El miércoles habrá un pleno extraordinario pedido por la oposición y tanto en marzo como en abril se suspendieron. Sin embargo, en la mayoría de ayuntamientos de la Isla sí se celebraron de manera telemática los del mes pasado. ¿Qué ha ocurrido?
Al inicio del estado de alarma tomamos la decisión unánime de suspender las comisiones y el pleno de marzo porque no había asuntos relevantes y por la incertidumbre en cuanto a las medidas sanitarias. La suspensión de las comisiones y el pleno de abril ha sido unilateral por parte del presidente. Para él probablemente es más cómodo no tener oposición en el Cabildo, pero la realidad es que la ciudadanía ha querido que determinadas formaciones políticas estén representadas y que den su parecer y puedan proponer. Entiendo que no se celebraran determinadas reuniones si esas labores se hubieran visto suplidas por otro tipo de canales. Por ejemplo, el vicepresidente Miguel Ángel Pérez comunica las decisiones y trabaja por cocinarlas de manera conjunta. Lo que es inadmisible es que para el presidente la oposición no existe, ni informa, ni dice lo que hace y te enteras por la prensa. Y lo peor: no permite que se celebren las sesiones en las que la oposición puede controlar lo que está haciendo el Gobierno.
¿Cuál es el objetivo del pleno del miércoles?
Mostramos en su momento nuestra voluntad de tomar todas las decisiones que sean necesarias para paliar los efectos sociales y económicos de la crisis. Desde el minuto uno los tres grupos de la oposición pusimos nuestros votos a disposición del grupo de Gobierno para modificar el presupuesto por completo. Por ejemplo, discriminar todas aquellas partidas que no son prioritarias, como celebraciones de eventos. Nos han hecho caso omiso, así que hemos planteado el pleno extraordinario para dos cosas básicamente: pedir que se liquide el Presupuesto del 2019 porque se ha habilitado que las corporaciones locales puedan utilizar el 20% del superávit para destinarlo a inversiones reales o transferencias de capital. Y dos, para pedir que se haga esa labor que queremos de rastrear en el presupuesto todas aquellas partidas que no son prioritarias en este momento y destinarlas a incentivar los sectores económicos en los que podemos intervenir: autónomos, pymes, grandes empresas, colectivos vulnerables y aliviar a las corporaciones municipales determinadas cargas para que tengan mayor liquidez.
Pero el Cabildo ha activado 28 medidas con 135 millones de euros para intentar paliar la crisis.
Todas las medidas que se toman cuando te ponen una cámara delante y van a llegar a la gente cuando está arruinada no me valen para nada. Las medidas hay que tomarlas en función del escenario en el que estamos y pensando en que se ejecuten rápido y tengan efectividad. De esas 28 medidas las únicas que veo relevantes son las relacionadas con el transporte, como la ayuda a los taxistas, que se realizó desde el primer momento. Tanto es así que a rebufo de esa del vicepresidente socialista Miguel Ángel Pérez se han dado cuenta en Nueva Canarias que podían hacer algo similar en otros sectores. Copiaron el modelo por ejemplo para el sector primario. Y hay otras medidas que realmente no son tales, como destinar dos millones y medio de euros en ayudas de emergencia social. El presupuesto aprobado por el Cabildo ya tenía 2,5 millones para emergencia social, nos está vendiendo lo que ya estaba aprobado como si fuera una medida ideada tras la pandemia. Es un engaño. Y la prueba es que desde hace más dos meses no se ha realizado ningún pleno para aprobar ninguna modificación presupuestaria de calado.
¿Qué medidas echa en falta?
Hablan de un plan de reactivación de inversiones con 100 millones de euros y yo echo en falta concreción, ¿eso qué es? No han sacado una obra relevante en cuatro años. Ahora es el momento de apostar por la construcción para soportar en parte el batacazo de la pérdida del turismo. Tenemos que reinventarnos con el turismo y trabajar ya en ello, pero lo único que nos puede salvar ahora es apostar de forma decidida por la inversión en la construcción, con inversión pública e incentivando la inversión privada con estímulos de cualquier clase. No tenemos alternativa. Para amortiguar el golpe económico necesitamos un gran plan para meter mucho dinero en obras. Si quieres hacer el tren, ahora es el momento. O los planes de regeneración y rehabilitación urbana, o viviendas sociales, o rehabilitación turística, o más centros sociosanitarios. La construcción no es solo carreteras o asfalto, yo soy partidario del proyecto de ecoisla de Antonio Morales, pero solo si lo hace, no si se queda en el papel. De la construcción vive mucha gente, o metemos más dinero ahí o estamos muertos, y hay que hacerlo de golpe. El turismo hay que repensarlo, pero el turista no se fabrica. Tal y como está la cosa, tiene pinta de que no va a venir durante mucho tiempo.
¿Qué le parece que el grupo de Gobierno pagara 120.000 euros para la adquisición de mascarillas a Ogadenia para centros sociosanitarios sin la aprobación del Servicio de Prevención?
No me quiero precipitar en mis afirmaciones, hemos pedido mucha información acerca de este tema. Primero el Cabildo dijo que se adquirían para los centros sociosanitarios anunciando que iban a proveer a toda la galaxia de mascarillas. Luego LA PROVINCIA publica que Isabel Mena [consejera de Política Social] dice que no son para ese uso, entonces pido información y me dice que no eran para los trabajadores de los centros sociosanitarios, sino para trabajadores de oficina del Cabildo. Entonces, ¿por qué el IASS adquiere mascarillas para trabajadores de entidades distintas? Mi opinión es que no sabían ni para qué las querían. Ahora resulta que es para los usuarios, que son algo más de 5.000. Los datos son aparentemente demoledores. Hablamos de que adquieren 20.000 mascarillas reutilizables hasta en 30 ocasiones, por tanto 600.000 usos. ¿Para qué quieres mascarillas en esas cantidades? Y lo que es menos razonable es que se haya realizado a través de un trámite de urgencia. Estoy convencido que el presidente se la coló a Isabel Mena. Y lo peor es que en el vídeo parece el Cabildo un comercial de esta diseñadora. Por otro lado, hemos preguntado dónde tiene la fábrica y la organización productiva propia. A ver qué dicen los documentos que nos van aportando.
¿Por qué cree entonces que el Cabildo lo ha hecho por vía de urgencia y por el IASS?
Porque pasa más desapercibido. Si sigue los resortes del Cabildo se encuentran más frenos. Ahí está la prueba del informe del Servicio de Prevención del Cabildo. Hay gato encerrado.
¿Cree que se pueden crear los mil puestos de trabajo que anunció el Cabildo con esa industria textil?
Ahora parece que Gran Canaria va a suministrar mascarillas a toda la Vía Láctea. A mí me parece surrealista. Creo que lo que ha pasado aquí es que o le vendieron la moto a determinadas personas que gobiernan en el Cabildo o, lo que sería peor, que determinadas personas que trabajan en el Cabildo le hayan vendido la moto al resto de consejeros y a toda la ciudadanía. Lo que tenemos que buscar es quién le está vendiendo la moto a quién, porque yo estoy convencido de que alguien ha vendido una moto. También hemos pedido información acerca de qué prescripciones técnicas se exigieron en esa contratación. Vamos a ver qué dicen los papeles cuando los tengamos delante. Tiene muy mala pinta.
Cs en el Cabildo tiene un gran entendimiento con el PP, ¿por dónde pasa el futuro del partido en Gran Canaria?
Se celebró recientemente nuestro Congreso nacional y a partir de ahora se tienen que montar las estructuras regionales e insulares en todo el país. Lamentablemente nos hemos visto en una situación en la que casi no hemos tenido interlocutor. Estoy convencido de que el posicionamiento será el que estamos adoptando a nivel nacional, de verdadero partido de centro, sin complejos de entendernos con un partido o con otro. Es cierto que en el Cabildo hay un gran entendimiento con el PP, pero también hay una gran sintonía con el vicepresidente Miguel Ángel Pérez. No es malo llevarse bien con las personas de las distintas formaciones, no debemos cerrarnos en banda por las siglas.
