"A bordo de la guagua se nota preocupación, pero también es verdad que la gente no deja de vivir, los que trabajan en algo esencial y no se pueden quedar en casa lo asumen. Es lo que nos ha tocado vivir y hay que tirar para adelante. Todos mis compañeros, como parte del servicio esencial de transporte público, están haciendo un trabajo impresionante. Con esa intranquilidad de no saber qué pasará mañana, sí, pero hay que confiar en los que saben, en los sanitarios y los científicos, que se dejan el todo por el todo. Esto hace que la especie humana se centre en lo que realmente importa. Somos parte de la naturaleza, nos creemos que estamos por encima de todo, pero no, no es así".