la GC-2, también hubo retenciones a primeras horas de la mañana.

Tras la avalancha de quejas y las solicitudes de los sindicatos de la sanidad se ha decidido eliminar los controles fijos establecidos el miércoles y el jueves en las entradas y salidas por la Avenida Marítima y la Circunvalación. En su lugar, la Guardia Civil "cambiará a controles alternos y dinámicos en puntos kilómetros aleatorios de Gran Canaria", según informó ayer la Delegación del Gobierno estatal en Canarias, que precisó que durante la segunda jornada de esos controles de tráfico se ha constatado que "la sociedad cumple con las normas sobre limitación de circulación establecidas en el Artículo 7 del Real Decreto 463/2020".

Pese a los atascos en el primer día de los controles, las autoridades de tráfico mantuvieron ayer el dispositivo de la Guardia Civil para hacer cumplir las medidas adoptadas en los accesos por el Sur. En concreto, la autovía GC-1, a partir del kilómetro 4, en la bifurcación con la GC-3 a la altura de la potabilizadora, queda reservada para el transporte pesado, vehículos oficiales de sanidad y emergencias y el transporte de pasajeros.

El resto de los coches deben entrar y salir de la ciudad por la Circunvalación. Esa separación del tráfico se mantendrá mientras permanezca la alarma sanitaria, pero se eliminan los controles fijos en los que se paraba a todos los vehículos para solicitarles el justificante laboral.

Según la Delegación del Gobierno, ayer ya se comprobó que la población está cumpliendo la normativa que prohíbe circular sin un motivo justificado, pero se mantendrán las inspecciones a cualquier hora y en distintos puntos de la red viaria insular, con fuertes multas a los infractores de la cuarentena.

El miércoles se vigilaron a unos 5.000 vehículos en los controles de la GC-1 y la GC-3, con unas 245 las denuncias administrativas por infringir el último decreto sobre limitación de movimientos por carretera. Un treintena de ellas fueron por circular por la entrada de La Laja sin ser un vehículo autorizado.

Sanitarios

Ante las colas de vehículos en la entrada a la ciudad, que a primera hora del día llegaron hasta la zona de los centros comerciales de Telde, los sindicatos de la sanidad elevaron sus quejas a la Delegación del Gobierno, pues entre los afectados por el atasco se encontraban los empleados que debían entrar a las ocho de la mañana para sustituir a los que llevaban doce horas trabajando. En algunos puestos hospitalarios, el cambio de turno se retrasó hasta las 10.30 horas.

El sindicato Sepca, uno de los mayoritarios en la sanidad, emitió un comunicado en el que sostuvo que los nuevos controles llevados a cabo por la Guardia Civil en las principales vías de las islas, cerrando parcialmente algunos accesos, con el objetivo de dar prioridad a vehículos pesados de mercancías, de urgencias y sanitarios, y transporte de pasajeros, "han generado el efecto contrario, provocando grandes retenciones y atascos en los principales accesos a los hospitales canarios".

Por tanto, solicitó a los cuerpos de seguridad "medidas más ágiles para que el personal sanitario no tenga que sufrir las enormes caravanas que se están generando para llegar a los centros de trabajo y el regreso a los domicilios, después de jornadas extenuantes".

"Hay trabajadores que están en carretera durante más de una hora. Desde Sepca queremos agradecer a las fuerzas de seguridad todas las medidas adoptadas para entre todos combatir este coronavirus, pero rogamos que busquen alternativas para que este personal no tenga que soportar este esfuerzo añadido", afirmó Joaquín Franco, secretario general de Sanidad de este sindicato.

Al respecto, aseguró que los trabajadores de los hospitales que viven el localidades del sur, como Vecindario o San Fernando de Maspalomas, tardaron hasta dos horas y media desde sus casas hasta el trabajo. "Hasta la semana pasada todos íbamos ligeros a trabajar; es necesario hacer controles porque todavía se ven muchos coches y quizá no todos sean de trabajadores esenciales, pero no tan extremos", apuntó el dirigente sindical, quien añadió que "si alguien se salta la cuarentena, que lo multen, pero los sanitarios no podemos soportar doce horas de trabajo extenuante y luego otras dos horas de caravana para llegar a casa".

Otra organización sindical, Asamblea 7 Islas, propuso a la Delegación del Gobierno que se permita acceder por la GC-1 a los trabajadores del complejo hospitalario Insular-Materno.

Desde el Cabildo de Gran Canaria, que tiene las competencias en el mantenimiento de esas autovías, el vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes, Miguel Ángel Pérez, dijo que "se entiende la preocupación" de los sanitarios y de la población por esos controles, pero insistió en que "hay que ser respetuosos con las decisiones del Gobierno de España y sus ministerios porque lo importante ahora es frenar el contagio".

"Los ciudadanos tienen que entender que la movilidad está restringida, que hay permisos retribuidos para ello y que se deben quedar en sus casas", concluyó.