"Esta es una situación que nadie esperaba. Ha sido una pandemia que nos ha sobrepasado a todos. En el hospital, desde el principio, empezamos con medidas básicas de aseo, de lavado de manos y de cómo trabajar. Ya no hay relaciones personales: el día a día es simplemente a través del ordenador, pero lo llevamos bien porque creemos que nuestro trabajo es esencial para el Servicio Canarios de la Salud. Podría hacer mi trabajo desde casa, pero no me parece pertinente cuando aquí puedo hacer más y doy respuesta a cualquier problema técnico. Me siento orgulloso de estar trabajando en una institución sanitaria y poder aportar mi granito de arena para que esto vaya mejor".