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Crisis del coronavirus La cuarentena de los pueblos

Entre la esperanza y la incertidumbre

Vecinos y comerciantes de Agüimes muestran su altruismo en cuarentena y sus dudas sobre el futuro

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Crisis del coronavirus | Actuación de la UME en Aguimes

"Todos lo pasamos mal en Agüimes, como en cualquier otro sitio, por el estado de alarma, el confinamiento y por la situación médica y sanitaria, por supuesto. Y es cierto que en otros lugares y zonas concretas de la Península lo llevan mucho peor con tantos fallecidos", afirma Beni González, que es vecina de Playa de Arinaga, peluquera autónoma y miembro de la murga Las Inkietas, la cual tiene suspendidas sus reuniones y la convivencia planeada para este fin de semana.

La situación de Beni González es uno de los numerosos ejemplos de cómo se encuentran y se sienten muchos vecinos. "Lo que peor llevo es la incertidumbre. Sí, estamos metidos en casa y cumplimos las normas de confinamiento. He salido algunas veces para comprar comida y he visto las calles prácticamente vacías", comenta esta vecina, que resalta que "los autónomos somos los más olvidados. Peor nos irá en cuanto más semanas pasen con esta misma situación".

Sin embargo, no se deja llevar por el desánimo. "De todos modos tenemos la esperanza y confiamos en que, a pesar de que se prolongue el estado de alarma en todo el país, se levante pronto y poco a poco el confinamiento, y se recupere paulatinamente la actividad, y que Canarias sea de las primeras regiones en el cambio porque parece que aquí la enfermedad empieza a remitir por su lejanía", señala González,

La peluquera tenía previsto un viaje a Gambia durante este mes de abril y se ha pospuesto a junio. Ella y dos componentes más de Las Inkietas, Maika Santana y Chani Lorenzo, se unirán a cuatro personas más, con el objetivo de viajar a Gambia y llevar 200 kilos de ropa, medicamentos y comida a una aldea, en colaboración con la ONG Aseda Gambia. La murga y muchas de sus miembros tienen niños apadrinados, y colaboran en viajes y proyectos desde hace tres años en el citado país africano.

Café excelente

Quien está también atado por la incertidumbre es el vecino Juan Urquía, quien cumple con la cuarentena, aunque de forma más rigurosa por parte de su mujer y la hija de ambos porque están ellas en una situación de riesgo respecto al virus Covid-19. Urquía se encarga de hacer cada día su teletrabajo y de realizar las compras en el supermercado o tienda más cercana.

Juan Urquía tiene una afición y pasión muy particulares, mucho más en Agüimes: produce café en una pequeña propiedad en la villa. El café que mostró el año pasado en un certamen internacional celebrado en Barcelona fue calificado como "único" por sus cualidades y por ser producido en un terreno seco y ventoso.

"Es verdad que las ventas han bajado en la tienda Aragüeme, donde ofrecemos el café, aunque no sé en qué cantidad. De momento, esta situación de confinamiento y de limitada libertad de movimiento no perjudica mucho a nuestro negocio del café. Las plantas están bien y con flores. Eso sí, si se alarga un mes o dos más puedo perder la próxima cosecha al no poder ir a tostarla a Santa María de Guía, o al optar a envasarla al vacío. No tendría la misma calidad de excelencia que tiene como café tostado y molido", explica Urquía.

Mientras muchos están a la espera y deseosos de seguir pronto con sus respectivos proyectos, las calles están prácticamente vacías en el casco de Agüimes, Playa de Arinaga, Cruce de Arinaga, Temisas y demás poblaciones. "La mayoría de los habitantes cumple con las normas establecidas por el Real Decreto por motivo de esta pandemia", señalan fuentes municipales consultadas.

Eso sí, los agentes de la Policía Local presentaron 36 propuestas de denuncias por infringir las normas entre los días 18 y 28 de marzo, además de haber identificado en ese periodo a los conductores de cinco vehículos por circular sin justificación.

El vacío de las calles y carreteras es evidente en Los Corralillos, aunque a veces se ven algunos vecinos que se acercan a sus cercados y propiedades para atender a sus animales y terrenos. Con la medida recién aprobada de limitar la presencia de trabajadores en actividades no esenciales, desde esta semana se paralizaron las obras que se realizaban desde el 27 de febrero en un tramo de unos 320 metros de la carretera GC-104, que une Cruce de Arinaga y Los Corralillos.

Un derrumbe se produjo en esta zona durante un temporal en febrero de 2018. Por eso, los agricultores, ganaderos y vecinos siguen haciendo, sin saber hasta cuándo, un rodeo de unos nueve kilómetros para llegar a Los Corralillos, o tienen la opción de conducir la misma distancia que antes del derrumbe, pero durante más tiempo al circular por una carretera paralela de tierra.

Servicios esenciales

En el Ayuntamiento de Agüimes, la mayoría de los funcionarios realizan el teletrabajo, al mismo tiempo que se han garantizado los servicios esenciales. Asimismo, la Corporación municipal agilizó los trámites de pago a proveedores durante la vigencia del estado de alarma decretado por el Gobierno ante la crisis sanitaria. En los últimos 20 días, el consistorio agüimense ha abonado un total de 804.719 euros en facturas a empresas que han prestado sus servicios a la administración local. El objetivo de la medida fue inyectar dinero a la economía privada para ayudar a las pequeñas y medianas empresas.

La actual situación afecta notablemente a los transportes públicos, no sólo a la reducción del servicio de las guaguas de Global por la brusca bajada de pasajeros, sino también al servicio de taxis en la villa. El Ayuntamiento aprobó un nuevo decreto regulador del transporte público en el municipio por el que se reducirán en un 80% los servicios de taxis. Durante la vigencia del actual estado de alarma, sólo se permite la circulación a una de cada cinco licencias existentes. Además, de acuerdo a las normas impuestas por las autoridades sanitarias para frenar la propagación del coronavirus Covid-19, solo se autoriza a un pasajero por taxi, salvo casos excepcionales debidamente justificados.

La solidaridad queda patente en Agüimes, después de que arrancase la iniciativa de crear mascarillas por parte de miembros de la Asociación Cultural La Molina Cho Eloísa, que son artesanos y ganaderos de La Banda y de la villa de Ingenio. Ahora son más de 50 personas que cosen desde sus casas con material donado por empresas de Agüimes, entre otras Uniformes Rosales, El Kilo de San Rafael, Grupo Sanitario Atlántico y Supermercados Spar. Además, se sumaron a colaborar la Asociación de Empresarios de la Zona Industrial de Arinaga (Aenaga), distintos colectivos y residentes de otras poblaciones. Protección Civil sigue encargado de la recogida y reparto de las mascarillas.

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