"Estamos atendiendo asuntos urgentes y también los vinculados a la financiación para evitar el daño en el tejido económico, por ejemplo el caso de las empresas que están renovando sus líneas de crédito. En la oficina nos hemos proporcionado nuestras medidas de seguridad, tenemos las manos ya resecas por los geles. Además, hemos restringido el acceso, para ello trabajamos telefónicamente y con cita, aunque no hay mucha actividad y el servicio es mínimo. Dependo de lo que indique el Ministerio de Justicia, soy un servidor público y mi libertad está en cómo organizarme. En cuanto a la reclusión, no me afecta. Soy un gran casero, me gusta leer y escuchar música".